Capítulo 45: Madriguera

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POV Jade/Hermione
Llegó el momento de ir al encuentro con Ambrose, por lo que, como ya comenzaba a ser costumbre, los chicos me seguían escondidos en mi sombra, llegué más temprano de lo esperado, por lo que me senté y ordené un café.

Al instante puso unos libros frente a mí, estaba contenta, además de haber traído una bolsa considerable de cartas. Me rodeó y se sentó frente a mí, igualmente pidió un café. 

— Hermione, ya te ves mucho mejor — dijo y alcé una ceja extrañada.

— ¿por qué dices eso? — dije y sonrió.

— Bueno, es que parecías estar triste, pero de una forma más difícil y compleja de explicar… — dijo y sonreí algo triste — sobre todo para una chica de tu edad — dijo y sacó una caja de chocolates que extendió en mi dirección — eres una gran chica Hermione, que nadie te haga creer lo contrario, la chica soñadora y decidida que escribió esas historias, esa eres tú.

— ¿Cómo estás tan seguro? — dije desviando la mirada con algo de ironía.

— Te conozco desde que tienes siete años, he trabajado contigo, somos familia ¿recuerdas? Tu misma lo dijiste.

— Pero nunca terminas de conocer a alguien — dije intentando refutar sus palabras.

— He visto tu evolución en estos años por medio de tu escritura, tu evolución como escritora equivale a la evolución como persona — dijo y por fin hicimos contacto visual, a lo que sonrió — no sé para que te preparas tanto, con esa cuenta de ahorros, con tus calificaciones perfectas, que tanto planeas en esa cabecita, ves muy a futuro… tal vez no estoy contigo todo el tiempo, pero se que tus decisiones son muy precisas, incluso mejores a la de un adulto promedio.

— Estas exagerando, muchas veces improviso — dije y sonrió. — después de todos estos años trabajando juntos, con este secreto…    

— Todos tenemos secretos, y siempre hay razones de peso para callar… no tengo porqué juzgarte… te apoyaré con todo lo que pueda…

— Gracias… creo que realmente necesitaba oír eso… — dije y sonreí pon fin.

— No estás sola Hermione, siempre te vamos a apoyar en todo lo posible — dijo me sonrió volviendo a revolver mi cabello.

Era la tercera vez que me lo decían, y apenas podía comenzar a asimilar que era cierto, aunque no están todo el tiempo conmigo, yo no estaba sola.

Al final nuestro pedido llegó, hablamos de todo y de nada, preguntó acerca de la escuela, a lo que contesté con cosas simples, terminando por presumir acerca de mis calificaciones, como todos los años. Alrededor de una hora más tarde, era momento de irme, Ambrose me dio el dinero acordado y un tanto extra, por lo que alcé la mirada algo extrañada.

— ¿Y esto? — dije sin entender.

— Dimitri y yo pensamos en darte este dinero, queremos que lo gastes como quieras, eres millonaria, lo sé, pero este es un obsequio de parte de nosotros. — dijo un tanto inseguro. — por favor, acéptalo, puedes comprar lo que quieras, una patineta, vestido, ropa cómoda, una bicicleta, no sé, algo con lo que te puedas divertir y salir a jugar con tus amigos. — ante eso sonreí y asentí.

— Gracias — dije mientras le daba un abrazo.

(…)

Llegué a casa unos quince minutos antes de la hora, aun así, algo me decía que tardarían en llegar, guardé y bajé todas mis maletas, justo a tiempo, ya que mis padres llegaron, sonreí mientras mis padres sonrieron al ver mis cosas, acariciaron mi cabeza con cariño para después depositar un beso en mi cabeza.
  
Poco después escuchamos una ligera explosión proveniente de la chimenea, donde aparecieron llamas verdes acompañadas del señor Weasley y los gemelos, quienes me sonreían llenos de alegría ¿acaso Ron no les dijo nada? Fue lo que pensé antes de ser envuelta en un cálido abrazo de parte de mis copias favoritas.

¡¿Soy Hermione Granger?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora