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[Chapter 34]

El fuerte sol le quemaba la nuca y los brazos descubiertos. Luego de haber estado atrapado en el tráfico durante un par de minutos su paciencia se había agotado por lo que decidió bajar del taxi para caminar y llegar por su cuenta al hospital.

Los pies le dolían de la caminata y por el calor del suelo que atravesaba sus zapatos. Sin importarle todo aquello se recordó que debía llegar tan pronto como pudiera a la habitación donde Saint estuviera para poder verlo antes de que despertara.

Recuerda las palabras que le dijo al chico de piel porcelana al oído cuando tuvieron que separarlos:

"Estaré a tu lado cuando despiertes".

No iba a faltar a su palabra, no lo haría ni aunque se estuviera desmayando por el fuerte calor en el exterior. Sus pasos lo llevaron hasta quedar frente a sus amigos. Cuando estaba por preguntar por Saint un mareo le hizo caer de rodillas.

— ¡Perth! — Exclama Sammy con preocupación — ¿Por qué vienes en este estado? — Con ayuda de Yacht lo levantaron del suelo hasta dejarlo en una silla.

— El tráfico. — No hizo falta que dijera más para entender cuáles habían sido sus acciones —. Saint. Quiero verlo.

— Zee salió hace unos minutos para avisarnos que lo pasaran a una habitación pronto.

No era lo que quería escuchar, pero sin duda tranquilizaba a su corazón.

Aun cuando habían pasado veinticuatro horas desde la última vez que recibieron alguna noticia del chico, Perth se negaba a irse. No estaba dispuesto a poner un pie fuera del hospital hasta saber el estado en el que se encontraba el mayor.

En su cuerpo no había más que un par de botellas de agua. Intentó comer un poco de sopa, pero todo era rechazado por su organismo.

— Zee. — Habla la voz de NuNew llamando la atención de todos que inmediatamente se pusieron de pie —. ¿Podemos entrar a verlo?

El pequeño azabache corre hasta quedar a unos pasos frente a él buscando una respuesta. La sonrisa que adornaba su rostro desapareció al ver la mirada perdida del mayor.