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Al día siguiente, estabas tranquila durmiendo en tu cama. Cuando golpes en tu puerta se escucharon.
—Cinco minutos más mamá!!
Gritaste desde adentro, no recibiste respuesta, después tu mente reacciono, tu mamá no estaba en casa
—El desayuno ya está listo! Baja
Grito Shinichiro desde el otro lado de la puerta, no respondiste, realmente no querías convivir con ellos.
—No quiero!
Gritaste y volviste a envolverte en tus sábanas, se escucho un suspiro del otro lado.
Estabas a punto de volverte a dormir cuando la puerta se abrió de golpe. Sacaste la cabeza para ver, estaba Wakasa con un mandil y una cuchara de madera en su mano derecha.
—Tienes que bajar a desayunar —Dijo Wakasa, lo viste de mala forma
—Buenos días para ti también
Wakasa solo soltó una pequeña carcajada y se acercó a la cama y te quito las sábanas de encima.
Traías puesto contigo un short corto y una blusa de tirante, normalmente siemrpe dormías con pans, pero el calor te hizo cambiar de ropa.
Wakasa dejó a un lado la cuchara y te tomó de la cintura y te puso en su hombro derecho.
Con su otra mano libre tomó su cuchara y bajo a la sala contigo, cargandote cuál costal de papas.
Wakasa te sentó en la mesa como si nada, Shinichiro estaba poniendo la mesa
—No me gustan las niñas rebeldes ¿okey? —dijo Wakasa para después volver a la cocina.
—_____, no queremos hacerte nada malo, así que no te portes con nosotros así, por favor—la voz de Shinichiro era dulce a comparación de Wakasa.
Cuántos terminaron de preparar el desayuno. Estos dos se sentaron enfrente tuyo, observando cada vez que comías.
Te ponía aún más nerviosa.
—Tengo algo en la cara?—preguntaste
Wakasa se inclino hacia tu, pasó su dedo pulgar por la comisura de tus labios, quitando un pequeño pedazo del desayuno.
—Listo~ ahora estás perfecta~
Dijo Wakasa para volver a su lugar y seguir desayunando tranquilo.
Y toda la tarde fue así, que si no querías comer Shinichiro avisaba a Wakasa y el iba hasta donde estabas tu, obligandote a comer o hacer alguna otra actividad.
Eso te molestaba.
Era básicamente lo que hacía tu mamá, pero como sea, ella era tu madre.
Hasta que cayó la noche, pudiste librarte de esos dos, te acostaste en la cama y marcaste a Baji.
_____? Estas bien?—fue lo primero que dijo
—No, haber te pongo en contexto, mis papás me dejaron con unos niñeros, mismo que me jodieron ni tobillo, y es un infierno no me dejan hacer nada.
Es lo mismo que hacia tu mamá y no te quejabas—reclamo Baji
—Pero ella era mi mamá! Quiero salir, vienes por mi?
Y por donde se supone que saldrás genio?—dijo Baji
—Por la ventana, tu me atrapas ¿si?
Te recuerdo que tienes un esguince pedazo de animal—te regaño
—Quieres o no??
Bien, llego en quince minutos...—
Colgó la llamada y te cambiaste de ropa y te metiste así a la cama hasta esperar a Baji.
Tuviste que optar por algo sencillo. Unos jeans y una sudadera. Básicamente lo que usabas casi a diario.
Escuchaste la moto de Baji acercarse, te asomaste a la ventana y ahí estaba el.
—Estaras bien!?—Baji grito y susurro a la vez desde abajo
—Si me atrapas si.
Te sentaste en el borde de la ventana para saltar, cuando llaman a la puerta.
—_____ no necesitas nada más? Ya nos iremos a dormir—la voz de Shinichiro
—E-eh no, pueden irse—respondiste
—Estas nerviosa? Que haces? Wakasa ayudame!!
Mierda
Estabas por saltar cuando la puerta se deja abrir, estaban un Wakasa y Shinichiro no muy felices que digamos.
Saltaste sin que te importara por que ellos dijeran.
—Corre Kei!! Vamos!!
Le dijiste a Baji, este rápidamente te subió a la motocicleta, estaban por arrancar y salieron Wakasa y Shinichiro.
Baji arrancó y solo he despediste haciendo un moviendo de mano. En cuantos problemas te habías metido.
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