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Estabas en el auto de Wakasa, con los nervios de punta ¿que era lo que quería hablar contigo?
No sabia, pero el chico se veía serio, tenía la mirada fija en el frente.
Se veía con autoridad, las venas de sus manos se marcaban cuando tomaba el volante con fuerza.
— ¿Qué te parece si aclaramos unas cosas antes? — sugiere el de mechas
— Bien...
— Vamos a cambiar algunas cosas, primero que nada, ya no soy "papi" soy "amo" — dice el sin despegar la vista del frente.
— Si, amo
— Segundo, sabes que tienes que hablarme siempre por mi apodo, por que diablos no lo hiciste cuando fui por ti? — preguntó con enojo
— No podía decirte papi enfrente de los demás estudiantes...
— Bien, llegando a casa recibirás tu castigo...
Murmura el, lo miras con miedo, el chico siguió avanzando con una sonrisa en el rostro.
Una vez llegaron bajaste del auto tratando de ir a tu habitación pero el te lo impidió.
— Honey, ven para acá — demanda con un tono que reflejaba autoridad — Daddy no está para defenderte en estos momentos
Maldices internamente, si tal vez estuviera Shinichiro, el haría recapacitar a Wakasa.
Fuiste hasta donde estaba Wakasa, el chico estaba sentado en el sofá.
— Te quiero con el pecho pegado a mis piernas — ordena palmeando su pierna
Haces caso de lo que te dice, tan pronto como quedas boca abajo, siempre que el chico empezá a bajar tus pantalones.
— No! Espere amo! Que haces? — dices de golpe
— Me tope con tu maestro de biología, ¿como esta eso de que no hiciste tu presentación? — pregunta de golpe
— Yo, lo olvidé... — murmura
Wakasa empieza a bajar tus pantalones hasta tu rodilla dejándote en ropa interior.
— ¿Cuál fue la calificación que te dio el profesor? — vuelve a preguntar el mayor
— Ocho, amo — mientes
Sentiste como la palma de la mano de Wakasa golpea tu muslo.
— Honey~, no mientas — te dice Wakasa
— Seis...
Wakasa suelta una pequeña risa, y empieza a bajara tus bragas hasta el la rodilla dejando tu trasero expuesto.
— Seis, serán seis nalgadas cuenta conmigo, ¿si Honey? — dice el
— Si, amo...
Sientes como su palma de la mano estampa contra tus muslos haciendo que quede la marca de su mano, además de que esa parte estaba roja gracias al impacto.
