Capítulo 35.

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Kate

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Kate.

Cuatro días.

Tres sin ningún contacto con Jackson y por algún extraño motivo eso me hace sentir... ¿Decepcionada? No lo sé. Es extraño pensar que hasta hace unos días tenía su presencia a mi alrededor todos los días y en un tiempo muy corto me acostumbre a verlo. Todavía recuerdo el momento exacto en que lo despedí en la entrada de su edificio luego de que me ayudó a meter mis maletas en el auto. Fue un momento raro, demasiado nostálgico para dos personas que tienen tan poco tiempo de conocerse, pero ahí de nuevo me equivoco, porque no importa si han sido semanas, meses o años; Jackson no se siente como alguien que acabo de conocer, nunca se ha sentido así.

Luego de hablar por la noche con él para avisarle que ya estaba instalada todo ha sido silencio. Un silencio que parecía agradable hasta que me doy cuenta lo mucho que quiero escuchar su voz y esto no se suponía que resultaría así. Estoy lista para seguir adelante, para descubrir todo lo nuevo que la vida ha planeado para mí y todo aquello que siempre quise, pero no me atreví. También es mi oportunidad para conocer sobre mí, este tiempo es para mí y esa es la razón por la cual alejo cualquier clase de pensamiento sobre Jackson y bajo de mi auto.

Observo el estudio que descubrí el día de ayer cuando perdía mi tiempo revisando mis redes sociales. Un estudio de pilates que promete convertirme en una nueva versión, más sana y feliz. Eso sonaba bien, además su publicidad hizo pop en mi celular justo cuando me debatía si debía llamar a Jackson para saludar y como una señal divina le hice caso e hice una cita para hoy.

Al entrar al estudio me sorprendo al ver lo limpio que se ve, quizá sean solo los gimnasios, pero tengo la idea de muchas máquinas y personas entrenando, cada quien con sus artículos como botellas con agua y toallas que suelen colocar en cualquier lugar. Pero este estudio desde su recepción a donde están las máquinas luce impecable. Saludo a la profesional a cargo de la clase y escucho sus instrucciones mientras me muestra el lugar, admito que me siento un poco intimidada cuando veo a una chica que claramente lleva tiempo haciendo pilates.

—Bien Kate, este es nuestro grupo, siéntete libre de elegir tu espacio.

Observo el salón y hay tres chicas más que supongo están esperando para tomar la clase, al verlas cerca de lo que parece una camilla con varias piezas más y una barra, decido colocarme a un lado de ellas, las saludo y la chica en el medio de las otras dos se presenta.

La chica alta con un rostro redondo y cabello corto ondulado con un balayage rubio y cuyos hoyuelos se marcan cuando me sonríe extiende su mano para presentarse, es Hannah Smith y la chica a su lado como ella la presenta parece que vino obligada es Emily Smith, ella a diferencia de la prima de su esposo no es tan alta, lleva la cabellera castaña recogida en un moño del cual salen varios mechones rebeldes y tiene unos espectaculares ojos verdes. A diferencia de Hannah quien luce más como el tipo de chica dulce, Emily emana un aire más fuerte y sexy, también por alguna razón me resulta ligeramente familiar.

Una Lección de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora