Capítulo 11

152 13 2
                                    

Narra Zoe:

La gran parte de mi vida ha sido una gran mierda, todo después de los dieciséis empeoró, mamá enfermó y papá se deprimió por todo lo que estaba pasando. En cuestión económica no diré que teníamos todo el dinero del mundo, pero era algo bastante estable, lo suficiente como para que mis hermanos y yo tuviéramos comida cada día y yo pudiera ir a la secundaria. No vivíamos en el mejor barrio de Seattle, pero sin duda era un lugar hermoso, aquel que está por la casa hogar por donde trabajo, por eso amo ese parque que se encuentra ubicado por ahí porque era donde iba junto con mamá y mis hermanos a pasar el tiempo, aunque ahora también lo hago, pero solo para calmar mis penas.
Justo a mis dieciocho años perdí a mis padres, ellos tuvieron un accidente yendo al hospital porque mi madre se estaba poniendo mal, entonces mi padre al querer ir lo más rápido posible... no vio que un trailer iba a pasar a su lado derecho y... ahí terminó todo.
Estaba en shock, tuve que explicarle a mis hermanos qué era lo que había sucedido con nuestros padres, tuve que decirles que ya no los volverían a ver. Se me rompió el corazón al ver sus ojitos llenarse de lágrimas y abrazarme con fuerza, diciéndome que no era cierto y que se trataba de una broma.
Pero ellos sabían que no bromearía con algo así, simplemente no querían creer lo que les acaba de decir, y sinceramente... yo tampoco.

Entonces fue donde esa piedra en el zapato apareció, mi tía Lera; ella era la hermana menor de mi mamá (bastante menor en realidad). Mi mamá siempre la cuidaba como si fuera su hija, le compraba cosas y digamos que la consentía en todo, hasta que llegué yo a su vida, fue donde Lera sintió el celo y el desplazamiento que mi madre hizo con ella. Claro está que mi mamá no la dejó de lado, siempre seguía tratándola con cariño y como su hermana pequeña consentida, pero al final de cuentas yo era su hija y tenía que prestarme más atención a mi, cosa que no le gustó en absoluto.
Ella es solo diez años más grande que yo, así que siempre aprovechó para molestarme siempre que podía, me hacía maldades y me hacía sentir mal, siempre me culpó de que mi mamá ya no la quería como antes, que yo era un error y que llegué a arruinar la hermosa familia que eran antes.
Siempre trataba de evadirlo porque muy en el fondo sabía que las cosas no eran así, yo siempre veía como mi madre le prestaba atención y en varias ocasiones le compraba algún regalo, sabía que solo estaba celosa, pero eso no era culpa mía ni de mi mamá.
Las palabras comenzaron a afectarme cuando dijo que por mi culpa mamá se había enfermado, que ella estaría bien si no fuera por mí. Yo ya estaba en un estado vulnerable, por lo que causó que me afectara más de lo que pensé.

Y todo se fue a la basura cuando comenzaron a decidir quién se quedaría a cargo de mi hermanos; eso pasó luego del funeral de mis padres, luego de que me dijeran que nos habían dejado una gran cantidad de dinero para sobrevivir por un tiempo, pero ella sin pensarlo apareció reclamando una parte, decía que mi madre tenía la obligación de dejarle algo por ser su hermana (cosa que me pareció bastante absurda y se lo hice saber), a lo que ella me amenazó que era más grande que yo y que sin dudarlo el abogado podía apelar contra mí y que ella se podía quedar con la custodia de Dean y Joe. Claro que yo temía por eso, así que se llegó a un acuerdo en donde ella recibiría una parte del dinero (por el lado de mi madre) y lo demás me lo darían hasta que cumpla veintiuno, que es en unos meses más.

Hace un par de días recibí una llamada por parte de ella diciendo que esa parte del dinero se le estaba acabando y que como sabía que solo faltaban unos meses para poder recibir todo el dinero que mis padres dejaron y si yo decidía no darle nada de dinero, nuevamente hablaría con el abogado diciendo que yo no era una buena tutora y que ella debería de "hacerse cargo" de mis hermanos.
Me sentí angustiada, bastante ansiosa, llegando al punto de tener un ataque de pánico por no saber qué hacer, por el miedo de que ella logre lavarle el cerebro al abogado y me quiten a mis hermanos.

Agradecía que Ross estuviera aquí apoyándome, a pesar de que no llevamos mucho tiempo de hablar, siempre se ha mostrado lindo conmigo y lucía preocupado por mi, me hacía sentir en un lugar seguro, y hace poco había descubierto que estoy comenzado a tener algo de sentimientos hacia él, es por ello que no pongo resistencia en que me conozca, en hablar con él, pero vamos... Sé que no soy buena para él, no necesita tener una molestia más con la cual lidiar, digo, sé que aparenta que todo en su vida va normal, pero muy en el fondo sabemos que no es así.

-Muchas gracias por escucharme, Ross- dije de manera sincera y él asintió dando una calada a su cigarrillo. No me gustaba en absoluto que el fumara, pero no estoy en posición de juzgarlo.

-No tienes que agradecer, Zoe- volteó a verme- no me agrada el hecho de lo que está sucediendo contigo y con tus hermanos, es una situación que no merecen vivir por una persona interesada- negó con la cabeza.

-Lo sé, pero ahorita no puedo hacer nada. Tengo unos meses más con mis hermanos hasta que cumpla veintiuno, hasta ese momento no sé qué hacer, como enfrentarme a ella-

-No estás sola- me tomó de la mano y me dio un leve apretón de forma reconfortante- como ya te lo he dicho, no dejaré que tú y tus hermanos se separen-

-No tienes porqué hacerlo-

-Tengo qué- sonrió de medio lado.

-Por cierto- miré mis manos- ¿por qué faltaste hace un par de días a la universidad?- pregunté cambiando de tema, tenía bastante curiosidad de su ausencia, pero no había tenido las agallas de preguntarle.

Rió de manera amarga- Solo te diré que era algo que necesitaba después de todo, no tienes de qué preocuparte pequeña Zoe, ahorita la que importa eres tú-

I'm Uncomfortable- Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora