De mi propiedad - Markhyuck

34.

— Tengo sueño — expresión el menor volviendo a tomar su almohada y poniéndola entre sus piernas — Tengo mucho sueño — susurró volviendo a acomodar su cabeza en la suave y muy cómoda almohada.

Todo lo estaba haciendo sin abrir los ojos, se sentía cansado, sus pies aún dolían pero no tanto como ayer por la noche, lo único que quería hacer era quedarse en cama y descansar lo suficiente como para ver como iban sus locales.

Mark por otro lado al escuchar a su novio murmurar se dio la vuelta y con pereza abrió los ojos sólo para encontrarse con las púas de cabello que su novio tenía.

— Quédate en casa amor — susurro grave — Has hecho mucho esta semana — agregó bostezando mientras estiraba sus piernas.

Hace ya una semana se habían mudado a su nueva casa, era increíblemente espaciosa, sus hijos se darían gusto correteándose el otro al otro por todos lados, la mayoría de las habitaciones habían sido amuebladas, el jardín estaba siendo "decorado" por su moreno y en cuanto a los sirvientes todos eran nuevos contratados por Min y Kim después de que el mayor les comentara los sucesos que se dieron.

— Quería ir a ver si encuentro a Renjun para saber donde esta Jaemin — habló.

— Cariño, necesitas descansar tienes los pies hinchados — a Donghyuck no le agrado escuchar eso y como muestra de ello arrugó su nariz — Mandare a alguien para que lo busque ¿si? — Mark se acercó al moreno besando su frente antes de levantarse y meterse al baño esperando que el sueño que tenia se esfumara.

La lluvia artificial tocaba directamente su cuello, la fuerza con la que impacta a contra su piel esa exquisita, sentía sus músculos tensos — Debería aceptar la invitación de Min — se dijo así mismo recordando que Yoongi le había invitado a un spa para poder relajarse ya fuese solo o con su novio, ya que el mayor decía que uno necesitaba tiempo a solas para mantener su esencia, aura y chakras.

Terminando de bañarse seco su cabello y enrollo una toalla alrededor de su cintura, al salir sonrió leve al ver que el moreno se había vuelto a dormir, su mejilla era aplastada contra la almohada mientras abrazaba a otra con la pierna encima de esta.

Sabía y entendía que su novio ahora pasaba y se cansaba más rápido su cuerpo día con día mantenía con vida a dos criaturas más la suya, admiraba a su nene que a pesar de que le doliesen los pies, la espalda y en su rostro se mirase el cansancio seguía adelante con los proyectos y reuniones eso agregándole las salidas que muchas veces hacían con sus amigos.

Terminando de cambiarse se acercó a su futuro esposo y deposito un beso en su frente, se miraba tan tierno, era increíble como pudo llegar a amarlo de forma ilimitada, deseando su bienestar por sobre todas las cosas.

Tenía cosas que hacer, tenía una reunión con un nuevo cliente recomendado por uno de Europa esperaba terminar temprano ya que debía ver como iban los encargos que se debían mandar a Japón antes de invitar a su moreno a uno de los restaurantes de Min para proponerle matrimonio.

Tal vez lo estaba haciendo muy pronto pero él quería pasar con su nene los días que le quedarán de vida, quería compartir con él y los demonios que venían en camino, estaba a punto de formar una familia y quería que fuera estable donde no hubiese duda alguna de sus sentimientos por el otro.

— Vamos a este lugar — dijo mientras le mandaba la dirección a su chófer.

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Frunció su ceño al sentir un leve dolor en su espalda, estiró su brazo ahora sabiendo que había vuelto a mandar volando — Mak, mi señor girasol.... — susurró apuñando sus ojos para volverlos a abrir dándose cuenta de que se había dormido y su novio ya no estaba en casa — Mierda — en otro momento se hubiese levantado de golpe, pero ahora ya no podía.