27.-Alyeska: La metralla está bien dentro

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—Basura rusa, como la zorra de tu madre y el hijo de puta de tu padre, no sois más que basura. Cuida de tu hermana porque si se me pone en medio la pienso violar hasta que...—Ryker me suelta, pero antes de darme tiempo a coger a Jonas con mis propias manos, él se adelanta, cogiendo a su padre de la camisa para arrastrarlo por el suelo hasta el pasillo. Los sigo acompañada de Inessa, que se mantiene lo suficiente alejada de mi como para que no la toque. Corro hacia fuera para ver a Ryker soltar a su padre y sacarse una pistola de la parte trasera de los pantalones.

—Nimm zurück, was du gesagt hast!—Le grita a su padre y lo patea una vez en las costillas. Jonas se intenta levantar, pero él lo patea de nuevo, esta vez en la barbilla, tirándolo al suelo de nuevo.—Schwöre, du wirst das Mädchen nicht anfassen.—No entiendo que le dice así que bajo un escalón más.—Schwöre es mir. Schwöre es mir oder ich töte dich.—Escupe encima de su padre y le quita el seguro al arma. Me late tan rápido el corazón que no sé como reaccionar. ¿Qué le dice? —Wage es nicht, so über seine Familie zu sprechen. Hurensohn, sag es.

—Du hast dich bloßgestellt, Ryker.—Chilla Jonas y mi paciencia se agota. Giro sobre los tacones desesperada, con los nudillos doloridos y las manos temblando. Absolutamente, todo el mundo mira, desde las ventanas o desde la puerta. La única persona que tengo cerca es Inessa o Finn y desde luego, la patria siempre tira. Me acerco a Inessa y la cojo del brazo con fuerza.

—Tradúceme.—Le ordeno y ella me mira, con los ojos muy abiertos, inyectados en miedo.—Traduce o te mato, Inessa.—Le tiembla el labio, pero no le da tiempo a traducir nada porque Ryker le da una patada de nuevo a Jonas, que se ríe y tose a la vez. ¿Es que nadie me va a explicar que pasa? ¿Qué se dicen?

—Den Mund halten. Der einzige Müll hier bist du. Sieh sie nicht einmal an. Atmen Sie nicht einmal in ihrer Nähe.—Ryker chilla tan alto que su voz rebota en la inmensidad del sitio. Jonas se levanta y alza los puños, como si fuera a luchar contra su propio hijo. No puedo permitir eso, porque aunque Ryker se crea muy fuerte, los recuerdos pueden jugarle una mala pasada.

—Ich werde tun, was du willst.—Jonas parece burlarse y lanza el primer puño, sin llegar a tocar a Ryker, fallando por completo. Avanzo de golpe, pero Inessa me sostiene, cogiéndome de los codos.

—Espera.—Me indica y yo me giro confundida

—¿Es que no te basta con dejar que le pegara de niño? ¿No harás nada ahora?—Le grito yo enfadada. Sé que esto es desviarme de mi objetivo y que quizás debería estar feliz, pero este no era mi plan. El sufrimiento de Ryker tenía que ser mío, no del abusador de su infancia.

—Wenn du es berührst, bringe ich dich um. Es ist mir egal, ob du mein Vater bist.—Responde Ryker, poniéndome más nerviosa aun. Me suelto de Inessa y camino por el asfalto hasta ellos. No tengo ninguna arma y esto me pasa por fiarme de que con las manos puedo hacerlo todo.

—¡Basta!—Grito, pero me ignoran. Jonas me mira y me guiña el ojo.

—Ich habe dir gesagt, du sollst sie nicht ansehen.—Ryker no me mira, pero si le habla a su padre, apuntándolo con el arma mientras Jonas solo mantiene los puños en alto.

—Ich könnte sie packen und ihr das Genick brechen.—La cara de Ryker cambia y me mira de golpe.

—Aléjate. Vete. —Me ordena como si yo fuera un perro.

—Sagst du es ihm oder sage ich es ihm?—Dice Jonas señalándome con la cabeza.

—Wage es nicht.—Responde él y entonces Jonas se abalanza hacia mi. No me da tiempo a apartarme, pero si a chillar. Me coge con tanta fuerza del cuello que me cuesta encontrar el equilibrio y acabo dependiendo de su cuerpo para mantenerme de pie. El olor a su piel me provoca una arcada, pero lo peor de todo es la cercanía. Ryker nos mira y niega con la cabeza, pasándose la mano que no tiene la pistola por el pelo. ¿Qué coño está pasando? Inessa grita algo en alemán y la verdad es que empiezo a hartarme. Justo cuando estoy a punto de mover el codo para pegarle en el estoamgo Jonas se ríe.

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