I'm Uncomfortable- Ross Lynch

Capítulo 9

Al otro día...

Mi cabeza dolía como el infierno y no sabía exactamente dónde estaba.

-Joven Lynch- la voz de un señor retumbó en mis oídos.

Claro, estaba en el bar.

Poco a poco comencé a abrir mis ojos, sintiendo la luz del sol bastante molesta y mi cabeza la sentía a explotar. No prometería no tomar otra vez como lo hace cualquier borracho porque sabía que no lo cumpliría.

-Señor Henry- mi voz salió bastante rasposa.

-Son las nueve de la mañana- me dio un vaso con agua y yo lo tomé al instante, necesitaba hidratarme.

-Vaya...- dejé el vaso en la barra- lamento haberme quedado toda la noche otra vez, señor- la verdad es que sí me sentía apenado, no podía aprovecharme de esta forma.

-No hay cuidado, joven- sonrió- eres de los clientes que mejor se comporta cuando se quedan aquí hasta la mañana, además te lo he dicho, prefiero que te quedes aquí, así puedo echarte un ojo-

-No sé cómo agradecerle- me enderecé en el asiento y sentí mi espalda doler por la incómoda posición en la que me quedé dormido.

-No agradezcas- volvió a sonreír.

-Bien- me levanté del asiento y me fijé en que tuviera todas mis pertenencias- me iré para ya no estorbar más aquí-

-Maneja con cuidado- me dio una palmada en la espalda y yo sonreí.

-Lo haré, y gracias otra vez por dejarme quedar- y sin decir más caminé fuera del bar y busqué la preciada moto de Logan. Ahí estaba, sin ningún rasguño.
Me subí en ella y me puse el casco, para después arrancar y dirigirme al lugar donde trabajo. Tenía que entregar primero la moto y luego me iría a mi departamento.

Después de unos quince minutos por fin llegué, la moto que más utiliza Logan estaba ahí estacionada, por lo que deduzco que él ya llegó.
Suspiré y dejé la moto en su lugar y caminé dentro del edificio. Se escuchaba bastante tranquilo, siempre suele estar así a estas horas de la mañana.

-Pareces un vago- habló Logan cuando me vio entrar por la puerta de su oficina.

-Aquí están las llaves de tu moto- las dejé en su escritorio y él las tomó.

-Espero que te haya servido ir a ese bar-

-Lo fue, sirvió de mucho- y no era mentira, luego de mucho me sentí bastante tranquilo y relajado.

-Eso es bueno.- sonrió con malicia- Te quiero aquí a la misma hora de siempre- sabía que no me dejaría descansar hoy.

-Bien- y sin decir más salí de su oficina y comencé a caminar por las calles hasta llegar a mi departamento.
Me sentía bastante cansado y adolorido por la forma en que me dormí en el bar, pero al menos estoy seguro.

[...]

Ross, mamá hará una comida familiar este fin de semana y quiere que vengas, pero no te quiere decir porque sabe que estás ocupado con el trabajo y la universidad. Espero que puedas venir y sorprenderla- Rydel.

Vi el mensaje de Rydel luego de haberme tomado una ducha. No sabía si ir, pero si mamá tiene la ilusión de que vayamos todos a su comida familiar, creo que haría un esfuerzo, además creo que me serviría pasar este fin de semana con ellos, alejado de mi vida en Seattle.

Está bien, iré, pero no le digas a mamá, que todo sea una sorpresa- Ross.

Me acosté en mi cama luego de ponerme unos calzoncillos y un pantalón. Eran las once y al menos tendría un par de horas para dormir e ir a trabajar descansado.

¡Yey! Te veremos por aquí. Cuídate y te quiero- Rydel.

[...]

Había despertado hace unos quince minutos y ahora me encontraba comiendo algo antes de irme a trabajar. No había recibido ni un mensaje más luego del de Rydel, sabía que no era tan importante para las demás personas, pero esperaba que mi amigo me mandara alguno preguntando (al menos por curiosidad) por qué no fui hoy a la universidad. No es como que le vaya a contar la verdadera razón, pero estoy olvidando que a mi amigo solo se importa él mismo.

Suspiré y tomé mi celular, dinero y las llaves de mi apartamento, para después salir.

Estaba bajando por las escaleras de una manera muy tranquila, hasta que escuché un par de voces subiendo por las mismas escaleras.

-Pero Zoe- era la voz de un pequeño...

¡Maldición! Zoe y sus hermanos están subiendo, y justo quería evitarla hoy lo mejor posible.

-Nada de peros, Dean-

-¡Es que no es justo!- exclamó ahora Joe.

-Lo sé, pero no hay nadie más que los pueda cuidar hoy- y justo en ese momento nos encontramos en las escaleras.

-¡Ross!- exclamaron los pequeños con una sonrisa.

-Hola niños- sonreí.

-Ross...- susurró Zoe- no esperaba encontrarte aquí- su semblante era uno bastante serio a decir verdad.

-Yo tampoco esperaba encontrarlos aquí.- carraspeé- ¿Van al departamento de la señora Smith?- pregunté tratando de cambiar el tema.

-Sí, Zoe nos dejará bajo su cuidado- Dean se cruzó de brazos.

-Entiendo que no es muy divertido quedarse con ella, pero... entiendan a su hermana, ella está haciendo lo mejor que puede- la miré a los ojos y sonrió de medio lado.

-Lo sabemos- dijeron los dos al mismo tiempo.

-Bien- los miré por última vez- los dejo o si no llegaré tarde a mi trabajo- y sin esperar respuesta, bajé rápidamente las escaleras faltantes.

Sabía que si me quedaba ahí más tiempo Zoe me preguntaría por mi cara de cansancio y por mi ausencia en la universidad hoy, y eso era algo que no quería hablar con ella, además... por ella también fui a ese bar ayer.
Me hace sentir abrumado, pero también tengo la necesidad de querer verla y asegurarme de que está bien, de al menos cruzar un par de palabras... Eso me hace sentir bastante bien, pero es algo que quiero evitar...

No puedo estar sintiendo cosas por alguien cuando puedo ser un tormento para esa persona, no puedo ser una carga más a los problemas que ella tiene.

No debo de sentir nada...

¡Hola! ¿Cómo han estado?
Hago esta nota para disculparme por este mes de ausencia que tuve, la verdad es que las cosas con la universidad cada vez se ponen más pesadas y a parte unos problemitas personales, pero en fin, he salido de vacaciones, así que me tendrán más activa por aquí y estaré actualizando cada semana.

Gracias por leer y por la espera. 🤍