Te Ayudo A Olvidar (Mo Xuanyu X Lan Wangji)

Un Pasado Misterioso Para Una Flor

El primer día en Gusu, Mo Xuanyu perdió casi todo el día jugando y viendo los avances de aquellos niños huérfanos que trajo de afuera. Luego fué con las niñas del mismo grupo, y éstas sólo lo dejaron marcharse cuando Lan Qiren insistió volviera a descansar.

Wangji ya había colocado el incensario sobre la mesa, y lo encendió una vez su pareja prácticamente se arrojó a la cama. El pap de su cuerpo aterrizando limpiamente, preocupando al mayor.

—No puedo creer convivir con niños canse más que doce horas recibiendo palizas– Comentó en un susurro el Mo, aunque curvaba los labios gentilmente– ¿Recibiste ayuda para cuidar a Sizhui?

—Tío y hermano ayudaron mucho– Contestó Wangji, quitando los adornos en el cabello ajeno. Las hebras lacias cayeron sobre la espalda del menor, igual de brillantes que sus lindos ojos azabaches– A-Yu, ¿Tienes hambre?

—¡Sí!– Contestó resueltamente Xuanyu, emocionado. Sus ojos se iluminaron más, e inhaló una profunda bocanada de aire– Toda la habitación huele a tí.

—A-Yu.

—¿Sí?

—Confía en mí– Pidió de repente el Lan.

—Bien...– Xuanyu supuso se debía a haberle ocultado le envió una carta a su hermano, y se avergonzó– No te ocultaré nada.

—Haré lo posible por ayudarte– Añadió, tomando una de las manos delgadas del Mo, recibiendo una risita a cambio.

—Lo sé– Acercó sus rostros, posando una de sus manos sobre el pecho del jade– Me encantan tus ojos. Quisiera pintarlos, y poder llevar en el bolsillo el cuadro para verlos siempre.

—Míralos cuanto quieras.

Wangji sonrió, y cortó los centímetros separando sus bocas. Se besaron apasionadamente, y luego Lan Zhan fué a preparar la cena, tomándose su tiempo para asegurarse inhalara el menor una cantidad de incienso considerable.

Sólo al asegurarse A-Yu había ingerido más de la mitad, Wangji volvió trayendo una bandeja llena. Xuanyu se hallaba durmiendo en posición fetal sobre la cama, rodeado por los exámenes de discípulos que el jade estuvo corrigiendo para ayudar en la secta. Habían algunos que le faltaron corregir, pero el Mo evidentemente se aseguró terminar de revisarlos antes de caer rendido, y dejar escritas las calificaciones.

El Lan comenzó a recoger y acomodar en una pila las hojas, posando varias veces sus ojos claros sobre su pareja, sintiendo en su pecho una indescriptible sensación, muy parecido a quien halla una bella flor en el desierto, o el último árbol en la tierra infértil.

Retiró su túnica exterior, y se acostó junto al menor, abrazándolo por la cintura mientras aparta los mechones revueltos sobre la cara contraria.

Obviamente A-Yu no era un hombre feo, y su rostro sin duda podía considerarse afortunado. Con el tiempo, Wangji alcanzó a definir unas cicatrices minúsculas por su cara, e incluso una ligera curvatura en su nariz producto de algún posible golpe recibido en su duro pasado.

Pero en lugar de aborrecer esos detallitos, sentía su A-Yu volverse más hermoso conforme seguía enamorándose.

Y esta vez, lo aceptaría protegiéndolo como fuera posible.

El incienso finalmente se acabó, y Lan Zhan cedió al sueño. Luego de la típica tranquilidad en la nada, escuchó una voz infantil, riendo suavemente.

Al abrir los ojos, se encontró en algún pasillo de la Mansión Mo, y vió un pequeño niño de más o menos dos o tres años, corriendo enérgicamente. Su cabello suelto bailaba rozando sus mejillas enrojecidas, llamando a su madre mientras corría con una velocidad impresionante para la edad.