XIX

1.7K 153 46
                                    

El peor plan del mundo

Al fin, regresamos a Alfea.

Sin embargo, nuestra vuelta tampoco es para tirar cohetes, teniendo en cuenta el peligro inminente que suponen las Trix, además del eterno cielo nublado que hace difícil saber si es de día o de noche.

Aterrizamos, cada uno en sus pensamientos, y somos recibidos por Faragonda y el abuelo Saladino. Un peso se cae de mis hombros al ver que este último está en perfecto estado.

- ¡Sed todos bienvenidos! - nos saluda Fargadona.

Le sonrío antes de correr hacia mi abuelo cual niña pequeña y me agacho a su altura para poder abrazarle, él me recibe con los brazos abiertos. Noto que también parece relajarse momentáneamente, probablemente estaría preocupado.

No tardo mucho en separarme, rascándome la nuca algo avergonzada por mi repentino ataque de cariño, aunque Saladino no parece ni un poco molesto.

- Faragonda mencionó lo que debíais hacer, ¿lo conseguisteis?

Asiento. - Más o menos, pero pude rescatar esto. - levanto la mano para mostrarle mi anillo. El abuelo asiente, reconoce el objeto.

Me sonríe orgulloso y yo me siento un poco mejor. Los demás acaban de bajar de la nave y saludan a ambos directores.

Observo a los especialistas un breve segundo antes de volver a mirar al abuelo.

- ¿Les dejaste ir a por nosotras porque estaban preocupados o porque tú lo estabas? - pregunto sin rodeos.

El anciano aparta la mirada, haciéndose el inocente mientras asiente con la cabeza a sus alumnos a modo de saludo. - No sé a qué te refieres.

- Abuelo... - le advierto.

- ¡Estabas en un planeta abandonado siendo un hada de primer año, y ellos estaban más que dispuestos a ir! ¿Qué querías que hiciera?

Niego con la cabeza, le diría que no debe ser tan protector, pero con los tiempos que corren no me extraña que esté tan inquieto.

Una vez ve a todas las Winx, Faragonda vuelve a hablar - ¿Cómo estáis, queridas?

- Bien, señora Faragonda. - responde Bloom por todas.

Todas asentimos también.

Tal vez la misión a Domino no resulte en general de mucha ayuda para la batalla contra las brujas, pero sí nos ha dado, aunque sea, un par de respuestas. Siento mi cabeza más clara y decidida ahora.

- Así que vuestra misión ha tenido éxito. - señala mi abuelo a sus alumnos.

- Conseguimos encontrarlas. - confirma el rubio por sus compañeros.

- Brandon... - empieza a decir Bloom, pero se detiene en seguida - Quiero decir, el príncipe Sky y los otros especialistas... - está algo cortada, así que Stella la codea.

- Ah, sí. ¡Llegaron a Domino justo a tiempo! - completa.

El ya mencionado príncipe sitúa sus manos sobre sus caderas, mostrándose muy orgulloso por ello.

Musa interrumpe la conversación metiéndose en medio de Stella y Bloom, todo para señalar en dirección a Kiko, no muy lejos de nosotros, sentado en el césped, un pequeño animal parece jugar con él.

- ¡Eh! ¡Mirad!

- Parece que Kiko ha encontrado un amigo. - observa también Tecna.

Frunzo el ceño, ese nuevo amigo es un pequeño pato púrpura...

MagicalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora