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-acabo de hablar con Daesy,  ¿podemos ir a la playa con ella mañana?-me recosté junto a él en la gran cama donde Luke se encontraba mirando la televisión.

-claro.-me besó cortamente en los labios.

-¿no bajaremos con tu familia?-pregunté; se suponía que veníamos a la fiesta de cumpleaños de Daesy y nosotros estamos aquí acostados mientras ella está en su habitación jugando a las muñecas.

-no, no es necesario, además ya es de tarde, son las ocho,  todos los invitados se fueron solo queda la familia que dormirá aquí.-tiene razón, perdimos mucho tiempo en la carretera.

-okay, entonces iré a tomar una ducha.-lo bese por última vez y fui por mi maleta para tomar una pijama, o algo de ropa para dormir.

Saque la maleta y me encontré un short de dormir, muy corto,  y no encontré blusas cómodas para dormir, todas eran de tiras.

-Luke, ¿Dónde está la ropa para dormir?-le pregunté.

-hay unas cuantas blusas de tiras.-dijo él.

-¿Qué te hace pensar que las chicas duermen en blusas de tiras y en micro-short?-dije riendo, no sabe nada de chicas.

-no lo sé, supongo que son... ¿cómodas?-dudoso respondió.

-no lo son, ni un poquito.-reí.

-puedes tomar una camisa mía.-sonrió.

Solo asentí y tome el pedazo de tela al cual Luke llama short, ropa interior y una camisa cualquiera de su maleta, para después dirigirme al baño y hacer lo de siempre, claro que con algunas complicaciones puesto que no es mi baño y no sé dónde está cada cosa, por lo tanto, me demore 20 minutos más en salir.

Ya afuera, busque en la maleta y  pude encontrar mi cepillo para el cabello y un cepillo dental, lleve este último al baño y comencé a cepillarme el cabello frente a el armario de puertas corredizas, seguro se preguntaran ¿Por qué frente al armario?,  porque el armario en vez de tener la típicas puertas corredizas de madera tiene unos espejos en toda la puerta, del techo hasta el piso, ¿pero a quien mierda le importan esas puertas corredizas?, solo diré que termine de cepillarme el cabello y me dirigí a baño a lavaré los dientes para, finamente, acostarme  a lado de Luke a mirar la televisión por la cual pasaban una película de Shrek.

[Luke.]

3:27am.

Desperté en medio de la noche, Valerie seguía dormida, y como no seguir durmiendo  si solo son las tres veintisiete de la mañana, el sol ni siquiera ha salido, pero yo sufro de insomnio a veces; tomé el celular para entretenerme y como veinte minutos después Valerie comenzó a moverse y quejarse.

-No...no...-repetía una y otra vez.-Noah...-sollozó.- no...no me separen de ella.-estaba llorando dormida y no sabía qué hacer, quería ayudarla pero estaba como inmovilizado.-po...por favor, déjenme verla.-volvió a sollozar.

-¡Valerie!-la agite un poco para que despierte.

-no...-volvió a sollozar, pero ya había despertado.

-tranquila, aquí estoy para ti.-la envolví en mis brazos y ella se escondió en mi pecho, comencé a acariciar su espalda en un intento por tranquilizarla.- ¿estás bien?-pregunte ya que noté que paro un poco de llorar tanto.

-no, realmente no estoy para nada bien.-levantó la mirada para verme a los ojos, a pesar de que la luz de la luna no iluminaba tanto, podía notar que tenía los ojos hinchados, las mejillas mojadas por todas las lágrimas y una más de estas rodado por su mejilla derecha.

-no llores.-le limpie la lagrima con mi pulgar.-te amo y odio verte llorar.-la abracé fuerte y después la besé.

Después de ese beso nos quedamos mirando a la nada, ella se acurruco en mi pecho y yo pase mi brazo  por sus hombros; mientras ella jugaba con mis dedos observada sus movimientos y logre ver algo en sus muñecas, algo muy extraño e inusual...

-¿qué pasa?-preguntó extrañada, pues me levante de golpe para prender la luz.

-¿puedes mostrarme las muñecas?-pregunté serio.

