[Chapter 12]

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Después de ese mal momento llamé a Mean para que pasara por mí

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Después de ese mal momento llamé a Mean para que pasara por mí. Estuve llorando en su coche durante gran parte del trayecto hasta que pude contarle lo que había pasado.

Si hay algo que caracteriza a Mean y Perth es que son personas muy tranquilas, pero bastante protectoras que no temían meterse en problemas por alguien que les importa.

Para mi buena suerte pude convencerlo para que no diera vuelta al coche y regresará a la sala de juntas. De lo contrario habría golpeado a todo aquel que se interpusiera entre él y su objetivo.

— ¿Vas a decírselo? — Preguntó aparcando fuera del edificio.

— No. A diferencia de ti, él no descansará hasta molerlo a golpes. — Sacudí la cabeza en negación —. Es algo que puedo solucionar.

— ¿Y si se te va de las manos? Saint, se trata de su carrera y…

— Mean, por favor. No quiero hablar más de esto, se lo diré… — abrí la puerta del coche para salir —. En algún momento.

Aunque me miraba sin estar de acuerdo, solo asintió.

— Sube rápido a cambiarte. — Me indicó —. Aquí esperare.

Estaba lo suficientemente contento de ver a mi novio que no iba a agobiarme con otra cosa

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Estaba lo suficientemente contento de ver a mi novio que no iba a agobiarme con otra cosa. Esa era nuestra noche. De Perth y mía. Solo quería estar con él después de mucho trabajo.

Al llegar al lugar donde se llevaría a cabo la fiesta Mean y yo nos separamos. De inmediato se fue con Plan al verlo charlar con Mark, y yo continúe mi camino al interior para ir en busca de mi chico. Él se encontraba en uno de los sofás del living bebiendo acompañado de Bass.

— ¡Cariño! — Se acercó a mí con rapidez envolviéndome con sus brazos —. ¿Estás bien? Te llame a ti y a Mean, pero ninguno de los dos atendió mis llamadas. Estaba preocupado. — Dejó un casto beso en mis labios —. Es bueno tenerte aquí, sentía que mi corazón dolía.

— Ha estado así desde que la fiesta empezó, no deja de mencionarte cada que puede. — Habló entregándome un vaso de lo que ellos bebían —. Si me disculpan, tengo algunas cosas que hacer. Además, me dijeron que una vez llegaras tenía que retirarme, así que solo sigo órdenes. — Mencionó a modo de broma llevando su mano derecha con los dedos juntos a su cien imitando un saludo militar.

Le regale una sonrisa al ver sus expresiones, siempre era agradable tenerlo cerca. Bass es una persona agradable.

— ¿Siempre estas parloteando sobre mí? — Me acomodé recargando la espalda en el posabrazos subiendo mis pies en sus piernas.

— Estoy presumiendo a mi novio. — Tiró de mi cintura para tenerme más cerca —. Eres tan lindo. Solo le hago justicia a eso.

No pude evitar sonreír cuando sus labios hicieron un recorrido de mis manos, mejillas y labios. Pude ver que todo lo que salía de su boca era verdad. Repentinamente sentí ganas de llorar y esa presión en mi pecho me mantenía con la mirada gacha.

Un momento que pareció eterno en el cual me pregunté si realmente le estaba dando el amor que se merecía. ¿Alguna vez sintió que no le quiero? Esto aumentó mis ganas de llorar, pero no quería romperme en medio de todos y arruinar el día. Pase saliva e intenté pensar en otra cosa.

— ¿Dije algo malo? — Me tomó por el mentón para que le mirara.

— No. No es eso. — Respondí en voz baja con el nudo asfixiándome —. ¿Ya has podido hablar con tu madre?

— Esta mañana hablamos un poco. — Apretó sus labios en una fina línea ­—. Quiere que vayamos a cenar con ella una vez más. Planea disculparse contigo por el mal rato que te hizo pasar. No está de acuerdo en mi relación con un chico, pero lo está intentando. — Entrelazó nuestras manos depositando un beso en mis nudillos —. Estaremos bien. Quiero estar a tu lado mucho tiempo más.

Terminé asintiendo deshaciéndome de esos pensamientos que me oprimían el pecho impidiéndome respirar de manera correcta. Me concentré en el hoy y el ahora.

Dejé que Perth llevara mi cuerpo al centro del living donde todos bailaban. Acompañados de la música en nuestros oídos, nuestros cuerpos moviéndose en sincronía y nuestras manos acariciando a su propio ritmo. Embriagándonos con nuestros labios y la fragancia del contrario que quedaba impregnada en la ropa del otro.

El momento se prestaba a grandes temperaturas corporales por lo que tuvimos que salir del lugar. Su apartamento era precioso y las tenues luces le daban un cálido matiz hogareño. Su cama siempre guardaba ese olor tan característico que me agradaba; el suyo. El de mi Perth.

Una vez más pude sentir su amor a través de su cuerpo, de sus labios y sus manos. Siempre me miraba con adoración.

Sus labios probaron cada esquina de mi cuerpo, tragando mis súplicas y sollozos mientras sus manos se adueñaron de mis caderas. Danzando en mi interior con un ritmo marcado, atrapando los suspiros que solo a él le pertenecían.

Pude sentir el aire abandonarme momentáneamente tras cada empuje. Aferre mis manos a las sabanas, embriagándome con ese exquisito aroma suyo haciéndome rogar por más. Mi vista borrosa a causa de las lágrimas causadas por el placer me hacía ver los colores parpadear.

Y con un último suspiro pude llegar a tocar el cielo quedando rendido sobre mi estómago. Él continuaba besando mi espalda, empujándose profundo en mi interior. Profundo. Tan profundo. Hasta que se liberó con un jadeo. Yo solo le acompañe con una última exclamación ahogada.

— ¿Tanto te gusto? — A pesar de tener el rostro mirando al techo y los ojos cerrados pudo darse cuenta que lo estaba mirando.

Tenía una sonrisa adornando sus finos labios mientras enredaba sus dedos en mis cabellos. Yo estaba recostado en su brazo acariciando el lóbulo de su oreja.

Tras no recibir respuesta volteó a mirarme.

— Uhm.

— ¿Uhm? — Preguntó con una ligera risa.

— Me gustas mucho. — Respondí suavemente.

Pude ver  su sonrisa de satisfacción absoluta. Y solo se dedicó a besarme lo que restaba de la noche hasta que pudimos dormir.

La grieta del iceberg pasaba desapercibida.


~Sun&Moon 🥀🍂

[You are my Constellation] ➳ PinSon © ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora