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Cerraste los ojos y lo que alcanzaste a escuchar fue un zumbido en tus oídos, luego como algo golpeaba tu cabeza y hasta ahí.
Poco a poco ibas despertando, sentías el olor a humo, alzaste la vida para ver a Shinichiro y Wakasa desmayado.
El carro había chocado con un árbol, y claramente estaba empezando a prender fuego.
La cabeza te dolía, y de esta sentiste como caiga una fina línea de sangre, tu cuerpo no te respondía como querías.
Trataste de abrir la puerta con todas tus fuerzas pero no podías, te inclinaste hacia delante para quitar el seguro de las puertas y salir.
En cuanto tus pies tocaron el suelo tus piernas no supieron como responderte y caíste de rodillas.
Con las pocas fuerzas que te quedaban empezaste a correr lejos de ahí.
Por el camino casi te caías pero lograbas agarrarte de los árboles de ahí cerca o las ramas secas de los mismo árboles
Seguías corriendo cuando escuchaste una explosión, volteaste hacia atrás y el carro estaba destrozado.
Sentiste un alivio en tu corazón, por fin ya no tenías que lidiar con aquel par.
Pudiste volver a respirar tranquilamente, sin miedo, sin miedo de aquellos dos, que te alejen de tu padre, eras libre.
libre
Te sentaste en el suelo sucio y te apoyaste en un árbol grande, las lágrimas no tardaron en salir.
Empezaste a llamar a tu padre con todas tus fuerzas en el bosque, esperando alguna respuesta como si el llegara por arte de magia por ti.
Pero con el simple hecho de gritar el nombre de tu padre en el bosque no lo traería.
Pero a los bomberos que llegaron a apagar el incendio sí.
Un señor como de 40 años que estaba apagando el fuego recibió el reporte de que habían tres personas en el auto, el solo encontró dos.
Y empezaron a buscar como por tres horas hasta que te encontraron, dormir apoyada en un árbol, tenías la manos lastimadas y de tu cabeza salía sangre.
De inmediato llamaron a una ambulancia llevándote al hospital más cercano para que recibieras la mejor y rápida atención posible.
— ¿Sigue viva? — pregunta uno de ellos
— Si, pero si pulso es inestable
Si no lograban llevarte al hospital lo más rápido posible ese sería tu fin.
Cuando tu padre se entero de que una joven había sido rescatada no tardó mucho e ir a aquel hospital con la esperanza que fuera su hija.
Los doctores te atendieron lo mejor posible dándole prioridad a tu caso.
Y gracias a los doctores pudieron poner tu vida a salvo, cuando dieron permiso de que tuvieras visitas tu padre fue el primero en llagar contigo
— Mi linda niña, no sabes cuanto te extrañe
Ambos lloraron, por fin aquella familia volvía a estar completa y volverías a ser la niña de papá.
Claro no podías salir de inmediato del hospital, tenías que guardar reposo un tiempo y no hubo día en el que tu padre no estuviera ahí contigo
Tuviste que dar una declaración de todo lo que había pasado y en parte también aceptaste que al principio estabas de acuerdo con todo y aceptaste tu error
Al cabo de unos dos días estabas desayunando mientras veías los noticias y en ellas llegó la noticia de la muerte de dos jóvenes por un acantilado.
Wakasa y Shinichiro.
— ¿Murieron?
Dejaste la cuchara de la sopa que estabas comiendo, viste tu plato de comida y viste como lagrimas empezaban a caerle a tu comida.
Lágrimas inconsistentes habían salido de tus ojos, alzaste la mirada para evitar que siguieran cayendo para luego cerrar los ojos.
Por tu mente paso una película de todos tus recuerdos con aquellos dos.
Abriste los ojos tratando d olvidar todo eso.
— _____...
Volteaste a la puerta y viste a aquel par, pero estos tenían el rostro quemado, con demasiadas quemaduras y sangre.
Tu rostro no reflejo más que miedo y terror, soltaste un grito de auxilio y Cerraste los ojos con fuerza mientras tus manos las llevabas a tus oídos tratando de no escuchar nada
Sentiste unas manos sobre las tuyas, y no querías abrir los ojos.
— _____ cariño soy yo, tu padre — todo fue una ilusión
Cuando escuchaste la voz de tu padre lo abrazaste y no lo soltaste.
— Tranquila hija, apagaré las noticias no dejaré que las vuelvas a ver, ahora solo seremos tú y yo...
Que gran error hizo tu padre al prohibirte volver a ver las noticias.
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