XII

818 90 19
                                    

¿Ron? ¿Cómo la bebi..?

- ¡Qué bien! ¡La fiesta de inauguración de Fuente Roja!

Si, después de tanto esperar. Por fin, la escuela de nuestros amigos está completamente restaurada.

Al menos, eso es lo que decía en los cárteles.

- Aunque fue destruida, ¡todavía tiene un aspecto impresionante!

Estoy de acuerdo con la afirmación de Musa.

Sin embargo, no del todo.

Aunque han conseguido poner el edificio totalmente de pie de nuevo, aún hay grandes brechas por las paredes, como cicatrices curadas, pero aún prevalentes que nos recuerdan qué sucedió en la escuela hace unos meses, aunque parece que ya ha pasado media vida.

Mientras caminamos a la entrada principal, resguardada por un par de guardias, no puedo evitar mirar a mí alrededor, buscando a mi familia.

La última comida no había sido, precisamente, cómoda. Con quién estoy en mejores términos es con mi primo - dado que ya hemos hablado del tema suficiente - y con mi tío.

Este último también lo sentía pero, también comprendí que aquello que sucedió entorno a la abuela había sucedido mucho antes de que él y mi tía se conocieran. No sentía que era su secreto a revelar.

Y lo comprendo, de verdad, es solo que son esta clase de cosas las que me recuerdan cuántos años he permanecido lejos de ellos, una parte de mí sigue sintiéndose como una desconocida.

Y luego está mi padre, con él si que estoy furiosa.

Justo cuando creía que por fin estaban llegando a un camino en común, ¡pum! más sorpresas familiares.

- Señor Avalon, ¡muchas gracias por traernos!

Vuelvo en mí ante el agradecimiento de Bloom nada más nos detenemos.

- Ha sido un placer, así conoceré a los profesores - afirma el hombre que encabeza nuestra marcha, con una sonrisa amable para restarle importancia.

Yo hago una mueca. Nos ha pagado el billete del autobús, lo cual es un detalle de su parte, aunque su postura era que se trata de su manera de agradecer que le hayamos mostrado el camino hasta Fuente Roja.

Bloom le mira con una gran sonrisa en sus labios, totalmente embelesada. Está así desde que Avalon llegó a Alfea, prácticamente va detrás de él como un cachorro. Y aunque él no ha hecho nada ni remotamente inquietante, aún así estoy a la defensiva con él.

- Adelantaos vosotras. Yo tengo que esperar aquí - insiste.

- ¿Pero, no viene con nosotras?

Giro rápidamente mi cabeza hacia Bloom, sorprendida por tantas confianzas a un profesor. Por suerte, el adulto no parece perder la compostura.

- Me temo que tengo que reunirme con el profesor Codatorta. Pero Bloom, ¿me harías el favor de cuidar de las demás mientras yo no estoy?

¿Ahora estamos en una excursión?

Aún así, mi amiga asiente con rapidez, casi parece que acaba de aceptar un cargo de máxima responsabilidad. Está muy rara.

- ¡Puede contar conmigo!

- Eso es lo que quería oír.

El profesor Avalon no tarda en retirarse educadamente con un movimiento de mano y una sonrisa afable. Y yo le doy una mirada inquisitiva a Bloom, que no está para nada atenta a ninguna de nosotras.

MagicalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora