Capítulo 5.

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No logro cerrar los ojos ni por un minuto para poder dormir y observo como el reloj en mi mano indica las 3 de la mañana, todo mi cuerpo está adolorido por estar sentada y mis ojos están lagrimeando del cansancio, al estar de vuelta en el motel am...

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No logro cerrar los ojos ni por un minuto para poder dormir y observo como el reloj en mi mano indica las 3 de la mañana, todo mi cuerpo está adolorido por estar sentada y mis ojos están lagrimeando del cansancio, al estar de vuelta en el motel ambos chicos me abandonaron en la entrada y con solo una mirada entendí que no debía molestarlos, por suerte traje mi portátil y me he pasado estas horas viendo balances y planes de nuevos negocios.

No me siento cómoda en este lugar y a pesar del cansancio no pienso dormir en esa cama llena de bacterias y repleta de fluidos corporales. No me importa cuánto me digan que la habitación está limpia, para mí cabeza y mi forma de crianza no es suficiente. Cuando finalmente alrededor de las 5 de la mañana me pienso dar por vencida y dormirme sentada y apoyando mis brazos en la mesa un mensaje hace vibrar mi móvil e inmediatamente fijo mi vista en toda la habitación desconcertada hasta dar con el aparato.

Un mensaje bastante inusual me hace levantarme de mi lugar y tomar un abrigo, salgo hacia el pasillo y mi hermano se encuentra de brazos cruzados hablando con Decker, ambos lucen completamente descansados y a pesar de que no sonríen parece que descansaron lo suficiente.

—Te ves asombrosa, parece como si hubieras tenido un reparador sueño de belleza—se burla el pelinegro con su voz rebosante de sarcasmo.

—¡Púdrete Walker!—respondo con mi sonrisa más falsa mientras observo a mi hermano negar.

Él se acerca y me toma del brazo para empezar a caminar conmigo delante de su amigo.

—No me trates como a una niña, él comenzó.

—No dije nada Kate—Grigori deja de caminar y espera a que Decker nos alcance, una vez a nuestro lado se dirige a él—. Pero Kate tiene razón, además fuiste quién insistió en venir, ahora no puedes quejarte si ya sabes como es ella.

Quiero reír, pero prefiero comportarme, no todos los días Grigori me defiende.

—Será mi esposa, sus malas decisiones no sólo la afectan a ella, por supuesto que debía involucrarme.

—Vamos a desayunar en la primera cafetería que encontremos en la carretera—Vuelve a hablar.

Es bueno que hayan reparado el auto y ya está en la entrada. Decker guarda mi maleta y después entra de copiloto, no me quejo y mucho menos puedo replicar el plan. Luego de lo que hicieron anoche por mi berrinche asentiré y aceptaré cualquier plan que tengan para el viaje.

El camino es bastante silencioso y a pesar de las ganas de negarme y hacer toda una escena terminé por bajarme en silencio y con la vista fija en los azulejos del suelo cuando llegamos a una cafetería a un lado de una estación de gasolina. Los chicos se sientan frente a mí y piden mucha comida para ambos, por mi parte pido un café muy caliente, así cualquier bacteria morirá en el agua hirviendo y un tazón de fruta, la mujer primero se burló y luego con una sonrisa me ofreció traerme un panqueque que terminé aceptando.

Una Lección de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora