Perfecto Desorden [PERFECTOS 2]

TREINTA

Canción en multimedia—Mum de Luke Hemmings

MERIDIA

UNA SEMANA DESPUÉS — 1 DE NOVIEMBRE.

La jaqueca después de una fiesta es lo peor, por suerte yo ya no paso por nada eso desde que decidí no beber más de un vaso cuando sé que debo vigilar a los monstruos que tengo como primos, hermanos, amigos y novio.

Nuestros padres decidieron ir a Canadá a hacer una visita a su cuartel de la mafia y también pasar un mes completo fuera y lejos de todo. Sí, hasta de nosotros. No es que nos moleste o algo, a veces ellos también necesitan su tiempo y esto puede ayudarlos... y tal vez también a nosotros.

Hace dos días volví después de estar en coma por un mes, una locura todo lo que pasó en ese tiempo pero me parece sorprendete las cosas que han cambiado. Nikolay prometió buscar la forma de no vivir con rencor hacia Rossanna, entiendo que lo que ella hizo no estuvo para nada bien, pero aprendí que no podemos vivir enojados siempre, tenemos límites y hay que saber controlarnos.

Suspiro mientras veo como Raven le da un zape a Ezekial, quien la ve de mala forma mientras revisa algo en su celular para después sonreír.

Se levanta y toma su sudadera, pero antes de que pueda irse este Cassius junto a Doug lo agarran y lo obligan a sentarse nuevamente.

—¿Pero qué...

—¿A dónde vas?—le pregunta Doug sin dejar de agarrarlo.

—Voy a salir, ¿Acaso no puedo?—pregunta poniendo los ojos en blanco y cruzando los brazos.

—¿Salir a dónde y con quién?—cuestiona Cassius sin dejar de ver a mi hermano.

Todos los presentes se veían curiosos por aquella escena pero también sabían la razón del porqué no dejaban que Ezekial se fuera.

—He estado mejorando, estaré bien.

—La psicóloga dijo que siguieras así, que no tengas sexo por otro mes no te hará daño—le dice Amon y mi hermano bufa.

—Llevo nueve meses en tratamiento y con la psicóloga, estoy bien, no estoy grave porque la adicción o el impulso no creció de una forma muy preocupante, me ayudaron a encontrar ayuda antes de empeorar, estoy bien, he sabido controlar mis impulsos, confíen en mí, por favor...

Ve a todos suplicante hasta que sus ojos caen en mí y yo suspiro con pesadez.

—Una tontería tuya de volver a ser impulsivo y tener sexo como un maldito conejo sin control y te juro que esta vez si te interno Ezekial—asiente una sola vez y se levanta pero esta vez parece dudar.

Me ve una última vez antes de empezar a caminar dándonos la espalda hasta que se detiene, veo como baja sus hombros y también su cabeza dando vuelta de nuevo hacia nosotros y regresando a su asiento.