EXTRA: LUCIEN Y SEBASTIAN

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OMNISCIENTE

Era un día malo, muy malo, ambos padres estaban buscando soluciones a los problemas del matrimonio que debía contraer su hija con el próximo rey de Rusia con tal de que no ataquen al país, pero ambos se sentían sofocados y agotados de no poder lograr soluciones con éxito.

Sentían que estaban siendo malos padres.

—Lucien debes controlarte.

Le dice Sebastian mientras toma el puente de su nariz con algo de hastio por la escena que monta su amigo.

El mencionado jala de su cabello mientras deja caer su frente sobre la mesa y trata de tranquilizarse.

—No quiero que nuestra hija haga algo que no quiere...

—En diez meses se convertirá en una maravillosa reina y estaremos a su lado pase lo que pase.

—Claro que lo haremos, confío en Meridia, pero tendrá que hacerse cargo de nuestras mafias, las cuales están con una tensión inevitable que me está volviendo loco.

Lucien golpea la mesa y Sebastian trata de acercarse pero se detiene cuando en su cabeza retumban las siguientes palabras: No lo hagas.

Lucien siempre ha tenido problemas para controlar la ira acumulada en cuanto de trata de su familia, pero más cuando es sobre sus hijos, esposa y su más fiel amigo, Sebastian.

Lucien se levanta y empiezo a caminar por todo el lugar atrapado en su mente y en algún momento, algo hace en su cabeza que lo mantiene ahora demasiado serio y pensativo.

—¿Lucien, hay algo más que te esté molestando?—le pregunta Sebastian acercándose a él con precaución.

El mencionado se encontraba mirando un punto fijo en el suelo y en cuanto ve al italiano en frente suyo se aleja dando un paso hacia atrás.

Eso hace que Sebastian se desconcierta pero vuelve a acercarse aún más.

Lucien se alejaba para atrás y Sebastian no dejaba de insistir en acercarse, hasta que ya no quedaba a dónde más escapar y la espalda de Lucien queda sobre la pared.

Ambos se ven serios hasta que el italiano es el primero en hablar.

—¿Qué te sucede Lucien? Estás comportándote algo extraño desde hace unas semanas. ¿Está todo bien? ¿Necesitas ayuda en algo? Sabes que...

—No necesito tu ayuda.

—¿Desde cuándo volvimos a llevarnos mal para que me hables de esa forma?

Lucien resopla y alza ambas cejas.

—¿Te puedes alejar?

Sebastian sonríe de medio lado y entrecierra sus ojos hacia Lucien algo curioso e interesado, habían unos cuantos centímetros que los separaban, pero Sebastian se encarga de acortar un poco más esa distancia acercando su cuerpo al de Lucien.

El cual, lo ve con una expresión aburrida aunque su corazón bombeaba con una velocidad tan parecida a como lo hace cuando está cerca de Morrigan.

—Aléjate.

—¿Por qué?

—Sólo... aléjate.

—No.

Lucien lo empuja con violencia y Sebastian toma las manos de Lucien logrando ponerlas detrás de su espalda y pegar su rostro en la pared.

Junta sus labios en su oreja y susurra:

—Dime que te sucede y te suelto.

—No.

Perfecto Desorden [PERFECTOS 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora