Te Ayudo A Olvidar (Mo Xuanyu X Lan Wangji)

Sinceridad Parte 2

—Ah, ¿Eres Mo Xuanyu?– Respondió Nie Huaisang, cubriendo su rostro con un abanico.

Los ojos del mayor parecieron recorrerlo inquisitivamente de arriba a abajo, dificultando al Mo seguir actuando normalmente. Observó al final de la calle, donde los niños mendigos jugaban mientras esperaban él llegara a ellos.

—Sí, pude escapar– Replicó con la firmeza que deseaba aparentar.

Mo Xuanyu había conocido al anterior líder Nie gracias a su hermano Yao. Muchas veces se escabulló hacía Qinghe cuando su hermano iba a tocar Claridad, según en busca de calmar el mal temperamento de Nie Mingjue. Si bien no se hizo cercano a Nie Huaisang, había cierta complicidad al no contarle se infiltraba secretamente en muchos viajes del hermano Yao.

No era difícil ocultarse en un lugar tan grande, además que sólo se quedaba escuchando las sesiones de Claridad. Hasta podría tocar la música si tuviera un guqin cerca.

Trás morir Nie Mingjue, la actitud de Nie Huaisang se volvió... Rara. Siempre iba a pedir ayuda donde la Torre Carpa, pero también miraba con ojos calculadores a todos los que estaban por debajo, incluyendo al propio Mo Xuanyu.

Y luego de ser expulsado, Nie Huaisang fué una vez a la Mansión Mo para pedirle a Madame Mo dejara de insistir que aceptara a Mo Ziyuan en su secta, encontrándose por casualidad con Mo Xuanyu colgado en el patio con sangre brotando de todo el cuerpo gracias a las palizas. Quién sabe cómo pudo llegar allí, considerando la mujer no dejaba nadie fuera al patio luego de maltratar a su sobrino.

Flashback

El actual líder Nie se deslizaba con calma por el patio, rodeando la desnuda figura inamovible que colgaba del árbol.

Xuanyu no podía ver claramente, sus ojos se hallaban borrosos por la sangre derramándose. Estando atado con las muñecas colgando del árbol, era imposible limpiara su cara, y las heridas producidas por los puñetazos de su primo y sus lacayos le impedían hacer otra cosa aparte de respirar usando toda su fuerza restante. Sin embargo, pudo reconocer al otro tan pronto escuchó su voz.

—Ahora eres tan lamentable, ¡Ah!– Susurró secamente Nie Huaisang, haciendo un sonido gutural.

Mo Xuanyu no respondió, más por incapacidad y el sufrimiento insoportable. No tenía nada qué decir de todos modos, sabía era cierto.

Pero tenía que vivir. Su madre dió su vida por él, y de ningún modo permitiría las cenizas de ella sigan allí toda la vida.

—Las personas como tú jamás podrían aspirar a escapar– Siguió hablando casualmente el mayor, dando un duro golpe emocional al Mo, observando de arriba a abajo la esbelta silueta malherida del chico moribundo– ¿Sabes por qué te golpean tanto? Tu cuerpo es muy llamativo. Al menos que consigas un modo de usarlo para venderte y escapar o vengarte.

Un gruñido escapó del joven, cuando las lágrimas se deslizaron por su rostro, haciendo arder las heridas. Recordaba un modo de usar su cuerpo para vengarse, gracias a un ritual prohibido, ¡Pero no podía ignorar el sacrificio que hizo su madre por intentar salvarlo!

En cierta forma, estaba fríamente feliz de haber visto una presencia diferente a la de su primo y la banda que éste manejaba, luego que en la mañana lo arrastraron del cabello afuera para exhibirlo al frío aire otoñal en el patio.

Quiso gritar pidiendo ayuda, pero Mo Ziyuan lo había amenazado con violarlo si hacía el menor ruido, entonces no soltó más que chillidos ante cada golpe. Tragó cada queja, y contuvo la sangre que deseaba vomitar.

Todo hasta el atardecer. Era probable si no se hubiera cultivado, aunque fuera mínimamente, ya habría muerto. No importaba cuánto deseara la muerte, se repetía debía aguantar y vivir para no incordiar al espíritu de su madre que seguramente lo seguía.