Capítulo 94: Thestrals

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POV Jade/Hermione
Como era de esperar, efectivamente, el sapo tenía que llegar en la mejor parte, debí utilizar a Peeves para deshacerme de ella por un rato más, pero no podía usar municiones estúpidamente, solo haría que se aceleraran sus malditos decretos, y no pensaba ayudarla.

— ¡Rápido, escondámonos! — dijo Harry.

Tomó la capa invisible y se la echó encima cubriéndome, mientras Ron rodeaba la mesa y corría a refugiarse bajo la capa. Apretujados, retrocedimos hacia un rincón. Fang ladraba furioso mirando la puerta, sin duda merecía su pedazo de carne de dragón. Hagrid estaba muy aturdido.

— ¡Esconde nuestras tazas, Hagrid!

Él tomó las tazas de Harry y de Ron y las puso debajo del cojín del cesto de Fang. El perro arañaba la puerta con las patas delanteras, y Hagrid lo apartó con un pie y abrió. Umbridge estaba plantada en el umbral, con su capa verde de tweed y un sombrero a juego con orejeras, más seguía siendo verde, por lo que resaltaban sus colores. Se echó hacia atrás con los labios fruncidos para ver la cara de Hagrid, que parecía horrorizado con lo que veía, aunque ella le llegaba a la altura del ombligo.

— Usted es Hagrid, ¿verdad? — dijo despacio y en voz muy alta, como si hablara con un sordo.

A continuación entró en la cabaña sin esperar una respuesta, dirigiendo sus saltones ojos en todas direcciones, que imbécil, pero ella debería hacer las planas que nos torturan tanto.

— ¡Largo! —exclamó con brusquedad agitando su bolso frente a Fang, que se le había acercado dando saltos e intentaba lamerle la cara a Hagrid. — Oiga, no querría parecer grosero — dijo Hagrid mirándola fijamente — pero ¿quién demonios es usted?

— Me llamo Dolores Umbridge.

Umbridge recorrió la cabaña con la mirada. En dos ocasiones fijó la vista en el rincón donde estaba Harry apretado entre Ron y Hermione.

— ¿Dolores Umbridge? — repitió Hagrid absolutamente confundido — Creía que era una empleada del Ministerio. ¿No trabaja con Fudge?

— Sí, antes era la subsecretaria del ministro — confirmó la bruja, y empezó a pasearse por la cabaña reparando en todo, desde la mochila que había apoyada en la pared hasta la capa de viaje colgada del respaldo de la silla — Ahora soy la profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras…

— Es usted valiente — comentó Hagrid — Ya no hay mucha gente dispuesta a ocupar esa plaza.

— … y la Suma Inquisidora de Hogwarts — añadió “miss Dolores de cabeza” Umbridge como si no hubiera oído el comentario de Hagrid.

— ¿Qué es eso? — preguntó él frunciendo el entrecejo.

— Precisamente iba a preguntarle lo mismo — dijo Umbridge señalando los trozos de porcelana de la taza que Ron había roto al correr hacia nosotros y ahora se encontraba en el suelo en el suelo.

— ¡Ah! — exclamó Hagrid, y sin poder evitarlo miró hacia el rincón donde estábamos escondidos — ¡Ah, eso! Ha sido Fang. Ha roto una taza. Por eso he tenido que usar esa otra.

Hagrid señaló la taza con la que había estado bebiendo. Umbridge dejó de pasearse y miró a Hagrid, fijándose en todos los detalles de su apariencia. Su ropa todavía tenía manchas de sangre, pero al contrario de la historia original, estaba en perfectas condiciones.

¡¿Soy Hermione Granger?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora