Perfecto Desorden [PERFECTOS 2]

EPÍLOGO

MERIDIA

Ha pasado un mes desde la propuesta de matrimonio que me hizo y esto se ha hecho la gran novedad para el país de Italia, como también, para el mundo que está atento a cualquier novedad de cualquier reino.

Mis padres encerraron a Enzo en los calabozos pero los mellizos lo sacaron antes de que muriera de hambre, también me encerraron pero al final entendí su enojo y lo dejé pasar.

-¡Enzo, Raven te habla!-exclamo desde el pasillo llamando la atención de algunos guardias y el mencionado corre hacia mí.

Me quita el celular y empieza a hablar completamente animado con su próxima cuñada oficial, la boda sería en Abril y todos estaban cooperando para que la boda fuera perfecta.

La gira de mis primos y hermana estaba saliendo excelente, tanto así que la velocidad en qué hacían los conciertos era extraordinario, pero algunos lugares quedaron descartados y así fue como la gira se acortó y sólo va a durar otros tres meses, acabando así en el mes de Marzo.

-¡Dice Raven que esta Dafne está a nada de matar a Niko!

Todos se burlan de la situación y dejan que sigan ellos en lo suyo.

-¡Dice Raven que no puede dejar de pensar en Constanz!

-¡Deja de gritar todo lo que te dice mi hermana Enzo!

-Lo siento...

Al final, todo sigue tranquilo hasta que Raven corta la llamada y yo suspiro algo cansada.

Todo ha estado tranquilo respecto al reino, pero ahora el problema es la mafia.

Todos están desconformes con mi hermana Raven y su ausencia como jefa de la mafia, aunque mi hermano siendo también jefe, intenta calmar la situación, él no podrá siempre sólo.

-¿En qué piensas cariño?-pregunta Enzo para después darme un beso en la mejilla.

-Lo mucho que estos meses han sido una locura, ya son seis meses desde que todo empezó.

-Seis hermosos meses, aunque también algo tristes...

-Oigan, a qué no adivinan quiénes están aquí-llega Cassius interrumpiendo el momento, Enzo y yo alzamos nuestras cejas hacia él-, Raven, Sander, Amon, los gemelos y bueno, todos los que se fueron, están aquí.

Sonrío con mejor ánimo y vamos directo a la entrada donde ya todos se encontraban recibiendo a los recién llegados con una gran sonrisa.

-Alguien me envió una carta muy extraña-comienza Raven con una sonrisa tensa.

-¿Carta?-pregunta nuestra madre confusa y todos estamos igual.

Raven muestra un sobre sin dejar de sonreír y saca de esta una carta, la cual, empieza a leer.

-Raven Wells, estás advertida, debes elegir, ¿Cantante o mafiosa? No todo se puede princesita, es hora de que elijas o sufrirás las consecuencias. Atentamente: Las mafias que ya no forman alianza con ustedes hasta que decidas.

Nos mira a todos con una expresión de querer llorar y muerdo el interior de mi mejilla enojada.

-¿Ezekial, quiénes decidieron ya no formar de la alianza?

Mi hermano se mantenía sin expresión viendo hacia el suelo. Hasta que tomo su mano y levanta la mirada.

-Todos excepto la mafia Alemana, Rusa, Mexicana, Inglesa, Canadiense, Escocesa, Ucraniana, Coreana, China y Estado Unidense, los demás se han ido formando su propia alianza en contra de nosostros.

Raven jadea. -Son más de la mitad los que se han ido, esto es mi culpa, no debí haber accedido a ese video...

-Esto no es tu culpa Raven-le dice Ezekial mientras va hacia ella y la abraza.

-Nadie se mete con un Wells-dice mi padre Sebastian con una expresión de enojo.

Todos niegan.

-Es hora de que todos lo sepan.

¡SEGUNDO LIBRO TERMINADO!

No puedo creerlo, me tomó tres meses pero lo he terminado y estoy contenta con el resultado del segundo libro de esta maravillosa saga que se me ocurrió en un sueño, algo alocado pero sí, un sueño que en cuanto desperté lo anoté y todo se vino a mi cerebro dándome tantas ideas.

Agradezco el apoyo que he tenido a lo largo de estás dos historias y a aquellos que se vienen desde la primera y que comentan, votan y me dan más ánimos de seguir escribiendo.

Próxima historia.

Estaba pensando en esto.

➪Perfecto Descontrol. El libro 2.5. Historia de Niko y Dafne.

O

➪Perfecto Desastre. Libro 3. Historia de... ¡Raven y Constanz!

Leo sus comentarios.