Kate Morgan acaba de cumplir veinticuatro años y su vida está por dar un gran giro. Siendo un alma libre ha encontrado un pequeño problema frente a ella, un problema que pensó había dejado en el pasado. Pero ese no es el único problema, sus padres h...
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Pasé la noche en la cama de Jackson Collins.
Pese a que en el departamento hay varias habitaciones vacías él me cedió la suya porque ninguna estaba lista para recibir a alguien, así que luego de cambiar las sábanas y hablar por horas me fui a dormir en su cama mientras él fue a dormir en el sofá. Me habría sentido mal, pero su sofá es prácticamente una cama. Muchas cosas en su departamento son ridículamente caras. O al menos para alguien que vive solo está viviendo en un lugar apto para que una familia entera viva cómodamente y todavía les sobre el espacio.
Observo la habitación porque la noche anterior no presté atención a nada. Aparto las cobijas que ahora quiero tener porque son demasiado suaves y acogedoras, quizá por eso no tardé nada en quedarme dormida. Ya luego le preguntaré a Jackson por dichas cobijas. Siento demasiada curiosidad por Jackson, así que observo lo que hay en la mesita de noche y sonrío porque tiene una foto de su familia.
Es una foto vieja porque en ella está su padre. Y un Jackson bastante joven carga en su espalda a Rei. Su hermano menor es un bebé en dicha foto y siento algo de envidia porque es un bonito retrato, todos sonríen porque parecen disfrutar el momento. Continuo viendo lo que hay en la mesa y hay un despertador. En la otra mesa hay una lámpara y un libro que no dudo en revisar. Ya dije que tengo mucha curiosidad.
Pero me sorprende porque no hacía a Jackson una persona de poemas, pero de eso es el libro en su mesa y otros que hay en la gaveta.
Voy al baño para lavar mi rostro y aunque no es un morete mi mejilla todavía se ve sonrojada por la bofetada de mi padre. Contengo la respiración por unos segundos y decido darme un baño, lo primero es verme presentable y ya luego puedo maquillar eso. Me arreglo en tiempo récord y salgo del cuarto. Me encuentro en el pasillo donde hay varias habitaciones y finalmente llego a la cocina.
***
Estoy concentrada en mi tarea de preparar el desayuno cuando una voz infantil me saca de mi burbuja, el panqueque que recién estaba volteado cae al suelo y un niño que deduzco se trata de Toby me observa en sus pijamas del Capitán América.
—¿Eres la nueva cocinera de mi hermano? ¿Por qué no te había visto antes?
Mientras limpio el suelo le sugiero que tome asiento.
—Soy amiga de Jackson— le explico.
El niño que todavía parece curioso por verme en la cocina de su hermano se cruza de brazos y es chistoso porque su parecido con Jackson es increíble, cabello negro y ojos azules.
—Mi hermano no tiene amigas.
Quiero indagar en ese tema, pero en ese momento otra voz interrumpe en la cocina.
—No seas maleducado Toby—una mujer algo mayor que mi madre observa al niño frente al mesón y luego se gira hacia mí y me regala una de las sonrisas más cálidas que he visto—. Tú debes ser Kate, cariño.
