¡¿Soy Hermione Granger?!

Capítulo 106: Venganza Segunda Parte

POV Jade/Hermione

Estaba algo ansiosa, no sabía por qué; avanzaba poco a poco con las tareas, volví al ritmo intenso de estudio leyendo y modificando uno que otro artefacto, ahora era momento de trazar el orden de captura de los horrocrux, la diadema la tengo que esconder, pues será la última por la que venga, justo como en el libro.

Mi primer objetivo será el anillo de los Gaunt, ¿tendría que matar a Nagini de una vez por todas? Si lo hago me ahorro muchos problemas y claro, podría curar a Snape cuando este a punto de morir, pues no tendré que deshacerme del veneno de Nagini, lo hará más práctico. Después del enfrentamiento con Nagini, será momento de ir tras la copa, eso me nos llevaría a la batalla final, cuando Voldemort muestre desesperación por conseguir aquello que le queda.

Todo terminara cuando busque acabar con Harry, si, tal vez así logre salvar más vidas. Salí de mi ensimismamiento cuando comencé a escuchar alboroto por todos lados, los gemelos me acorralaron en un pasillo y sus miradas brillaron juguetonas, Fred me acercó a él y me besó, entonces lo supe, esta era su despedida hasta que nos volviéramos a encontrar.

George no se quedó atrás reclamado mi cuello y poco a poco Fred abandonó mis labios para que esta vez besara a George, el bajó sus besos al otro lado de mi cuello, justo como la primera vez que lo hicimos en la casa de Sirius. Se escucharon los gritos de Umbridge a lo lejos, George atrapó mi labio inferior y lo mordió algo desesperado, mientras sentí como Fred succionaba mi cuello, eso dejaría una marca grande, pasó su lengua y mordió ligeramente mi clavícula.

— Nos veremos en vacaciones pequeña leona — susurró Fred.

— Cuídate y sobrevive al sapo rosa — susurró George, separándose ligeramente.

— Me hubiese encantado robarte ahora mismo, pero sabemos que si no has hecho nada por ti misma hasta ahora es porque tu tienes todavía cosas que hacer — susurró Fred.

— Cuídense y no se metan en tantos problemas en mi ausencia — sonreí.

— Nunca — dijeron ambos.

— Te prepararemos una sorpresa — comenzó George.

— Tan grande que no olvidarás — aseguró Fred y sonreí.

Tras eso salieron en medio de todo el desastre dándose a notar, mientras seguían soltando sus creaciones y salían corriendo rumbo al GC, pero era evidente que no llegarían. Al cabo de otros 10 minutos los estudiantes estaban de pie formando un gran corro a lo largo de las paredes, algunos estaban cubiertos de una sustancia que parecía jugo fétido, además de alumnos, también había profesores y fantasmas, estaba orgullosa de poder presenciar el momento en el que mis gemelos Weasley se harían leyenda.

Entre los curiosos destacaban los miembros de la Brigada Inquisitorial, que parecían muy satisfechos de sí mismos, y Peeves, que cabeceaba suspendido en el aire, desde donde contemplaba a Fred y George, que estaban sentados en el suelo en medio del vestíbulo. Era evidente que acababan de atraparlos.

— ¡Muy bien! — gritó triunfante Umbridge, que sólo estaba unos cuantos escalones arriba contemplaba a sus presas desde ahí — ¿Les parece muy gracioso convertir un pasillo del colegio en un pantano?

— Pues sí, la verdad — contestó Fred, que miraba a Umbridge sin dar señal alguna de temor. Filch, que casi lloraba de felicidad, se abrió paso a empujones hasta Umbridge.

— Ya tengo el permiso, señora — anunció con voz ronca mientras agitaba un trozo de pergamino — Tengo el permiso y tengo las fustas preparadas. Déjeme hacerlo ahora, por favor...