Perfecto Desorden [PERFECTOS 2]

VEINTINUEVE

Canción en multimedia—Legends never die de Against the ocurret

NIKO

Ha pasado un mes ya desde que Meridia ha estado en coma, después de la muerte de Beatrice y sus cómplices tuvimos que volver de inmediato al hotel para que Raven, Amon y Sander pasarán tiempo con los fans.

Yo sólo me quedaba en el hotel encerrado hablando con Enzo, algunas veces con Luca y Constanz, la cuál está muy al pendiente de la gira.

La primera razón por la cual no salgo es porque mi aspecto empeora cada vez más, la segunda es que debo estar al pendiente del manejo en el reino del cual me apoyan mis padres con algunas cosas, la tercera es que estoy preocupado de que Meridia enserio no despierte y la cuarta... Simplemente no quiero ver a esa chica de cabello blanco que no ha dejado de estar en mi cabeza.

Echo mi cabeza hacia atrás y cierro los ojos algo agotado.

Elaina, Florence, Thomas, Chase y los gemelos seguían aquí y agradezco el hecho de que no han realizado ninguna travesura que nos haga quedar mal, se han comportado dentro de lo que cabe, muy bien la verdad.

Tocan la puerta y algo animado al saber que sería servicio a la habitación con mi cena, camino hasta la puerta encontrándome con esa chaparra de cabello blanco pero mi comida no está.

Mi piel se eriza por completo al ver a Dafne, venía con un hermoso vestido corto y con un escote muy profundo que le llega hasta el ombligo, aparto la mirada a la pared detrás de ella para no verla de alguna forma que le incomode o moleste.

Carraspeo. —¿Necesitas algo Dafne?—le pregunto al final.

—Vamos a salir de fiesta, no llegaremos tarde pero sólo querían los chicos que te avisara y que no te preocuparas por ellos.

Antes de que se pueda ir yo la tomo de la mano y la obligo volver a verme.

—¿Cómo no voy a preocuparme por ellos? Elaina y Florence son menores de edad..

—El lugar de fiesta es entrada a jóvenes de 15 a 25 años, sirven cualquier tipo de bebidas, con o sin alcohol, ellos estarán bien, los voy a cuidar y...

—¿Tú los vas a cuidar?—alzo una ceja claramente sorprendido y algo dudoso.

Ella me ve ofendida y sus mejillas se ponen algo rojas y veo sus labios cuando ella se encuentra mordiendo de su labio inferior y mantiene el ceño fruncido, claramente irritada y ofendida por mi pregunta.