Perfecto Desorden [PERFECTOS 2]

CATORCE

Canción en multimedia—Believer de Imagine Dragons

Capítulo dedicado a marianacuellar2331 y kalarojask

MERIDIA

UNA HORA ANTES.

Reunidos en la sala de juntas mientras veíamos qué más hacer, como lograr encontrar a los demás cómplices de Beatrice y a ella, sólo quiero matarla, quiero hacerla sufrir, que pague por las vidas que se ha llevado y el dolor que le generó a mi gente.

Hemos atrapado a diez de los suyos y se encuentran en aquellos calabozos que habían sido cerrados pero ahora más que nunca, se merecen estar ahí.

—¿Mer?

Salgo de mis pensamientos cuando Luca me llama y lo veo confundida.

—¿Perdón qué dijiste?

—Decía que deberías tomarte un descanso.

Tenso la mandíbula y niego rotundamente.

—Ni hablar, no voy a descansar hasta ver a Beatrice y a los suyos ardiendo en el infierno.

—Es tu prima Mer...

—Ella no es nada mío.

—Es la sobrina de tu padre...

—¡No me interesa, carajo! ¡Ella ha matado a casi mil personas! ¡¿Qué no lo entienden?!—expreso con enojo y me levanto de la silla para enfrentar los rostros incrédulos de todos al escucharme—¡Soy la maldita reina de Italia, si yo quiero matar a todos los enemigos del mundo lo haré porque así lo quiero y ustedes deben hacerme caso!

Silencio profundo y sigo sacando todo.

—¡No me interesa si es la sobrina de mi padre, no me interesa esa perra!

—Yvette cálmate—veo sorprendida a Enzo cuando interviene mientras se levanta de su asiento y camina hacia mí.

—No me voy a calmar y más te vale sentarte o si no esto se pondrá feo para todos D' Angelo—advierto y no me hace caso.

Eso me molesta a niveles inimaginables, veo como Luca lo toma del brazo y lo obliga a sentarse.

—Encontraremos a Beatrice y a los que faltan, los encerraremos con los demás y después los mataremos en el coliseo, como antes lo hacían, los mataremos ahí y pagarán lo que hicieron, sus vidas no son importantes para mí. ¿Alguna objeción?—pregunto enfurecida y deseando que nadie me contradiga porque no estoy para juegos.

Veo a mi padre Sebastian quien me ve serio, mi padre Lucien ni siquiera me ve y mi madre, ella es la única que demuestra orgullo en su mirada.

Tenso la mandíbula aún más cuando no recibo una respuesta por parte de mi padre Sebastian y golpeo la mesa con mi puño y se sobresaltan un poco por aquel acto.