6.0
Tomé a Luke de la mano y lo llevé a la sala, en esta solo hay un sillón grande, una televisión de pantalla plana sobre un mueble y muchas repisas pegadas a la pared, por lo tanto tenemos todo el demás espacio para "Bailar", si se le puede llamar así.
-¡Luke!-me quejé entre risas, pues él me piso.
-Lo siento.-comenzó a reír.-¿Te sabes esta canción?-preguntó mientras pasaba la misma canción de hace un momento, Do I Wanna Know?, el disco comenzó a sonar desde un principio.
-Si.-le sonreí y tomé su cerveza dándole un trago.-La mía se acabo.-reí como idiota y le di la botella vacía.
-Iré por otra.-me dio un beso en la mejilla y me fui a la cocina riendo.
-He soñado contigo todas las noches de esta semana.-me dijo sonriendo cuando estaba a punto de entrar a la sala, me frene de golpe y sonreí.
-¿Estas traduciendo la canción?-me senté de tal forma que mis pies quedaron en su regazo y mi espalda recargada en el brazo del sillón.
-No.-respondió y colocó su mano en mi pierna.
-¿Entonces?-le di un trago a mi cerveza.
-Te estoy confesando que he soñado contigo todos los días de la semana.-imitó mi acción de hace unos segundos.
-¿Y eso que significa?-pregunté.
-Que me estoy enamorando, de ti.- No lo podía creer, alguien como el no podría estar enamorado de alguien como yo, por el simple hecho de que mi vida es un problema, yo soy un peligro.
-No te puedes enamorar de alguien de la que no sabes su pasado, su historia.-lo miraba fijamente.
-Si puedo, Aly, solo me basto mirarte para enamorarme de ti.- se incorporó.
-El amor a primera vista no existe.-esto se comenzó a tornar muy serio.
-Existe tanto como las estúpidas barreras que construiste en tu corazón y en tu vida, no dejas que nadie se acerque.-sus ojos me miraban de una forma sincera.
-Luke, mi vida nunca ha sido color de rosa, no sabes muchas cosas de mi.-confío en que mañana no recordaremos esto.
-¿cuantos secretos puedes guardar?- se sentó de nuevo en el sillón mirando hacia enfrente.
-muchos.-di por terminada la conversación y me paré para ir a la cocina por mas alcohol para los dos.
Tomé todas la botellas de diferentes tipos de bebidas alcohólicas y en una botella de cerveza puse un shot de cada uno; cerveza, tequila, whisky y ron, combinados.
-Lukey, tomate esto.-le sonreí malévolamente.
-okey.-le dio un largo trago.-Mierda, esto no es cerveza.-hizo unos ruiditos extraños, supongo que por el escozor.
-termínatela, toda. -me senté junto a él.
-¿me darás un premio o algo parecido?-tuve un pequeño debate entre decirle si o no, y como siempre, abrí la boca.
-Si, te concederé dos deseos, como el mago de la lámpara.-le sonreí divertida.
-Pero el mago da tres deseos.-comenzó a tomar la bebida a tragos largos.
-pero yo no soy el mago.-tomé mi cerveza, esta no contenía nada más que cerveza.
-¿Puedo quedarme a dormir contigo, en tú cama?-me sorprendió un poco su petición.
-Sólo a dormir y será uno de tus dos deseos.-le advertí y el sonrió risueño.
-Listo.-me entregó la botella vacía.
-te la acabaste muy rápido.-coloqué en el piso la botella.
-¿qué contenía?-fijo su mirada en mi, supongo que ya está un poco más borracho por su sonrisa permanente y su voz.
-Un shot de tequila.-sus ojos se agrandaron y solté una pequeña risita.-otro de whisky, uno más de ron y la cerveza.-una "o" en su boca se formo y sus ojos se agrandaron un poco más, mientras yo solo reía por su expresión.
-Vamos, no es tan malo.-seguía riendo.
-el malestar de mañana, eso será lo malo.-me dijo.-pero ahora que yo me tomé esa extraña mezcla, te toca cumplir con tu parte de el trato.-su sonrisa era perversa.
-Nada de sexo.-advertí y el soltó una carcajada.
-¿Por qué todas las chicas creen que eso es lo único que queremos?-cuestionó aún riendo.- pero ese no es el punto, mi único deseo será poder besarte, cuando quiera.-me miró divertido.
-no.- me negué.
-tu dijiste que lo que yo quisiera.-eso era cierto.
-¡esta bien!-me resigne.-pero solo por hoy.-el sonrió abiertamente y me abrazo.
-también mañana.-me beso fugazmente en los labios y yo solo reí.
-¿pasarás todo el día conmigo mañana?-le pregunté tomando su mano y comenzando a jugar con sus dedos un poco nerviosa.
-si no hay inconveniente, si.- sentí su sonrisa.
-quiero otra cerveza.-lo miré sonriendo.
-ve por ella.-hice un puchero.
-no, tráemela tu.-le besé la mejilla.-por favor.- susurré en su oído.
-Esta bien, pero le echaré muchas cosas.-rio parándose de el sillón.
-¡nada malo!-grité, pues él ya había salido de la sala.
El disco ya se había repetido muchas veces y comenzaba a aburrirme, así que mejor apagué el sonido y fui a la cocina con Luke.
-¿Dónde esta mi cerveza?-me senté en el taburete.
-ten.-me la entregó y comencé a beberla rápidamente.-ten tu celular.-me lo entregó y lo revisé , dos llamadas perdidas de el desconocido.-te habló alguien pero no le conteste.-dijo sin mucha importancia.
-no importa, no es nadie importante.-le sonreí terminando de un largo trago mi cerveza, lógicamente no tenia solo cerveza.
-¿vamos a dormir?-se puso a mi lado y me besó la mejilla.
-esta bien.-me paré del taburete y me dirigí a la habitación con Luke detrás de mí.
-dormiré en bóxers.-se empezó a desvestir y no le tomé importancia.
-yo si dormiré con ropa.-dije riendo, yo ya estaba en pijama.
Destendí la cama y coloqué dos mantas para cada quien, el frío era algo característico aquí en Sydney, conecté el celular pues Luke lo dejó con muy poca batería y, cuando me iba a acostar, Luke ya estaba en la cama matrimonial recostado, sonriéndome ampliamente, yo solo negué divertida y me acosté a su lado, mientras tanto, el me abrazó dejándome encerrada entre sus brazos con su olor tan peculiar inundándome con su masculina fragancia.
-te quiero mucho, Alyson.-susurró casi inaudible, pero con el silencio que inundaba en departamento pude escucharlo y una sonrisa estúpida apareció en mi rostro.
“yo también, Luke.” Pensé.
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《I'm a Danger.》|L.H| ×editando×
Dla nastolatków¿Ella? Ella es Alyson Rieckttel, una chica de 18 años. ¿Su historia? Sus padres se divorciaron cuando ella tenía 4 años, su madre se volvió a casar y su padre desapareció de la noción de la Tierra, pues ella ya no lo volvió a ver. Cuando ella tenía...