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[Chapter 24]

— ¿Qué estás mirando? — Pregunta Perth sentándose a un lado suyo al verle con el móvil en las manos.

— Los comentarios en las publicaciones de la serie. Creí que todos estaban molestos porque trabajamos juntos otra vez, pero realmente están contentos de que nos llevemos bien. — Le dedicó una sonrisa mostrando lo tranquilo que se sentía con todos los fanáticos apoyándolos.

Se había estado agobiando con sus pensamientos desde el momento en el que se dieron a conocer a los actores que trabajan en la serie. No estaba seguro de la reacción de las personas que no les apoyaban desde años atrás. Durante días ignoró por completo sus redes sociales al no estar listo para leer todo aquello que posiblemente le lastimaria.

Pero su sonrisa en ese momento iluminaba todo el aeropuerto. Todo estaba yendo cada vez mejor; su relación con Perth, la relación con sus fans, familiares e incluso con sus compañeros de trabajo, que muy a pesar de la pausa del proyecto continuaban en constante comunicación por mensajes.

En un momento escucha que son llamados para su vuelo con destino a Seúl, donde iría a visitar a su madre después de tantos años. Esperaba que estuviera feliz de verle. Recordaba que la última vez que estuvo con ella le presentó a su nueva pareja, el cual se encargó de ganarse su confianza durante años. Hubo un momento en el que lo había comenzado a considerar un padre.

— Hace bastante que no veo a tu madre, ¿sabe que estamos juntos otra vez?

— Si. — Sonríe al ver su rostro nervioso —. Ella es la primera en enterarse de todo lo que pasa en mi vida.

— Espero ese todo no haga que quiera matarme por ser un mal novio.

— No eres un mal novio. — Suelta una pequeña risa —. Todos cometemos errores. No conozco una sola persona que tenga un pasado limpio de pecado. — Entrelaza sus manos sintiendo la calidez de sus cuerpos en contacto —. Dejemos el pasado atrás y no pensemos mucho en el futuro. Vivamos el hoy y el ahora. 

Pudo notar como los ojos chocolate se humedecen al estar completamente conmovido con sus palabras.

— Sé que nos equivocamos, pero estamos bien ahora.

— Te amo, realmente lo hago. — Gira sobre su eje escondiendo su rostro en el cuello blanquecino evitando que le vea llorar.

— Te amo. — Responde con una suave risa llena de ternura por su reacción.

Cuando su chico finalmente decidió separar el rostro de su cuello pudo ver perfectamente como ese lindo brillo iluminaba el iris de sus ojos marrones. Era irónico que a pesar de ya haber estado juntos años atrás sintiéndose como el primer amor, justo ahora esa misma sensación regresará a sus cuerpos.

— Me gusta cuando tus ojos brillan de esa manera. — Le escucha decir, y es cuando se da cuenta que los contrarios no eran los únicos que centelleaban como fuegos artificiales.

Nadie apagaria esos fuegos artificiales.

 
La felicidad en el hogar de los Suppapong se disparó en cuanto la pareja de chicos pasó por la puerta. Era esa sensación tan cálida que te hace llamar a un lugar “hogar” por el hecho de tener a las personas que amas cerca sin importar cual sea el lugar en el que se encuentren.

El vuelo había sido sin duda agotador. A pesar de haber viajado muchas veces en avión, Saint aún no se sentía tan familiarizado con esa sensación de vértigo cada vez que abordaba. Tener a Perth a su lado sosteniendo su mano para que pudiera dormir y viajar con tranquilidad hizo que el viaje fuera más ameno. Una experiencia completamente diferente a viajar solo.

El ama su soledad y de esos momentos en los cuales convive consigo mismo, siempre iba a ser una persona independiente. Aunque tenía que confesar que en algunas ocasiones se siente como un adolescente enamorado que necesita atención y mimos de su novio. La edad entre ellos nunca había sido algo para clasificar su relación o el cómo debían comportarse dentro de ella. Ambos se comportan de maneras diferentes en ocasiones distintas y por diferentes motivos. Su relación era la viva imagen de la dualidad.

— ¡Ah! — Un grito lo saca de sus pensamientos y le hace mirar en la dirección de la que provino. Se da cuenta que se trata de Tanapon cuando se lleva un dedo a la boca signo de una reciente quemadura.

Detiene sus manos ocupadas en los vegetales y puede darse cuenta de lo nervioso que se encuentra. Se acerca unos cuantos pasos hasta quedar a su lado para poder ver correctamente la yema de su dedo.

— ¿Estás bien?

— Si. Estoy bien.

— No mientas, dime lo que pasa.

— Hablé con el novio de tu madre y parecía algo molesto. ­— Susurra para no ser escuchado.

— ¿Gong Yoo? — Pregunta de la misma forma pareciendo extraño que estuvieran hablando de la misma persona. Nunca le había visto molestarse por algo.

— Me estuvo haciendo muchas preguntas. Se notaba tan serio y en serio me dio miedo. ¿Qué pasa si respondí algo mal?

— ¿Qué preguntas te hizo?

— Quería saber mis intenciones contigo. Recién nos conocemos y sus palabras fueron claras advertencias para cuidarme la espalda. ¿Y si no le gusto como tu pareja? — Farfulla.

— Él solo estaba bromeando, es así todo el tiempo. — Sonríe con ternura —. Ha hecho lo mismo con todos mis amigos. Quería darte un pequeño susto.

— Cariño, no me culpes por reaccionar de esa manera, es muy grande e intimidante. Es como asi… — Imita una voz gruesa e infla el pecho mostrando cómo es que veía al hombre —. Tu padre da miedo.

— Oww cachorro. — Posa la palma de sus manos en las mejillas sonrosadas por el reciente apodo y deja un casto beso en los finos labios —. Mi madre le ha contado muchas veces sobre nosotros, realmente le agradas. No tienes que preocuparte, te has lastimado.

Se encargó de la quemadura con una crema y un par de besos sobre la bendita. Después de ello sus padres llegaron de hacer las compras y pudieron preparar la comida como una familia.

~Sun&Moon 🥀🍂