[You are my Constellation] ➳ PinSon © ✔

[Chapter 40]

— No. — Repite una vez más cruzándose de brazos mostrando su descontento. Muchas cosas del plan no eran de su agrado, y no iba a quedarse en silencio.

No estaba actuando demasiado paranoico, solo lo normal. Tal y como actuaría una persona que estaba a  punto de dejar a su pareja en manos de un psicópata obsesionado con un amor que nunca existió y que sólo estuvo en su cabeza.

— Perth. —Reprende en voz baja dándole un ligero empujón. Su postura se deshace y tiene que bufar al verse una vez más persuadido por su novio.

— Tienen que darle un arma. — Sentencia al no tener otra opción más que seguir con la línea recta en las acciones que ya estaban predispuestas —. De lo contrario no estaré de acuerdo.

— Nosotros no podemos... — Uno de los hombres trató de hablar antes de ser interrumpido.

— Tendrá un arma. — El jefe de policía no tuvo de otra más que aceptar al ver la mirada y expresión firmes del menor. Llevaban bastante tiempo charlando sobre ello, y entre más rápido terminarán con todo podría ir a casa —. ¿Algo más en lo que esté en desacuerdo?

«En todo el plan, por supuesto. ¿No se nota? La única vida puesta en peligro directamente es la de mi chico. Han ignorado mi petición sobre cambiar de lugar con él, pero siguen repitiendo que es más seguro el plan A. ¿Quiere que lo deje en el matadero?»

Realmente pudo haber respondido eso que tenía en la punta de la lengua, pero la mirada de su chico como advertencia le impidió siquiera abrir la boca para protestar. Era de alguna manera una mirada tanto de advertencia como de súplica para que pudieran continuar con la charla sin más interrupciones. Largó un suspiro y sin tener otra opción simplemente negó con la cabeza a la pregunta anteriormente formulada.

— Muy bien. Esta noche el joven Tanapon tiene que salir de casa y dejar las puertas completamente cerradas bajo llave. Este detalle es muy importante para que Chan se lleve más cargos. Entre más de ellos sean, es mucho mejor. — Explica tranquilamente —. Nosotros lo esperaremos al final de la calle en un coche común para evitar levantar las sospechas del individuo cuando se encuentre cerca. Esperaremos allí hasta que el joven Suppapong nos dé la señal para entrar cuando se sienta en peligro. Todo lo que tiene que hacer él ya se ha tratado, ¿está todo claro?

«No. No está claro y no quiero.»

— Sí. — Responden preparados para las siguientes horas de tortuosa espera, uno más preparado que otro, pero listos a fin de cuentas.

— Cariño, ten cuidado por favor. — Los finos labios no dejan de besarle la piel de los muslos que sobresale del pijama. Sabe lo mucho que estos le gustan porque es donde más le gusta besar cuando están acostados de esa manera.

El chico de piel almendra permanecía recostado en la cama a la altura de sus piernas acariciando cada curva a su alcance con sus labios y manos. Era una sensación tan íntima que le provocó un vuelco a su corazón. Ese niño del que se había enamorado, ahora era un adulto. Un hombre que continúa amándolo a pesar de haber perdido algunos de sus recuerdos y que posiblemente no los recuperará.

Esa persona que le enseñó el amor a través de sus ojos, y que lo mantuvo vivo por tantos años solo para él. En espera de volver a estar juntos y compartir ese sentimiento de goce y placer. El placer de amarse con libertad, que no era sabido por todos, pero tampoco era un secreto.

Una sonrisa acompañada de una lágrima bajando por su rostro le hizo darse cuenta que acababa de recuperar otro de sus recuerdos. Ese en el que su chico fue a buscarle porque no había asistido a los ensayos y estaba preocupado.

«Que valiente, mi amor.»

Con sutileza limpio las lágrimas de sus mejillas para evitar que la persona recostada en sus piernas se diera cuenta. Perth se encontraba bastante preocupado por la situación reciente como para hacerle sentir peor al ver sus lágrimas. Seguro no se iría tranquilo viéndolo de esa manera.

— Estaré bien, lo sabes, ¿verdad? — Deja caricias en la cabellera azabache viendo con ternura como se inclina en su cálido tacto.

— Lo sé, solo estoy asustado. — Confiesa en voz baja a pesar de no querer admitirlo.

— Serán unos minutos y ese hombre desaparecerá de nuestras vidas. Estaremos bien, incluso mejor que antes. Tenemos muchos proyectos pendientes que debemos continuar.

— ¿Qué crees que piensen los fans cuando nos vean actuando juntos de nuevo?

— Una parte puede estar feliz, y la otra no tanto. Al final solo deberíamos vivir a nuestro ritmo sin pensar mucho en los demás, solo somos dos personas queriendo ser felices y libres en un mundo donde es difícil que vengan de la mano.

Al final solo sigamos buscando esa libertad de ser felices.

Juraba que su respiración podía escucharse en toda la habitación. Llevaba un par de minutos tratando de controlar esa fuerte salida de aire proveniente de su nariz y boca, pero desde que Tanapon había salido de casa, la ráfaga aumentaba gradualmente.

Sentía el aire de la ventana del balcón que tenía detrás como si esta se encontrará abierta. No era menor el miedo que recorría su cuerpo de solo pensar en tener de frente a ese sujeto una vez más. Recordaba la horrible sensación que tuvo cuando quiso hacerle daño.

Una persona tan desagradable no debería estar suelta.

Sus pensamientos son interrumpidos por un ruido en la ventana al ser abierta con lentitud como si quisiera pasar desapercibido, pero los pasos de esa persona crujían en la madera por la que caminaba haciéndole imposible no llamar la atención del chico recostado debajo de sus sábanas.

— Saint.

Y en ese momento su cuerpo perdió cualquier movilidad a causa del miedo.

4/?

~Sun&Moon 🥀🍂