Capítulo 63: ¿quieres ir conmigo?

3.8K 580 152
                                    

POV Jade/Hermione
Un nuevo día, todo estaba tranquilo, y al parecer el ambiente de las personas que estaban en contra de Harry cesó rápidamente después de su desempeño en la prueba, Harry ya ni siquiera me miraba, parecía estar sumamente decepcionado, aunque no entendía por qué. Pronto llegó clase de transformaciones.

- ¡POTTER!, ¡Weasley!, ¿podrían prestar atención? - La irritada voz de McGonagall restalló como un látigo en la clase de Transformaciones del jueves, y tanto Harry como Ron se sobresaltaron.

La clase estaba acabando. Habíamos terminado el trabajo: las gallinas de Guinea que habíamos estado transformando en conejillos de Indias estaban guardadas en una jaula grande colocada sobre la mesa de la profesora McGonagall (el conejillo de Neville todavía tenía unas pocas plumas). Habíamos copiado de la pizarra el enunciado de los deberes ("Describe, poniendo varios ejemplos, en qué deben modificarse los encantamientos transformadores al llevar a cabo cambios en especies híbridas").

La campana iba a sonar de un momento a otro, por lo que guardé mis cosas tranquilamente. Mientras oí como McGonagall se aclaraba la garganta.

- Ahora que Potter y Weasley tendrán la amabilidad de comportarse de acuerdo con su edad - dijo la profesora McGonagall dirigiéndoles a los dos una mirada de enfado, entonces una cabeza de la merluza de Harry cayó al suelo - tengo que informarles algo a todos. - a lo que deduje rápidamente que tendría que referirse al baile. - Se acerca el baile de Navidad: constituye una parte tradicional del Torneo de los tres magos y es al mismo tiempo una buena oportunidad para relacionarnos con nuestros invitados extranjeros. Al baile sólo irán los alumnos de cuarto en adelante, aunque si lo desean pueden invitar a un estudiante más joven...

Lavender dejó escapar una risita estridente. Parvati le dio un codazo en las costillas, haciendo un duro esfuerzo por no reírse también, y las dos miraron a Harry. La profesora McGonagall no les hizo caso, la verdad no presté atención a lo que sucedía entre ellas, después de todo, tenía que pensar en lo que haría con respecto al baile.

- Será obligatoria la túnica de gala - prosiguió McGonagall - El baile tendrá lugar en el Gran Comedor, comenzará a las ocho en punto del día de Navidad y terminará a medianoche. Ahora bien... - McGonagall recorrió la clase muy despacio con la mirada - El baile de Navidad es por supuesto una oportunidad para que todos echemos una cana al aire - dijo, en tono de desaprobación.

Lavender se rio más fuerte, poniéndose la mano en la boca para ahogar el sonido. Comprendimos dónde estaba aquella vez lo divertido: la profesora McGonagall, que llevaba el pelo recogido en un moño muy apretado, no parecía haber echado nunca una cana al aire, en ningún sentido.

- Pero eso no quiere decir - prosiguió la profesora McGonagall - que vayamos a exigir menos del comportamiento que esperamos de los alumnos de Hogwarts. Me disgustaré muy seriamente si algún alumno de Gryffindor deja en mal lugar al colegio.

Sonó la campana, y se formó el habitual revuelo mientras recogían las cosas y se echaban las mochilas al hombro. Yo salí pensativa, ahora que lo analizaba correctamente no tenía idea de con quien iría al dichoso baile...

(...)

Había pasado un día desde que McGonagall dio el anuncio del baile de navidad, por lo que la conmoción se comenzaba a presentar por los pasillos, me lo pensé toda la noche, y la verdad es que no quería problemas de pareja, por lo que mi mejor opción era Neville.

En el libro decía que Neville le pedía a Hermione ser su pareja pero ella lo terminaba rechazando dado que Viktor había sido más rápido, a eso tenía una simple solución, yo misma le pediría a Neville ser mi pareja para el baile, así que lo busque después de las clases, más no lo encontraba y mi búsqueda era más complicada al tener que evitar a Viktor y los chicos, ya que no estaba segura de en qué momento me lo pedirían.

¡¿Soy Hermione Granger?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora