Te Ayudo A Olvidar (Mo Xuanyu X Lan Wangji)

Reencuentro

Nota: Recuerden la madre de Mo Xuanyu fue nombrada concubina mientras su hijo estuvo como hijo de Jin Guanshang en la Torre Carpa.

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Los árboles secos crujieron, azotados por una fuerte ventisca. Mo Xuanyu de inmediato tembló abrazándose a sí mismo, por culpa de su torso al descubierto.

Wangjj se dió cuenta, y usó su poder interno para volver cálida la temperatura en el cuerpo de su amigo, justo en el momento que escucharon las voces de dos jóvenes Lan:

—¡Hanguang-jun! ¡Eh, hermano Mo! ¡Los estuvimos buscando en todas partes!– Exclamó Jingyi, descendiendo junto al otro par– ¡¿Qué están haciendo?!

—¡Nada!– Negó Xuanyu, sonrojándose, y se vistió inmediatamente.

Sizhui, en cambio, aunque se acercó al mismo ritmo de Jingyi, se fijó más en las cicatrices cubriendo el cuerpo del Mo bajo la ropa. Tan pronto tocó el suelo, decidió abordar el tema.

—¿Qué le ocurrió?– Encaró a Xuanyu.

—Eso no importa– Respondió el Mo, sonriendo nerviosamente.

—Pero...– Sizhui detuvo sus labios, observando a Wangji sacudir la cabeza. Una clara indicación de que no insistiera.

Viendo ya nadie más mostró curiosidad por el tema de sus cicatrices, Xuanyu se alegró de no tener que rememorar los hechos traumáticos a inocentes adolescentes.

—¿Ya podemos ir?

—¡Claro!– Contestó orgullosamente Jingyi– Pero si te da miedo, no te vamos a ayudar.

—¿Por qué me asustaría?– Inquirió confundido el ex Jin, clavando su vista en el jade. Wangji sólo se encogió de hombros, ofreciéndose a ayudarlo si tenía problemas.

La respuesta fue clara en cuanto el Mo colocó un pie sobre el hielo, y cayó  contra la sólida agua congelada al menos cinco veces, intentando mantenerse firme. Sus glúteos y rodillas ya comenzaban a quejarse, tanto por los golpes, y el terrible frío.

Jingyi no paraba de reírse, mientras Sizhui patinó preocupado alrededor de Xuanyu.

—¿Puedo ayudar?

—¡Está bien, sólo necesito práctica!– Negó el Mo, suspirando– Y un momento para descansar.

El jade ya había conseguido moverse sobre el hielo ágilmente, y clavó su vista en el amigo, dándole indicaciones:

—Espalda recta. Es importante.

—¡Mira, Hanguang-jun ya es un experto!– Exclamó Jingyi orgullosamente.

Sin saber si reír o llorar, Xuanyu reunió toda la determinación que no sabía tenía, y se irguió sobre sus extremidades. Todo su cuerpo sufrió un espasmo, sufriendo por el tormentoso frío del hielo. Siendo demasiado liso, ese simple movimiento lo hizo deslizarse involuntariamente, provocando volviera a caerse.

Con una súbita descarga de adrenalina, logró levantarse rápidamente una vez más, y estiró los brazos a cada lado, tambaleándose mientras sus pies casi se resbalaban. Respiró hondo, sintiendo su corazón agitarse emocionado, al mismo tiempo que los Lan le decían frases distintas al frente.

—¡A este paso caeras de nuevo!– Dijo Jingyi.

—¡Hermano Mo, no se ponga nervioso!– Sugirió Sizhui, golpeando con el codo al costado del otro discípulo.

Wangji observó la postura del Mo, notando los defectos en sus pies pesados y tensos, luego subió su vista hasta el apuesto rostro contrario, sorprendiéndose al no verlo asustado. A pesar de sus clara inexperiencia, Xuanyu no paraba de sonreír, y elevó satisfactoriamente la barbilla.