Sentimientos Profundos

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Nota: si les vuelve a aparecer la notificación de actualización, es porque hubo algo malo en mis borradores y lo tuve que arreglar.

Ahora sí, aquí está:

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En comparación a hace unos segundos, Mo Xuanyu pudo ver el otro ya no parecía tan tenso.

Ya había tocado una fibra sensible, y temía roer demasiado o hacer entristecer mucho al otro. Una vez intentó hablar sobre su opinión, y terminó con moretones, entonces dejó cuidadosamente al conejito sobre la mesa, decidiendo no hablar más del tema hasta que fuera indicado.

“Lan Xuanyu” sólo era un animalito herido, pero miró fijamente al joven Mo mientras alzaba las orejas, como si le recriminara que dejara de abrazarlo.

—Dejar ir, o no, es algo personal y muy duro– Suspiró el menor, cortante, disculpándose acariciando la narizita.

El jade asintió, de pronto recordando aquel “se ha ido” que escuchó en su niñez cuando falleció su madre. Naturalmente se le inculcó una “piedad universal” en su secta, y le preocupaba ayudar al débil o desamparado. Pero aún con la clara diferencia en sus niveles de artes marciales y energía espiritual, no sentía nada de eso respecto al menor.

Simplemente tuvo curiosidad, y preguntó:

—¿La dejaste?– Encaró los orbes azabaches del contrario, pudiendo fijarse mejor en el natural brillo al verlo abrir sosprendido los ojos.

—¿Eh? ¿A mi madre?– Escéptico, interrogó de vuelta. Recibiendo un asentimiento, Xuanyu respondió cabizbajo:– Nunca. Pero he aceptado la realidad. Ni siquiera tiene ya un alma con la que pueda hablar, y siempre la recuerdo, siento jamás dejaré de extrañarla. Pero... Dicen el tiempo sana.

Lan Zhan no dijo nada, pensando secretamente que era mentira eso del tiempo sana. Continuaría intentándolo, era lo mínimo que podía hacer por Wei Ying... Pero, pensó, ¿Y si la razón del por qué Wei Ying no contestaba, se debía a que su alma también había sido destruida?

Tendría que hallar un modo de averiguarlo, quizá entonces pueda también permitirle a su amigo brindarle una última conversación con su madre.

Mientras el mayor reflexionaba, Xuanyu terminó de beber el té en silencio, permitiendo al otro tener tiempo ordenar sus pensamientos. Ya estaba frío, pero no le dió importancia. No pudo beber nada decente en la Mansión Mo, a lo sumo orina o agua, entonces podía soportar un delicioso té, así estuviera helado.

Luego se puso en pie, abandonando las caricias al caprichoso conejito, y sacó de entre sus solapas una túnica clara, recordando algo que oyó en su niñez.

—Las personas que amábamos no tienen que ser olvidadas por completo. De lo contrario, ¿No estaríamos vacíos y sin razón de seguir?– Sonrió tristemente, inclinando su rostro.

El Lan asintió, viendo los extremos sueltos del cabello recogido cayendo sobre la delgada espalda, en una coleta impecable. Tuvo el impulso de estirar la mano hasta el cabello de su amigo, y pasar los dedos por las lisas hebras mientras seguía escuchándolo, pero se contuvo desconcertado.

Era raro alguien tan joven tuviera una reflexiones tan profundas.

Xuanyu no tenía idea lo que pensaba el otro, y permaneció pensativo unos segundos. Ya se habían visto desnudos en varias ocasiones antes, pero de todos modos el Mo corrió al otro lado del biombo tímidamente.

Deslizó la túnica que cubría su figura esbelta fuera de sí, viéndose fijamente la piel expuesta llena con cicatrices y algunas marcas de quemaduras. Afortunadamente ya no se veían tanto. Sin embargo, sólo pudo suspirar entendiendo nunca se libraría del todo de los tiempos que pasó en la Mansión Mo. Tenía en su cuerpo la evidencia eterna.

Te Ayudo A Olvidar (Mo Xuanyu X Lan Wangji)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora