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Estabas ya en la tina del baño sentada viendo las burbujas, Shinichiro era todo un caballero.
Te había preparado todo para que disfrutarás de un baño tranquilo, incluso te preparo un pijama ya que sabía que después de esa ducha lo más seguro es que terminarías durmiendo.
— Princesa, si necesitas algo más dime — dice Shinichiro desde el otro lado de la puerta
— Daddy, ¿podrías pasarme mi teléfono? — preguntas desde adentro
Te dice que si y va en busca de tu teléfono, cuando lo encuentra regresa con el al baño.
Pide permiso para entrar y te quiere entregar el teléfono, pero como no tenias como agarrarlo ya que tus manos no estaban mojadas.
Le pediste a él que desbloqueara el teléfono, le diste la contraseña y este entró.
Una vez le pediste que llamara a tus padres y que los pusiera en alta voz.
El teléfono estuvo sonando un rato hasta que respondieron a la llamada
— Ma...
Hija, ¡Hola! ¿Qué tal todo por allá? — te interrumpe tu madre una vez respondiste
— Todo bien ma... ¿Qué tal el trabajo? — preguntas tratando de sacarle platica
Cariño, espero que estés cumpliendo con la escuela, que sepas que te quiero mucho, pronto tu papá y yo volveremos a casa, cuidate mucho si? Mamá te ama... Tenemos muchos trabajo, tengo que colgar... — dice tu madre
No respondió a tu pregunta, pero entendías completamente la situación, seguramente estaban llenos de trabajo.
— Okey ma, te amo...
Y sin decir nada más cuelgas el teléfono, te sentías extraña, hace tiempo no escuchabas la voz de tu madre.
Y escucharla ahora, era lindo pero aún así sentías un vacío.
— Daddy... — murmura
— Qué pasa princesa
— Es normal... ¿Qué mis padres actúen así? — preguntas tratando de saber si el sabe algo
— Princesa, yo solo conozco a tu papá de hace años y poco más, no hay mucho en lo que te pueda ayudar
Shinichiro no sabía nada del tema de tus padres más que lo básico, el que sabía a fondo era Wakasa.
— Prepararé la cena para cuando termines ¿si princesa? — te dice el
— Claro daddy...
Shinichiro sale del baño, con tu teléfono, aunque enfrente de ti fuera una persona dulce y amable.
Era posesivo y obsesivo, si fuera por el tomaría posesión de tu cuerpo cada noche dejando marcas en el, donde todos lo vieran, dejando en claro que tienes dueño.
Si pudiera ahora misma te ene cerraría en una habitación, para que no salgas, no veas a nadie más, donde solo el te pudiera admirar, donde solo el fuera el dueño de tu vida.
Quería poseerte, pero no lo haría, no le gustaría que te asustaras por si obsesión.
Tomó tu teléfono y lo desbloqueo con la contraseña que le habías dado previamente. Se la memorizo.
Pidió comida a domicilio, no iba a cocinar, iba a dedicar ese tiempo para revisar tu teléfono.
Empezó a checar todo, de pies a cabeza el teléfono, conversaciones, fotos, redes sociales.
Sabía que estaba mal invadir tu privacidad, pero quería saber si había alguien más en tu vida, para eliminarlo de una vez.
No sabia si Wakasa iba a regresar, después de todo con el no le molestaba compartir.
Ya que sabía que Wakasa si sería capaz de encerrarte para que solo te quedaras alado de ese par. Ambos compartían la misma obsesión hacia ti.
Sabía que eras una niña buena, y así era. No tenías nada malo, estabas en una relación con ambos y los respetabas.
Pero hubo algo que no le gustó.
Baji. Ese chico no dejaba de decirte por mensaje que ese par no te convenían, además de que eran más grandes que tu.
Era más que obvio que eso le molesto, ya que Baji era de tu misma edad y tenía más oportunidades contigo que ellos.
Toma una sudadera con capucha y sale de la casa con llave en mano, dejando una note en la mesa de la sala junto a tu teléfono y dinero para la comida que pidió.
Sabía que iba a tardar, así que no quería preocuparte.
Mientras tanto, tu estabas casi que quedando dormida en la tina, el agua caliente relajaba tu cuerpo.
— Hmm, tengo sueño...
Escuchas tu tono de llamada desde la sala, al estar la casa vacía se podía oír claro su tono de llamada.
— ¡Daddy! — le llamas esperando a que te responda — ¡Daddy!
— ¿Por qué no responde?
Te preguntas, sales del baño con una toalla rodeado tu cuerpo, bajas hasta la sala encontrando una llamada perdida de Wakasa.
Junto al teléfono miras la nota de Shinichiro, diciendo que iba a salir y que pidió comida a domicilio. Y junto a ese papel dinero.
Dejas eso de lado para irte a cambiar cuando y cuando llegue la comida a domicilio, no estar media desnuda.
Y Shinichiro, ya había encontrado a Baji.
Hasta donde había llegado su obsesión que desde el primer día que se entero que le gustabas.
Había investigado a profundidad todo sobre el.
Edad, donde vida, con quien, amigos, familia, donde estudia, que estudia, fecha de nacimiento, desde cuando se conocen.
Entre muchas cosas más, necesitaba estar preparado para lo que iba a hacer.
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