21.-Alyeska: Si no tengo suerte, la forzaremos

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El segundo bloque es mucho más nuevo, de edificación más fluida y mucho más grande. Podría forzar la cerradura de la puerta de la portería, pero realmente tiene más sentido que piquemos a cualquier piso y digamos que somos correo o un vecino que se ha olvidado las llaves. Cuento las plantas desde el coche al igual que el ancho del bloque. Tiene que tener por lo menos seis plantas y al menos tres apartamentos por rellano por lo que... Sí, son suficientes vecinos como para que no se conozcan para nada entre sí. El ritmo de la gente caminando por la calle también tiene la suficiente afluencia como para que pasemos desapercibidos por lo que me parece un buen momento. Saco el móvil para escribirle al Sokolov que está en el coche de los padres de Ryker para avisarlos pero Misha empieza a hablar.

—¿Vas a entrar sin más y luego qué?—Dice alto para que todos lo oigamos. Saco el arma y se la enseño balanceándola con burla. Pone los ojos en blanco y señala el final de la calle donde hay un coche de policías.—Deberías hacerte pasar por policía y preguntar a los vecinos.

—¿Crees que Vanya habrá sido tan tonto como para haber visto?

—Sí.—No lo duda un segundo y yo me lo planteo. ¿Habrá venido de día? ¿Algún vecino lo habrá visto? Si yo fuera él hubiera ocupado el sitio de noche, sin hacer ruido y con ropa de paisano porque de por sí, ya hay cierta pinta a mafioso entre nosotros. También hubiera optado por hacer poco ruido y sobre todo por traer alguna maleta para que pareciera que somos familiares que venimos a visitar. Quizás incluso traer flores o una botella de vino vistosa. Algo que disimule.—No tengo lo necesario para imprimirte una placa falsa.

—Puedes coger la mía.—Interviene mi madre. La miro durante un momento y finalmente asiento.—Si la mueves deprisa a nadie le dará tiempo a leer en que idioma está. Mantén la calma y sobre todo ponte algo de ropa formal como para que de el pego.

—¿Qué pasa que no tengo pinta de profesional?

—Si, en asesinar.—Se burla Misha.

—Deberías ir con la tía Camile. Tiene mejor español que tú y parece de la tierra. Puede decir que eres una enviada por la Interpol porque el hombre que buscáis es un fugitivo extranjero.—La idea de Ekaterina es realmente buena, haciendo que me dé cuenta de que de quererlo, tendría un gran futuro en la mafia conmigo. Empiezo a buscar el número de la tía Camile y espero a que me atienda.

—Dime.

—Te necesito. ¿Tienes algo de ropa formal?

—¿Como qué?

—No sé. Algo que nos haga parecer profesionales.—Me imagino la escena en mi mente y poco a poco cobra vida. Puede ser mucho más efectivo que simplemente colarse dentro del bloque.

—¿Cuál es el punto?

—Necesito que nos hagamos pasar por policías. Usaremos tu placa y la de mi madre. Tú serás mi traductora porque tu español es perfecto. Diremos que soy una detective de la Interpol asignada al caso de un delincuente peligroso y tú eres la adjunta de la división española, ya que se cree que el criminal está en España. Describiré a Vanya en ruso y tú lo traduces todo al español. Solo tenemos que picar en un par de pisos y recoger información sobre lo que vieron.

—Te veo en un par de minutos en la parte trasera de vuestro coche. Recógete el pelo y esconde las armas.—Cuelga el teléfono y yo me lo guardo.

—Es un buen plan.—Concuerda mi padre mientras mira por el retrovisor. —Tener cuidado, ¿vale?—Asiento una sola vez y miro por la ventana el resto de coches. Al menos, todos estarán a salvo y protegidos. Eso me alivia mucho. Ginny y el tío Sergei estarán custodiados por Kolia y mis hermanos pequeños por mis padres. En cuanto a los padres de Ryker... Están a salvo con mi hombre pero tampoco me importaría si se caen al suelo o si alguien los atropella, aunque sea un poco. Nada grave, solo un par de pasadas con las ruedas del coche. Suspiro mirando el edificio, con los nerviosa a flor de piel. Estoy tan cerca... Mucho. Demasiado como para cometer algún fallo. Me paso los dedos entre el pelo para hacerme la coleta.

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