XVII

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Héroe

C: llegas tarde :[

Suelto un suspiro de exasperación entre el gentío. A veces, se me olvida que Charlie es mayor que yo, sobretodo cuando tiene la paciencia de un niño.

B: No yo llego tarde. Faltan cinco minutos, listillo.

C: Pues la mayoría ya estamos aquí, listilla.

B: Además, le prometí a Lance que le acompañaría.

C: Interesante 7u7

C: Cuéntame más

Lo dicho, un niño. Giro los ojos. Casi puedo imaginarmelo cantando alguna melodía irritante para burlarse.

B: Nada de "interesante". Es que tus indicaciones son una basura.

C: ¡OYE!

Río para mí misma. Hablar con él es fácil, es como tener otra versión de Brandon, solo que menos deportista y más gay. Decido que su cascada de emoticonos para irritarme no es importante y guardo el móvil en mi bolsillo trasero. Aprovecho para leer más del grimorio, a pesar de las personas y sentada en la fuente de la plaza.

Porque sí, lo he traído a Magix, desde que salvé a Jake de convertirse en una especie de jinete del apocalipsis no dejo de pensar en todas las posibilidades que tendrá este diario frente a Darkar.

Por desgracia, tan solo me dá tiempo para leer apenas unas líneas.

- ¡Lo siento! ¡Lo siento! ¿Te he hecho esperar mucho?

Levanto la vista, Lance se ha abierto paso a trompicones entre el gentío - por algo no siempre es buena idea quedar en la capital de la Dimensión Mágica en determinadas horas -, parece que ha corrido una maratón. Tardo unos minutos en procesar su pregunta, me resulta raro verle sin el delantal de camarero.

- No tanto. - consigo responder mientras guardo el grimorio en un bolso que me ha prestado Stella. Me levanto. - Relájate, no estamos trabajando, Greta no te matará por llegar tarde.

Lance parece reírse ante mi broma, aunque parece algo tímido, a veces, me parece un cachorro. Aunque mejor no le digo eso, capaz y se ofende.

- Aún así, no quería llegar tarde en su cumpleaños.

Hago un gesto para restarle importancia: - Tranquilo, en realidad es muy dulce. Solo que a primera vista...

- ¿Parece que puede convertirte en piedra con su mirada?

Esta vez, soy yo quién ríe: - Más o menos. ¿Vamos? - Lance asiente. El restaurante del Palace no está muy lejos, de todas formas. Algo oculto en la plaza por eso.

Y está más oculto si tu gps es el mareado de Charlie.

También resulta una tarea difícil al ser un lugar y hora tan concurridas en la ciudad, apenas puedo dar dos pasos sin darme de codazos. Suelto una queja, algunos pueden ser tremendamente maleducados. Lance empieza a alzar su brazo bronceado por encima de mi cabeza, cosa que le agredezco con la mirada. Me dice algo que no entiendo, hay demasiada gente.

- Perdón, ¿qué? - digo deteniéndome.

Lance agacha un poco su rostro a mi cara para poder decírmelo al oído: - Digo que gracias por acompañarme.

Me aparto, asiento: - Ah, eso. No es nada. - me alzo de puntillas para poder hablar con él también, parece que tampoco puede oírme - Entre tú y yo, el año pasado me perdí, ¡pero fue por culpa de Charlie!

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