-¿po...por qu...qué?-respondió con otra pregunta muy nerviosa. Realmente no sabía cómo actuar, estaba enojado por saber que la persona a la que amo se autolesiona; pero no estaba enojado con ella, estaba enojado conmigo mismo por no darme cuenta antes y ayudarla, de una manera u otra no lo creía creer hasta mirarlo, así que me senté a su lado y tome sus manos entre las mías para poder ver con claridad, para este punto Valerie estaba llorando.-lo siento.-murmuró.

La abracé fuerte.

-¿Por qué lo haces?-necesitaba saberlo.

-yo... yo lo merezco, Luke.-agachó la cabeza apenada.

-nadie merece tener cortes en sus muñecas.-tomé su barbilla delicadamente para que me mirara a los ojos.-mucho menos tú.-quitó mi mano.

-hay personas  en este mundo que merecen todo lo peor, y yo soy una de ellas.-iba a decir algo pero ella continuo.-por que las personas malas merecen ser castigadas ¿verdad?-seguía derramando lágrimas, lo noté cuando levanto la mirada.-las personas que acaban con la vida de personas inocentes merecen el infierno.-agacho la cabeza de nuevo.-por eso el infierno esta en mi mente.-susurró.

-¿Por qué dices que has acabado con la vida de una persona inocente?-pregunté, dándome cuenta que yo no sé nada acerca del pasado de mi novia.

-Luke, ¿nunca te has preguntado el por qué vine de Florida tan repentinamente, sin familia ni conocidos?-negué con la cabeza...

[Valerie.]

Luke había notado mis cortes, eso es una mierda, me da miedo que no me entienda y me odie después de esto que estoy a punto de contarle, es muy difícil para mí, ¿y para quien no sería difícil contarle a la persona que amas sobre su oscuro pasado con el terror de que te deje por eso?

-¿realmente quieres escuchar  esto?-le pregunte con los ojos lleno de lágrimas, no podía parar de llorar, incluso se puede decir que estaba temblando un poco.

-si.-murmuró Él atento a cada uno de mis movimientos.

-okay.-murmuré, tomando valor para lo siguiente que diría, pues es muy difícil para mí.-yo tenía una media hermanita a la cual le detectaron leucemia aguda cuando apenas tenía un año.-hice una corta pausa.-pasaron años y un día mi ex-novio y yo fuimos por ella a una de sus múltiples radioterapias,  yo iba manejando y un auto con un conductor alcoholizado apareció de la nada...-solté más lagrimas involuntariamente.-¡tuve un maldito accidente automovilístico, Luke!-alce la voz desesperada, dolía mucho admitirlo, pero esa era la única verdad, yo solo era una maldita asesina.-mate a mi hermana...-murmuré.-Wes estaba muy grave, quedó con una fuerte lesión en la columna que le impedía caminar, sus padres me odiaban, y lo mandaron muy lejos para que no me volviera a ver, lo lograron, y yo no supe nada de él...-mi voz se fue apagando poco a poco hasta que termine la oración murmurando.

Sentí sus cálidos brazos rodearme.

-tu no tuviste la culpa, tu no venias alcoholizada, tu no pudiste hacer nada.-murmuró mientras yo seguía llorando, extrañaba a Noah.-yo te amo, y me duele ver que la tristeza te está destruyendo, me duele ver que tú te estas destruyendo.-me miro a los ojos.-prométeme que no lo volverás a hacer.-no podía prometer eso, pues sabía que no lo cumpliría por que los "demonios", por llamarlos de alguna forma, siempre son más fuertes que yo.

-lo prometo.-murmuré, con los dedos cruzados en mi espalda.

Él sonrió y me besó. Me duele mentirle, pero sé que eso es algo que no podría cumplir, tarde o temprano recaeré, de nuevo.

-ya es tarde.-dije con una sonrisa forzada.

-son las cinco tres de la mañana.-revisó su celular.

-debemos dormir.-me recosté en la cama.

-mañana nos espera un día muy largo.-sonrió imitando mi acción.-duerme, pequeña.-me acomode entre sus brazos para poder dormir mas cómoda, pues me sentía protegida, algo infantil de mi parte.

《I'm a Danger.》|L.H|  ×editando×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora