¿Qué estaba pasando? A medida que la escena se desenvolvía en medio de la oscuridad y la intensidad, una sensación de desconcierto y confusión se apoderaba de los presentes. Los dioses involucrados en esta lucha, sean rivales o aliados, habían encontrado su fin en un enfrentamiento tumultuoso. La muerte de estas deidades poderosas había dejado un vacío en el mundo, un silencio que resonaba con la pérdida de su influencia y energía divina. A pesar de que aquellos que habían estado bajo el control manipulador de Laura ahora habían sido liberados y se encontraban a salvo, el ambiente seguía cargado de un malestar persistente. La pregunta que todos se formulaban en sus mentes era evidente: ¿por qué, a pesar de las aparentes victorias y liberaciones, todo seguía sumido en un estado de sombría incertidumbre?
Mientras Laura sostenía a la bebé en sus garras con una expresión de triunfo en su rostro, parecía ajena a todo lo que ocurría a su alrededor. Su capacidad para controlar su mutación a voluntad se manifestó nuevamente, transformando su forma de vuelta a la normalidad y demostrando su dominio sobre sí misma. Frente a esta situación, Félix tomó la iniciativa. Levantó a Pepa, cuyo estado era delicado debido a los eventos recientes, y con determinación, ordenó a Bruno que la lleve a un lugar seguro. Alma y Julieta lo acompañó, llevándose consigo a Antonio y a Dolores.
Mientras tanto, el grupo restante se organizó para abordar la situación con la bebé en manos de Laura. Santiago y Alejandra, conscientes de su papel en los eventos, se unieron al grupo con la intención de reparar el daño que habían causado.
— Devuélveme a mi hija, perra —reiteró con una voz ruda y llena de vehemencia.
— ¿En serio quieren hacer esto? —con el rayo de luz detrás de ella hizo que su silueta fuese aterradora—. Dejen que me vaya en paz y no volverán a saber de mí. Si insisten en recuperar a la niña, las consecuencias serán peores.
— Creéme, lo menos que queremos es más sangre derramada, pero no nos detendremos hasta que la niña esté devuelta con sus padres. —Agustín dijo a modo de héroe, a lo que Laura no pudo evitar reír burlonamente.
— ¿Tú me amenazas? Esto no es una novela de fantasía, ¡esto es el mundo real Sting! —declaró con amargura—. Los Dioses, aquellos seres que alguna vez parecían invulnerables y eternos, están muriendo a manos de sus propios seguidores. La humanidad se ha vuelto ciega ante las consecuencias de sus acciones, guiados por su propia ambición y sed de control, el miedo a la muerte...mismo miedo que atormenta a los Dioses.
— ¡Basta ya! —Félix parecía más enojado—. ¡Estás en desventaja! Somos siete contra uno.
— Sí, creo que debiste quedarte callado.
La voz de Laura resonó con un tono desafiante, sus palabras llenas de desprecio mientras se burlaba de la audacia de los Madrigal. Mientras hablaba, su forma comenzó a distorsionarse y transformarse, envuelta en una energía intensa que emanaba un aura ominosa y aterradora.
De repente, ante los ojos atónitos de los presentes, Laura se alzó en una forma monstruosa y titanesca. Su cuerpo estaba cubierto por una armadura de pesadilla, una amalgama retorcida de huesos y sombras que se retorcían y ondulaban como serpientes. Su piel parecía haberse fundido con la oscuridad misma, tomando un tono negro profundo y brillante que absorbía la luz a su alrededor. Sus ojos, antes fucsia, ahora eran dos pozos de abismo sin fin, destellando con un resplandor malévolo.
Desde su espalda emergieron alas membranosas y deformes, extendiéndose hacia los lados con una envergadura impresionante. Estas alas eran una mezcla siniestra de carne y sombra, con venas negras visibles a lo largo de su extensión. Cada aleteo parecía enviar ondas de oscuridad que distorsionaban el espacio a su alrededor. En sus manos, Laura sostenía la bebé, pero ahora su agarre era más firme y amenazador. La niña parecía pequeña y frágil en comparación con la forma monstruosa de Laura, una imagen que resaltaba aún más la naturaleza abrumadora de su transformación.
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Sombras de Luna
FanfictionUn año después de los hechos ocurridos en Encanto, los problemas regresan de la forma más inesperada posible. ¿Será la familia Madrigal capaz de enfrentar esta nueva amenaza? Pd: La edad de los Trillizos es otra (42), pero esto no implica que perso...