I'm Uncomfortable- Ross Lynch

Capítulo 13

Al otro día...

Con Rocky ya no dejé que indagara más en el tema de Zoe. Él tenía razón, aún no quiero aceptar que tal vez, solo tal vez, tengo sentimientos por ella.
He dejado en claro que esto es algo que me abruma un poco, al punto de ser causante de mi huida al bar unos días atrás y es por ello que aún no quiero ni si quiera pensar en el paso de aceptación a mis sentimientos hacia ella, no quiero sentirme ahogado otra vez.

La estaba pasando realmente bien aquí, sin ninguna preocupación, olvidándome de todo lo que conlleva mi vida en Seattle.

Habíamos terminado de jugar Hockey, sinceramente extrañaba estos partidos que hacíamos cada fin de semana.

-Buen juego, hermanos- Riker palmeó mi espalda y yo sonreí.

-Digo lo mismo- tomé un poco de agua. Estaba cansado, pero estaba feliz.

Los cuarto nos quitamos los uniformes junto con los patines y salimos del lugar donde se encontraba la pista de hielo. Ahora nos iríamos a casa para ayudar a Rydel con su mudanza.

[...]

-Creo que esa es la última caja- dijo Rydel una vez que Rocky dejó una caja en el suelo de su nuevo hogar.

No era una casa bastante grande en realidad, pero sí lo suficiente como para una persona; tenía tres habitaciones, una sala de estar, la cocina y el comedor, justo lo necesario para ella.

-¿Segura?- preguntó Riker recargándose en una pared.

Había sido un viaje bastante cansado y estábamos todos agotados, así que lo único que queríamos era llegar a casa de nuestra madre y dormir.

-Segura.- asintió con una sonrisa- Gracias por ayudarme, hermanos-

-No tienes qué agradecer- habló Ryland y nosotros asentimos estando de acuerdo.

-Verás que dentro de poco de acostumbrarás a vivir sola, es un poco difícil al inicio, pero después se siente como algo normal, aunque sé que visitarás seguido a mamá- comenté y ella asintió con una sonrisa.

-Muchas gracias Ross, sé que estos primeros días serán difíciles, pero no dudo en que esta nueva etapa de mi vida me dejará puras cosas buenas- siguió sonriendo causando una sonrisa en mi rostro.

Amaba su optimismo, a pesar de que algunas circunstancias no han salido como ella quiere (aunque debo decir que eso es algo por lo que todos pasamos en algún momento), siempre se mantenía positiva y mostraba una sonrisa en el rostro.
Quisiera ser como ella, ver el lado positivo en la mayoría de las cosas, no conflictuarme tanto con los problemas y...

Es estúpido pensar que podría tener una vida así, mi vida es una mierda; sé que somos hermanos y que algunas o varias cosas las vivimos juntos, pero no todas, ni siquiera con los demás, cada uno está viviendo su vida de forma diferente y yo llevé la mía a un rumbo de pura basura.

Al otro día...

Me encontraba despidiéndome de Rocky en el aeropuerto, ya lo había hecho con mis padres y demás hermanos, prometiéndoles que no desaparecería mucho y que vendría más seguido, al igual que estarlos llamando constantemente.

-Ross- Rocky llamó mi atención y yo volteé a verlo. Estábamos en uno de los asiento de la sala de aeropuerto esperando a que llamaran a mi vuelo.

-Dime-

-No sé lo que realmente esté pasando en tu vida, pero quiero ser honesto contigo y decirte que sé que las cosas no están yendo bien- soltó un suspiro.

-No sé a lo que te refieres- mentí y evité su mirada. Sabía que mi hermano no era tonto y que podía ver que algo había cambiado en mi comportamiento, pero no era un tema que quería hablar justo ahora, o mejor dicho, nunca.

-Sé que no quieres hablarlo, por eso lo evitas, pero estoy consciente de que ya nada es lo mismo contigo y que algo hizo que cambiaras, tal vez mamá y papá no lo notaron, ni los chicos, y eso fue porque están felices de que estés aquí, pero yo lo hice y me di cuenta desde que comenzamos a hablar el sábado por la noche- se recargó en el asiento.

Solté un suspiro- Sé que no eres tonto Rocky, pero esto es un tema que prefiero no tocar, tal vez no ahora o muy pronto, algún día en un futuro lo haré, pero prefiero abstenerme de contar algo y que cambie las cosas entre todos-

-Espero que no sea mucho tiempo el que lo pienses, pero no te presionaré a que hables algo de lo que no te sientes cómodo. Solo quiero que tengas la confianza de decirme lo que sea, somos hermanos y estamos para ayudarnos- me tomó del hombro- yo siempre estaré aquí siempre que lo necesites- al escuchar eso fue inevitable no sentir un nudo en la garganta.

-Lo meditaré hermano. Son cosas que no son fáciles de decir y que me costará externarlo, pero agradezco que te preocupes por mí...-

-Pasajeros con vuelo a Seattle favor de abordar en la puerta ocho- la voz en los intermitentes cortó lo que iba a decir.

-Yo también siempre estaré para ti, jamás lo dudes. Cualquier cosa que tu, mis padres o nuestros hermanos necesiten pueden decírmelo y si tengo que venir aquí, lo haré a cualquier hora, tenlo por hecho- nos levantamos de los asientos y nos dimos un abrazo.

-Cuídate Ross-

-Tu también hazlo-

[...]

Luego de unas cuantas horas de vuelo, había llegado a Seattle. Me sentía bien en realidad, aunque algo cansado por el viaje.
Ahora me dirigía hacia mi departamento; hoy no iría al trabajo ni toda la semana, tuve la suerte de que Logan se fuera de viaje toda esta semana junto con Megan.

Un descanso de Logan tampoco me hará tan mal.

Luego de unos minutos llegué al edificio encontrándome con una mujer de más o menos treinta años hablando por teléfono con alguien, la verdad es que no me importaba en absoluto quién era hasta que mencionó algo que me pareció importante.

-No Logan- bufó- yo solo quiero dinero, la vida de ese par de mocosos y de Zoe me importa una mierda-

Me había puesto por las escaleras para que no sospechara que la estaba escuchando.

Esperen un segundo...

Ella es Lera, la tía de Zoe, la que la tiene amenazada con separarla de sus hermanos si no le da parte de la herencia económica de su madre.

Lo peor de todo es que mencionó a Logan, aunque pueden existir miles de personas con ese nombre, solo necesito que mencione algo más de él o su apellido y descubriré si el estúpido de mi jefe está metido en esto y en cosas que yo ignoraba.