VII

2.8K 193 82
                                    

¡Enjabonar! ¡Aclarar! ¡Secar!

— ¡Vuestra intrusión en el castillo de Torre de Nubes ha sido una absoluta y grosera falta de educación!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¡Vuestra intrusión en el castillo de Torre de Nubes ha sido una absoluta y grosera falta de educación!

Bueno, me han dicho cosas peores.

— Por esa razón se os ha despojado de vuestros poderes — Griselda se levanta de su escritorio y se acerca amenazante hacia nosotras. — ¿Es suficiente castigo? ¡Para mí suficiente no es bastante!

Claro que no, si fuera por ella nos habría enviado a un centro de menores.

O nos habría atizado con una regla, tiene aspecto de ser una mujer de la vieja escuela.

Aún así, al ver la mirada amenazante de la mujer de gafas sobre nosotras, las Winx intercambiamos miradas preocupadas.

Siento escalofríos, esto no me va a gustar nada.

— No, así que, para que recordéis esta lección, ¡os pasaréis todo el día en la escuela y limpiaréis todo el castillo de punta a punta! — siento mis piernas temblar.

¿Ha dicho limpiar todo el castillo?

¿TODO EL CASTILLO?

— ¿El castillo entero? — pregunta temblorosa Flora, como si me leyera la mente. La mirada severa de Griselda, junto a su tono de voz, se calman brevemente.

— No, sólo los pasillos, las aulas y los baños.

Ah, bueno.

Somos seis personas, no será fácil, pero tampoco muy terrible.

Eso espero, al menos.

— Ah, vale. Entonces, de acuerdo. — empieza a hablar mi rubia amiga — La verdad, pensé que iba a ser peor. — Bloom se ríe ante su comentario, pero Griselda no, ella la ignora y hace aparecer frente a nosotras diversos utensilios de limpieza.

— Ya que, por el momento, no tenéis acceso a vuestros poderes mágicos... — la adulta toma una de las escobas y se la da a Stella, que la toma cómo si fuese el objeto más extraño que ha visto en su vida. — ¡Estas serán vuestras herramientas!

— ¡Qué objeto más extraño! A ver qué es lo que dice mi ordenador sobre él... — Tecna empieza a teclear en su pequeño portátil mientras yo la miro cómo si de repente le hubiese crecido otra cabeza.

¿Qué tan diferente es Zenith, su planeta natal, de éste? ¿O del mismo planeta Tierra?

Sé que allí son los más avanzados en tecnología, pero...

— Ah, y una cosa más, — interviene la subdirectora mientras cierra la pantalla del hada de la tecnología — no se permiten aparatos tecnológicos. — río ante la cara de horror de mi amiga.

— Eso es terrible.

— Si, ya veo, las malas noticias te han afectado mucho. — se burla su compañera de habitación.

MagicalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora