Capítulo 36: Perro sarnoso

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POV Jade/Hermione
Harry y Ron habían llegado mientras me encontraba adelantando algunas tareas, se acercaron a mi asiento mientras dejaba unos pergaminos secando, realmente me gustaba escribir con plumas, pero extrañaba los lapiceros por su eficiencia, era mucho más fácil y no tardaban en secar como la tinta.

— ¿Me puedo sentar? — me preguntó Harry.

— Supongo que sí — contesté verificando con la mirada que mis trabajos no estuvieran en riesgo, retiré un montón de pergaminos que había sobre la silla.

— ¿Qué tal lo llevas? —preguntó Harry.

— Bien. Ya sabes, trabajando duro — respondí sonriendo, Tom me ayudaba con una que otra materia, pero no lo dejaba hacer mis tareas, aun así, era de mucha ayuda.

— ¿Por qué no dejas un par de asignaturas? —preguntó de repente.

Ante eso me detuve, esta conversación marcaba algo importante en el libro ¿no es así?, al instante suspiré.

— No creo poder Harry — respondí regalándole una sonrisa suave.

— La Aritmancia parece horrible —observó Harry, cogiendo una tabla de números particularmente abstrusa.

— Bueno, para mi es una materia interesante — dije con sinceridad — Es una de mis asignaturas favoritas.

Pero antes de poder proseguir, en aquel preciso instante resonó un grito ahogado en la escalera de los chicos. Cerré los ojos con fuerza, ya imaginaba que había pasado. Todos los de la sala común se quedaron en silencio, petrificados por el grito de horror, mirando hacia la entrada. Se acercaban unos pasos apresurados que se oían cada vez más fuerte. Y entonces apareció Ron arrastrando una sábana.

— ¡MIRA! — gritó, acercándose a zancadas tan grandes como sus piernas le permitían en dirección a mi mesa — ¡MIRA! — repitió, sacudiendo la sábana delante de mi cara.

— ¿Qué pasa, Ron? — dijo Harry intentando alejarlo un poco de mí.

— ¡SCABBERS! ¡MIRA! ¡SCABBERS!

Al instante me aparté de Ron, echándome hacia atrás. Harry y yo observamos la sábana que sostenía Ron. Había algo rojo en ella. Mejor dicho, había sangre…

— ¡SANGRE! — exclamó Ron en medio del silencio —. ¡NO ESTÁ! ¿Y SABES LO QUE HABÍA EN EL SUELO?

— ¡mi gato no le hizo nada! — dije con voz firme.

Ron tiró algo encima de mi traducción rúnica, sabía lo que era. Harry se inclinó hacia delante. Sobre las inscripciones extrañas y espigadas había unos pelos de gato, largos y de color canela.

— Eso no significa nada Ronald, mi gato no lo hizo — dije seriamente.

— ¡¿Cómo lo sabrías?! ¡no puedo creer que te atrevas a negarlo! ¡es ovio que fue tu gato! ¡díselo, Harry! — dijo y Harry no parecía querer meterse en la discusión.

— No importa lo que me digas Ron, conozco a mi gato — dije mi se puso rojo de la furia.

— ¡entonces eres una niña tonta! ¡no quieres ver la verdad! — dije siendo sostenido por Harry y Neville antes de que pudiese lanzarse contra mí.

— Tu rata sigue viva, y solo piensas desquitar tu furia conmigo — dije recogiendo todo con un movimiento de varita, ante la mirada de sorpresa de todos.

— ¡¿Cómo estás tan segura?! ¡maldita mocosa! ¡s-sangre sucia! — dijo y todo se sumió en un muy incómodo silencio.

Vi el arrepentimiento en los ojos de Ron, mientras lo miré inexpresiva, pronto vi como los gemelos entraban junto a Lee Jordan, pero se detenían ante la tensión que estaba en la sala común. Mis manos se hicieron puño, pero no me atrevía a golpearlo, era insensato, por muy idiota que fuera, nunca pensé que me diría eso.

¡¿Soy Hermione Granger?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora