❝𝗣𝗿𝗶𝗻𝗰𝗲𝘀𝗮 𝗗𝗲 𝗗𝗼𝘀❞ 【Shinichiro & Wakasa】-Yandere-

Capitulo 22

Shinichiro con una sonrisa se acerca hacia la puerta, la abrió y trató de poner una sonrisa en su rostro.

— Buenas tardes, disculpe que la moleste, Keisuke me dejó pasar pero ya me voy...

Dice Shinichiro con una sonrisa, la mayor de inmediato reconoció al joven debido al problema que tuvieron hace años.

— Shinichiro, tanto tiempo sin verte, por favor sigue un rato y cenemos los tres juntos — dice la mayor

— ¿No voy a incomodar?

Dice Shinichiro, ella niega y entra a la casa, el peli negro sigue a la mayor por las espaldas.

Esta entra directamente a la cocina sin ver el desastre en la sala, Shinichiro estaba recargado sobre una pared esperando a que la mayor parte viera a su hijo para luego encargarse de ella.

— ¿Has visto a mi hijo Shinichiro?

Ya estaba preguntando por su hijo.

— Me parece ver que estaba en la sala... — responde normal

Vaya sorpresa se llevaría la mayor.

Mientras tanto, estabas tu hecha piedra al ver a Wakasa en la puerta de tu casa.

— ¿Puedo pasar? — pide amablemente

— Podemos hablar afuera de la casa, no hay necesidad que entremos

Tratas de estar calmada, jalas las llaves de tu casa y cierras la puerta a tus espaldas para hablar con Wakasa, el no pone objeciones.

— ¿Qué es lo que quieres decirme?

Mientras más rápido te dijera mejor sería, ya que a pesar de que no sabias lo que estaba pasando con el y Yuna, aún lo querías y había una gran posibilidad cedieras ante las palabras o peticiones de Wakasa.

— No quiero que te hagas idea erróneas sobre Yuna y sobre mi, Shinichiro me prohibió hablar contigo, pero aún así quería pedirte que me esperes, solo te pido una semana y te juro que te explicaré todo y haré que me perdones por no haberte contado esto

Wakasa no quería perderte, así que por ello si tenía que hablar suave lo haría, si te negabas, tendría que tomar otras medidas.

— ¿Y que pasara si no te perdono? — preguntas seria y de brazos cruzados

Wakasa no quería eso, haría lo que fuera para que lo perdonaras, pero si no lo harías, te obligaría a mantenerte a su lado.

— Vamos _____, nada de lo que estas pensando es lo que piensas... — dice el tratando de no entrar en locura

— No soy una niña Wakasa

Que le llamaras así y no "amo" hizo que un pequeño tic apareciera en su ojos.

— ¿"Wakasa"? — pregunta el y asientes con la cabeza — ¿Ya no soy "amo"?

— Lo siento, pero no puedo decirte así...

Wakasa se enderesa tratando de calmarse, cada palabra que salía de tu boca le hacía querer hacer cosas que no debía.

— Honey, no actúes así con tu amor si no quieres que te castigue ¿bien?

— En el momento que te corrí de esta pasa dejaste de ser mi amo, te voy a esperar una semana, pero no creas que ver a ser mi amo y todo dependerá de mi

Le das la espalda para volver a abrir la puerta, Wakasa te encierra entre sus brazos, volteas a verlo, puedes notar una mirada vacia y profunda.

— ¿W-wakasa?

— Honey~ — canturrea el mientras hunde su cabeza en el hueco de tu cuello — No trates de escapar de mi, solo yo seré tu amo, eres mi propiedad, espero y te quede claro

Tragas en seco ante sus palabras, sigues sin moverte mientras tu mano se dirige a la cerradura de la puerta y tratar de abrir.

— ¿Entendiste? — vuelve a decir ahora con una voz ronca y dominante — ¿O quiere que te lo haga entender?

— Entendí...

— Qué bueno, aunque hubiera preferido hacértelo entender con acciones y no palabras — murmura el contra tu cuello

Puedes sentir su aliento caliente sobre tu cuello, y después sus labios sobre este dejando un chupeton.

Se separa de ti aún viéndote con una mirada dominante, y abre la puerta de tu casa.

— Entra Honey, y no le habrás a nadie, ahorita buscaré al idiota de Shinichiro por dejarte aquí sola

Dice Wakasa en un tono molesto.

— ¿Cómo sabias que Shini no estaba?

— Fácil, si hubiera estado ya hubiera salido a correrme a patadas, entra en un momento te mandare a Shinichiro

Wakasa espera hasta que entres a la casa para luego irse y marcar al número de su amigo.

Shinichiro, en casa de Baji, veía atentamente su obra maestra, la madre de Baji estaba de igual manera colgada en la pared de la sala a un lado de su hijo.

Seguía viva, estaba consiente, pero no podía gritar, tenía una mordaza en la boca, y Shinichiro no la iba a matar.

En cambio se dirigió a la cocina, prendió la estufa y lo dejó así, que el gas empezará a inundar todo el lugar.

Vio por última vez, madre e hijo colgados, uno muerto y la otra viva, que gran desastre había provocado. En cualquier momento moriría por el olor a gas o explotaria la casa, pero moriría. Y no tendría a nadie más para acercarse a ti.