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Estabas en el ultimo día de tu menstruación y con ellos tus cambios de humor se habían ido al igual que los cólicos.
Pero esta vez no estabas tan feliz como siempre, estabas encerrada en tu habitación sin lograr hablar con Shinichiro o Wakasa.
— ¿Estas bien Princesa? — pregunta Shinichiro
En cambio no respondes a su pregunta, este preocupado abre la puerta para encontrarte en el teléfono acostada en la cama, con una mirada decaída.
— ¿Todo en orden?
— Lo siento... — murmuras bajo pero audible
— ¿Por que te disculpas Honey? — oyes la voz de Wakasa
— Lo siento por como debieron aguantarme mientras estaba en mis días, normalmente no me comporto así, pero me dijo mi doctor que era normal, odio ser así cuando paso por esos días que después me avergüenzo de mi comportamiento, pero no puedo hacer nada para evitarlo...
Normalmente eso pasaba cuando estabas en tu menstruación, ya que no lograbas controlar tus cambios de humor te era un problema, por ende siempre te encerrabas en tu habitación.
Ya que de por si tu comportamiento es muy explosivo, teniendo en cuenta lo difícil que se pone esos días, eras como una bomba activa andante.
— Esta bien Honey, no es tu culpa — te dice Wakasa acariciando tu cabello
— Ahora, es hora de bajar a desayunar, andando — habla Shinichiro — Princesa, ayuda a poner la mesa
— Bien daddy...
La situación había mejorado tanto para ti como para ellos, sabias que no ibas a lograr ser la mejor little pero ellos entendían eso.
Bajaron los tres a al sala, mientras tu colocabas la mesa, Shinichiro y Wakasa estaban preparando en desayuno.
Estaba casi listo el desayuno, pero el timbre de la casa sonó, no querías que Shinichiro y Wakasa fueron por el hecho de que estaban ocupados en la cocina.
En cambio decidiste ir, abriste la puerta encontrándote a una chica rubia, se veía desesperada y buscaba a alguien con la mirada.
— Hola, ¿necesita algo? — preguntas amablemente
— Si, me dijeron que aquí esta viviendo Wakasa, ¿donde puedo verlo?
La rubia exploraba el interior de la casa con los ojos, se veía nerviosa así como desesperada.
— Honey, ¿quien era? — habla Wakasa entrando a la sala
La chica al ver a Wakasa te hizo a un lado entrando a la casa como su nada caminando directo hacia donde estaba el de mechas y en cuanto lo vio se aferro a su cuerpo.
— ¿Yuna? — pregunta confundido Wakasa
— Así que, tu eres Yuna — dices en un tono molesto
Ella te ignoro totalmente, y de la nada empezó a llorar en el pecho de Wakasa, querías apartarla de Wakasa e ibas a hacerlo.
En cambio viste como el acariciaba la espalda de la chica consolándola. Shinichiro salio de la cocina, viendo como tu mirada de enojo se volvió a una triste, llego hasta ti y te abrazo por la espalda.
— Necesitas irte Yuna — dice Wakasa
— Estoy embarazada daddy... Y el hijo que espero es tuyo, por favor vuelve conmigo — responde ella
— Ya no soy tu daddy, y lo de nosotros fue hace mucho tiempo, no puedes estar embarazada de mi
— Tengo dos meses de embarazo y lo de nosotros fue hace dos meses, los tiempos coinciden y no he tenido relaciones con nadie mas ¿quien mas podría ser el padre — dice ella con desesperación
— No me vengas con eso Yuna, estoy seguro de que yo no soy el padre, deja de mentir por favor, ahora te pido que te retires de esta casa
— Si no te haces cargo de mi, te denunciare
— Yuna, lárgate ahora — esta vez habla Shinichiro
— Cállate, este no es tu problema — responde la rubia
Tu solamente te mantenías en silencio mientras una mezcla de emociones aparecía en ti, pequeñas lagrimas empezaron a rosar tus mejillas.
Te diste cuenta de algo, si te habías enamorado de ellos dos, nunca fue esa tu intención, pero nadie decide de quien enamorarse.
— ¡Wakasa por favor! ¡Vuelve conmigo y formemos una familia! — exclama con desesperación
— No me voy a hacer cargo de nada por que ese bebe no es mio.
— Wakasa, llevatela — interrumpe Shinichiro
Wakasa voltea a ver a su amigo, que en todo tiempo no dejaba de ver a Yuna, luego sus ojos hicieron contacto con los tuyos.
Pudo ver como tus ojos brillaban por las lagrimas contenidas en tus ojos mientras que otras ya rodaban por tu mejillas, y tenias una mirada apagada.
— Honey... — murmura
— Váyanse los dos, no los quiero en mi casa — les dices con la voz quebrada
— Honey, puedo explicar esto, no me odies
— No te odio, solo se un adulto responsable y si ese bebe es tuyo hazte cargo de el, y ahora ¡Fuera de mi maldita casa! — dices ya explotando
Todas esas lagrimas contenidas empezaron bajar, no querías ver a ninguno de los dos, necesitabas despejar tu mente.
Wakasa no dijo nada mas mientras que llevaba a Yuna afuera de la casa, Shinichiro fue a cerrar la puerta, cuando viste que se fueron las lagrimas siguieron brotando de tus ojos.
El peli negro fue hacia ti para abrazarte y tomarte entre sus brazos para consolarte, no le gustaba verte así.
La situación entre ustedes era critica, no sabias lo que pasaría después, pero en esos momentos lo único que pedías era olvidarte de todo y de todos
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