De mi propiedad - Markhyuck

Goodbye.

Otra vez....

Otra vez su padre golpeaba a la mujer Lee, él no entendía porque, pero era entretenido ver.

La mujer gritaba pero no en suplica o perdón para que su padre parara sino que gritaba maldiciendo, insultándolo y no sabía que más pues no entendía muy bien a que se refería con las oraciones que soltaba.

Su hermano Ten apenas había llegando y solo había rodado los ojos aburrido de ello marchándose a su habitación.

— ¿La quieres matar? — preguntó después de un buen tiempo mirando a su padre que aún golpeaba a la fémina ya teniendo sangre en la ropa, puños y rostro.

— Si, pero para lastima me es útil aún, llama al médico — ordenó mirándolo son ojos sedientos sangre.

Él solo asintió tomando el celular que su padre había dejado en la mesa de la sala.

— ¿Porqué está vez? — pregunto después de hablar con él hombre que vendría a sanar a la mujer.

Su padre le sonrió grande, camino hacia el sofá y se tiro sin apartar la mirada de su persona.

— Esta zorra quiso escapar otra, pero dejó una sorpresa — frunció el ceño al escuchar — Se me a comunicado que dejó un pequeño bastardo años atrás — reveló.

— ¿Y? — no entendía muy bien la importancia que tenía un simple bastardo.

Su padre encendió un puro, el silencio lo estaba matando, no le gustaba esperar, le molestaba al punto de enfurecerlo, pero era su padre y por lo mismo lo hacía.

— Tus hermanas no me sirven, para lo único que pueden llegar a ser buenas es para abrir las piernas y hacer un acuerdo con alguna otra familia, en cambio ustedes — lo señaló con el puro — Si me son útiles — finalizó.

— Eso no responde mi pregunta —

— Te propondré algo ya que eres el mayor, será como juego — habló lento y demasiado claro para su gusto — Si encuentras al bastardo de esa mujer te daré una parte de mi negocio — el abrió los ojos con total sorpresa.

¿Un desconocido era tan importante como para ofrecer una parte de su negocio?

— ¿Qué tiene de especial? — preguntó — Es un precio muy alto para alguien desconocido y ajeno a nuestro mundo — dijo estando muy confundido.

— Sabes que tu madre es descendiente directa de los Lee, por ende el mocoso es un heredero —

— Pero si no sabe de donde viene no tiene caso — se encogió de hombros haciendo en gesto con la mano.

— Las vueltas que da la vida son muy curiosas Lucas, a veces hacen lo que uno desea y otras te pueden hundir en lo más profundo del infierno mortal — las palabras habían sido dichas con seguridad, con poder, pero más que todo como si alguien lo dijese por muchas experiencias.

— ¿Cómo es? — preguntó.

Su padre le extendió dos fotos, el frunció el ceño, se le hacia conocido ese hombre.

— Su padre es uno de los Suh, se que recuerdas a Chinhwa padre de Johnny —

— ¿Quieres decir que...

— Así es, busca una mezcla de ellos, investiga y cuando lo tengas en tu poder será tuyo, será tu pequeño juguete, como de tu propiedad —

Era bonito, era mucho más bonito que hace varios años se podía notar que era hijo de la mujer de su padre y del padre de Suh, pero era ahora tan rebelde que sólo quería volverlo a educar. El volver a ver esos ojos llenos de miedo y casi pánico, el volver a escuchar sus gritos de dolor y disculpas sin sentido.