Kate Morgan acaba de cumplir veinticuatro años y su vida está por dar un gran giro. Siendo un alma libre ha encontrado un pequeño problema frente a ella, un problema que pensó había dejado en el pasado. Pero ese no es el único problema, sus padres h...
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Manejo de regreso al edificio donde Jackson vive y cuando estoy en el parqueo me doy cuenta que me falta una conversación más este día. Lo cual podría ser algo incómodo porque la última vez que hablamos no salió muy bien. El camino en el ascensor se hace demasiado corto, cuando me doy cuenta estoy tocando la puerta de la oficina de Jackson.
Abre la puerta y mi respiración se corta porque acaba de tomar una ducha. Me cuesta enfocar mi vista porque el torso desnudo de Jackson me está saludando, puedo ver los tatuajes que siempre están ocultos por una camisa y aunque sé que tiene un tatuaje elegido por mí me toma por sorpresa ver la bandera de Rusia en su pecho tres barras horizontales en blanco, azul y rojo destacan sobre su pecho del lado izquierdo, mientras que en el lado derecho destaca una serpiente cuyo cuerpo viene desde su hombro y supongo que termina en la espalda.
Una serpiente similar a la que tengo a un costado.
Siento a uno de sus gatos restregarse entre mis piernas mientras maúlla, pero me es difícil apartar mis ojos del pecho de Jackson donde varias gotas de agua adornan sus tatuajes. Recuerdo la tienda de tatuajes a la perfección y sus palabras fuera de la tienda, recuerdo cada momento con él en Las Vegas. Finalmente alzo la vista y me encuentro con sus ojos azules que me observan con la misma intensidad.
***
Jackson pidió un auto para llevarnos a ver el atardecer en uno de los mejores lugares para hacerlo. Con su nueva mascota y una caja de pizza nos sentamos en una terraza a disfrutar de los colores. Pocas cosas son las que no le he dicho para este punto, creo que ni a mi terapeuta le he dicho tantas cosas. Así que me atrevo a preguntar sobre su vida.
Jackson está apoyado con sus manos hacia atrás mientras mira hacia el frente, la caja con pizza está a su lado con un par de pedazos que ninguno pudo comer. Y el gatito está acurrucado encima de la caja, la comida que Jake le compró ha desaparecido también.
—¿Alguna vez has pensado que no puedes hacer algo, Jake?
Me observa y sonrío, Jake suena mejor que Jack
—Muchas veces—admite.
—No lo creo, el gran Jackson Collins se ha encontrado sin una solución alguna vez.
—No soy perfecto, Kate.
—Es difícil de creer.
Jake se aclara la garganta y aparta su vista para enfocarse en el paisaje que tenemos frente a nosotros. No sé si cruce una línea, pero comienza a hablar.
—Cuando mi papá murió, no tenía una solución—se gira y me da una mirada antes de volver a mirar al frente—. Todavía estaba en la Universidad, nunca esperé tener que hacerme cargo de sus negocios, trate de rehusarme y evité a mi familia, todos fuimos seguidos por la prensa, para mi mamá fue peor y me negué a tomar sus llamadas por un par de semanas porque estaba asustado y no creía que pudiera ser como mi papá. No creía en mí. ¿Quién era sin mi papá? Él era mi ídolo y cuando no estuvo me sentí perdido.
