Perth fue empujado a uno de los cubículos del baño de la empresa. Por un momento, quedó completamente inmóvil por las acciones tan inesperadas del mayor. Los labios gorditos tomaron los suyos con desespero cortándole la respiración momentáneamente. Los alientos de ambos chocan cada vez que los jadeos salen de sus bocas.
El cuerpo de ambos hormigueaba y estaban mareados, embriagados; era como si estuvieran drogados. Saint dejaba besos calientes en su cuello bajándolos hasta sus clavículas y la parte de pecho que sobresalía de la camiseta.
— Cariño. — Habló el de piel canela cuando las manos contrarias desabotonan su camiseta.
Los ojos brillantes le miran con súplica para que no detenga sus movimientos, y el no puede resistirse a esa mirada provocativa y necesitada de su chico.
Nuevamente fue besado y esta vez empujó la lengua dentro de su boca besándolo profundamente. Suppapong se encontró a sí mismo gimiendo necesitado contra los finos labios. Lo necesitaba. Más específicamente; necesitaba que el moreno le follara la boca.
Durante la última escena que grabaron su mirada fue al pantalón del menor donde evidentemente había una enorme erección. Y sus ganas de arrodillarse ahí mismo aumentaron por lo que tuvo que sacarlo de la sala de grabación antes de tener algún arrebato dentro con todas las personas de producción.
Se deja caer de rodillas acariciando la erección por encima de la tela comenzando a quitar los pantalones hasta dejarlos hasta las rodillas. Sus ojos miel suplicantes miran a los achocolatados que parecen adorarlo justo ahora. Con solo la mirada pudo transmitirle al contrario que era lo que deseaba.
No pasó mucho cuando la mano del menor le tomó por los cabellos empujándolo contra su miembro.
Su mirada regresó la larga polla que estaba delante suyo que se alzaba orgullosa presumiendo las venas por todo el falo. Se pasó la lengua por los labios, sintió hacérsele agua la boca.
Sacó la lengua pasándola por toda la extensión con lentitud terminando en la cabeza goteante. Repitió la acción un par de veces más antes de llevárselo por completo a la boca llevándolo hasta donde su mandíbula le permitía.
Fue tirado hacia atrás por la mano en su cabello y traído de vuelta repetidamente dejando que el glande chocara en su garganta. Prácticamente le estaba follando la boca y él solo podía mirar suplicante al chico que jadeaba con la vista que le daba.
— Mierda… — Siseó echando la cabeza hacia atrás dejándola recostada sobre la pared del baño.
Saboreaba gustoso el líquido pre seminal que llenaba su lengua. La manera impotente con la que su boca era tomada estaba seguro que le rompería. Pero no era suficiente, necesitaba más. Mucho más. Hasta quedarse sin aliento.
El sonido desesperado que salió de los finos labios le hizo gemir por lo que tuvo que llevar su mano a sus pantalones liberando su erección. No pudo respirar por un momento y solo pudo virar sus ojos suspirando de satisfacción.
— Tan rico, bebé. — Pronunció la voz ronca de Tanapon.
El mayor se alejó poniéndose de pie para besarlo. Llevando su mano entre sus cuerpos para acariciar ambas erecciones juntas mientras soltaban gemidos necesitados.
Sintieron un cosquilleo en el estómago avisando la llegada de su orgasmo. Los finos labios se aferraron al cuello blanco, dejando que el contrario soltara jadeos al aire.
Luego de unos segundos ambos se corrieron con un gemido lastimero besándose una vez más, ahora con lentitud. La mano de Perth fue a la sonrojada mejilla acariciándola, acunando el rostro de la persona que más ama para besarle profundamente.
— Te amo. De verdad lo hago. — Dijo contra sus labios una vez se separaron.
— Te amo, cariño. — Repitió con una risita tonta ante las palabras de su menor.
Entre risas y coqueteos acomodaron sus prendas algo arrugadas por las acciones llevadas a cabo anteriormente.
— Tenemos que volver a la grabación.
— ¿Te pondrás duro nuevamente cuando me veas atado? — Alzó sus cejas de manera juguetona.
— Si vamos a terminar en el baño cada vez que pase eso, quizá sí. Estoy dispuesto a sacrificarme y ser descubierto si vas a traerme aquí de nuevo. — Se acercó al mayor dejando un beso en la comisura de sus labios.
— Pervertido. — Negó con la cabeza riendo.
— Tendrás que cubrir esto con algo de maquillaje. — Le mostró el regalo que había dejado en su cuello una vez estuvieron fuera del cubículo. El espejo estaba algo sucio, pero perfectamente podía ver la marca amoratada que adornaba su piel.
— ¿Cómo planeas que esconda esto de las maquillistas, Tanapon?
— ¿Ya no soy “cariño”? — Preguntó ofendido.
— Idiota pervertido. — Frunció los labios sin dejar de ver la marca —. ¿Cómo esperas que te llame así después de dejarme esto?
— Lo siento tanto, estaba muy cegado. — Se aferró a su cintura —. De todas formas, es tu culpa. Eres tan lindo que no pude evitarlo.
— Pues tu lindo novio va a golpearte.
— Me gusta cómo suena eso saliendo de tu boca.
— Es solo un decir. — Apartó la mirada al sentirse avergonzado.
— Saint. ¿No quieres quitarte todo ese maquillaje antes de irte? — Cuestionó una de las maquillistas al verle aun los moretones en el rostro y clavículas.— No, está bien. Iré a casa, seguro se caerá cuando tome una ducha. — Habló amablemente mirando por un momento a Tanapon que evitaba reírse.
— ¿Estás seguro? Es difícil de sacar.
— Sí. No tiene que preocuparse, puedo sacármelo.
La chica le dio una suave sonrisa como despedida seguido del chico de piel almendra que esperaba justo a un lado suyo.
Por una milésima de segundo su mirada miel fue a las puertas entreabiertas del estudio de grabación donde le había parecido ver a alguien conocido, pero, quizá solo era producto de su cansancio por las grabaciones del día. Y quizá ese mal sabor de boca solo se tratara de la sangre artificial que aún tenía en los dientes.
~Sun&Moon 🥀🍂
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[You are my Constellation] ➳ PinSon © ✔
FanfictionNo puedo dejarte en el pasado si vas a continuar apareciendo en mi presente. Cuando creí que podía estar sin ti, llegas a recordarme que sigo enamorado. Tendrán que enfrentarse a sus sentimientos y a los peligros que regresen al presente. Está es su...