Al terminar de comer, Andrés tomó a su mujer y a su hijo de los brazos, llevándolos a la habitación de huéspedes. Allí, cerraron la puerta con la esperanza de que nadie escuchase su plática. Era algo imposible, tomando en cuenta que existían los pasadizos entre los muros, y Dolores, por supuesto. De hecho, Félix recordó que debía hablar con ella, averiguar algo más acerca de las conversaciones que Laura sostenía con Pepa, o algún murmullo que se le haya escapado a quién ahora sería su rival. Bruno por su parte, sintió gran curiosidad, y decidió ir a husmear junto a sus leales sobrinos, exceptuado a Luisa, que se quedó para aparentar normalidad (pésima idea tomando en consideración su tic nervioso).
-En serio no comprendo cómo es que toleraste estar aquí -Isabela se quejó, topándose con una telaraña. Se ensució rápido.
-Entonces prefería vivir aquí a estar con la familia que me odiaba -respondió-. Vengan, está por aquí.
Se asomaron por un espacio entre las maderas, el cuarto era bastante amplio, las velas eran escasas, lo que hacían que todo pareciera muy sombrío. Se sentía un aire helado, como cuando abres un refrigerador. Laura estaba sentada a los pies de la cama, las manos juntas sobre su regazo, miraba al suelo bajo sus pies con una expresión vacía. Santiago estaba apoyado en la pared con manos en los bolsillos. Andrés estaba en la esquina de la pared por la que espiaban, las manos juntas posándose sobre sus frente, sus ojos cerrados como si estuviese reflexionando. De repente los abrió, el terror se apoderó de los espías al ver que su mirada se posó en dónde ellos estaban, fue tal su espanto que casi gritan.
-¿Han avanzado en algo? -preguntó Andrés.
-Por supuesto que sí, pero es complicado si el tiempo está en nuestra contra -replicó Laura-. No puedo hacer milagros con lo poco que tengo.
-Pues deberías -el hombre se aproximó a ella-. No te daré más si no me demuestras que lo vales.
-¿Y cómo esperas resultados si eres tan tacaño? -se puso en pie-. Tú me necesitas, pero si planeas seguir comportándote como imbécil, me temo que no habrá más remedio que dejarte a tu suerte -él la agarró de la nuca.
-Agradece que tus insubordinaciones no sobrepasan los límites de mi paciencia -ella no demostró sentir miedo.
-A mí no me vengas con esas -ella tocó su rostro-. Recuerda que quién tiene más en juego eres tú -se dirigió a la puerta, y antes de abrirla para salir, volteó-. Deberíamos tener más cuidado, las paredes tienen oídos -un escalofrío recorrió el cuerpo de los Madrigal.
-¿Se dio cuenta? -Camilo susurró.
-No lo creo, quizá lo dijo por Dolores -opinó Mirabel, prestando atención a lo que decía Andrés a continuación.
-¿Has usado tu regalo de cumpleaños? -se acercó.
-No padre, aún no -Santiago también decidió retirarse.
-Está bien -salió por fin. El hombre se tendió en la cama, nada fuera de lo común. Pasados unos minutos, los espías se apartaron de aquella rendija, no había más que ver.
-Eso fue inútil -Isabela hizo una mueca de desagrado-. A la próxima me quedo afuera -salieron por el cuadro junto a la puerta de Bruno, con la precaución de que los invitados no los notaran-. Iré a por Dolores -los demás se dispersaron, en tanto ella iba al balcón para ver si allí estaba su prima, tuvo bastante suerte-. Dolly, quería platicar contigo.
-Si vienes a preguntar acerca de las conversaciones de Laura con mi mamá, no tengo nada -la joven de pelo colorido quedó sin habla-. Mi papá acaba de conversar conmigo sobre eso.
-Pero, ¿cómo puede ser? -era algo preocupante.
-No sé, la verdad es que es bastante raro -jugó con una flor que adornaba el sitio-. A Bruno lo escuchaba incluso oculto, pero a ellos...no. Pareciera que mi don no funciona en ellos.

ESTÁS LEYENDO
Sombras de Luna
FanfictionUn año después de los hechos ocurridos en Encanto, los problemas regresan de la forma más inesperada posible. ¿Será la familia Madrigal capaz de enfrentar esta nueva amenaza? Pd: La edad de los Trillizos es otra (42), pero esto no implica que perso...