¡¿Soy Hermione Granger?!

Capítulo 29: Quidditch, Dementores y problemas

POV Jade/Hermione
El viento era tan fuerte que nos tambaleamos al entrar en el campo. A causa del retumbar de los truenos, no podíamos saber si la multitud nos aclamaba, lo que menos me importaba ahora, pues mi prioridad sería Harry. La lluvia rociaba los cristales de las gafas de Harry ¿Cómo demonios iban a ver la snitch en aquellas condiciones? Tal vez había pedido mucho, pero estoy segura de que puede lograrlo, solo necesitaba sacar a los dementores de la jugada.

Los de Hufflepuff se aproximaron desde el otro extremo del campo, con la túnica amarillo canario. Los capitanes de ambos equipos se acercaron y se estrecharon la mano. Diggory sonrió a Wood, pero Wood parecía tener ahora la mandíbula encajada y se limitó a hacer un gesto con la cabeza, parecía algo disgustado por la sola presencia de Cedric.

- suban a sus escobas. - señaló Hooch.

Sacamos nuestros pies del barro, contrario a lo que pasaba en el libro y la película, ahora parecía que no importaba el clima, los chicos ardían en determinación, y eso me hacía sentir fuerte, respaldada. Subimos a nuestras escobas. La señora Hooch se llevó el silbato a los labios y dio un pitido que sonó distante y estridente... y Dio por comenzado el partido.

Harry se elevó rápidamente, pero la Nimbus 2000 oscilaba a causa del viento. Procuraba estar al tanto de sus movimientos, pero era más difícil si yo también debía cubrir mi puesto. Al cabo de cinco minutos, apenas podíamos ver a nuestros compañeros de equipo y menos aún la pequeña snitch. Harry atravesó el campo de un lado a otro, adelantando bultos rojos y amarillos, sin idea de lo que sucedía.

En dos ocasiones estuvo a punto de ser derribado por una bludger, que me aproximé rápidamente a detener y anotar puntos, pude distinguir en Harry que se encontraba frustrado, ya que su visión estaba tan limitada por el agua de las gafas. Hasta parecía perder la noción del tiempo, pero realmente se esforzaba. Era cada vez más difícil sujetar la escoba con firmeza para los chicos, pero procuraba anotar algunos puntos, por lo menos en lo que vigilaba a Harry.

Fue entonces que, tal como esperaba, el cielo se oscureció, como si hubiera llegado la noche en plena mañana. Comencé a seguir a Harry, que dos veces estuvo a punto de chocar con otro jugador. Todos estaban ahora tan calados, y la lluvia era tan densa, que apenas podía distinguirlos... Con el primer relámpago llegó el pitido del silbato de la señora Hooch.

Harry y yo sólo pudimos ver a través de la densa lluvia la silueta de Oliver, que nos indicaba por señas que descendiéramos. Todo el equipo aterrizó en el barro, salpicando para todos lados.

- ¡He pedido tiempo muerto! - gritó a sus jugadores - Vengan aquí debajo.

Se apiñaron en el borde del campo, debajo de un enorme paraguas. Harry se quitó las gafas y se las limpió con la túnica.

- ¿Cuál es la puntuación? - preguntaron.

- setenta puntos a nuestro favor. Pero si no atrapamos la snitch, seguiremos jugando hasta la noche.

- Con esto me resulta imposible - respondió Harry, blandiendo las gafas.

En ese instante me sumí en mis pensamientos llamando la atención de los chicos, sobre todo de Harry, ya que sabía que cuando eso pasaba, encontraba una solución, y así fue, recordé lo que Hermione hizo para solucionarlo en ese momento, sonreí llamando la atención de todos, a estas alturas, la pequeña Hermione de los libros me seguía ayudando mucho.

- ¡Tengo una idea, Harry! ¡Dame tus gafas, rápido! - dije y me las entregó sin dudar, y ante la mirada de sorpresa del equipo, golpeé las gafas con mi varita, que llevaba en amarrada a mis pie debajo de mi calzado.

- Impervius - después se las devolví a Harry sonriendo - Ahí las tienes: ¡repelerán el agua!

- ¡Magnífico, Hermione! ¡eres la mejor! -exclamó Oliver emocionado mientras Harry asentía, pareciera que le habían quitado las palabras de la boca - ¡De acuerdo, vamos a ello!