3 de Julio, cinco semanas después de la fiesta. Bruno se sentó de mala gana a la mesa, llamando la atención de Agustín, quién se instaló junto a él. Lo miró un largo rato, intentando adivinar que lo puso de ese humor, trató de llamar su atención con gestos, pero no respondió. Acomodó su vaso y su plato, buscando en sus recuerdos cualquier cosa que hubiese afectado a su cuñado de tal manera. Julieta preguntó con unos cuantos gestos, que le pasaba a su hermano, y Agustín le respondió de la misma manera: "Ni idea".
-Buenos días a todos -saludó Alma-. Hoy será un día de arduo trabajo, hay varias cosas que reparar luego del...pequeño huracán -muchos aguantaron la risa, mirando a Bruno.
-Fue ella quien empezó, ¿ok? -se justificó exaltado.
-Tranquilo amor, ya pasó -lo calmó-. Bueno, a comer se ha dicho -Bruno estaba concentrado en sus arepas, fruta y galletas, pero pronto vio a Laura frente a él. Ella estaba sentada entre Julieta y Mirabel, alimentándose de a pequeños bocados. No le llevó mucho tiempo notar la mirada fija de aquel hombre.
-¿Tengo algo en la cara? -preguntó, sacándolo de su transe.
-No, no, es que te ves...muy guapa -con eso, Agustín supo exactamente de que se trataba todo.
-¿No sé si te estás burlando o lo dices en serio? Pero te lo advierto, no estoy de humor para tus chistes -Bruno se espantó, ella metió en su boca un trozo de naranja, masticándolo suavemente mientras esperaba una respuesta.
-Estoy siendo sincero -se agitó-. Lo juro por mi padre que está en el cielo -lo miró algo intrigada.
-Miren, además de actor, poeta -esto le dio pie a Mirabel, para halagar a su tío.
-¿No lo sabías? Él es excelente, tiene una libreta llena de poesía -Camilo e Isabela captaron de inmediato que hacía-. Es tan romántico que a veces se las recita a la luna.
-Sí, y no sólo eso, cuando está inspirado, toca su tiple junto a el trombón del Tío Félix y el piano de mi papá -Agustín quedó un poco asombrado de que su hija recordara eso.
-Aunque también saben tocar otros instrumentos, como la bandola y la guitarra -Luisa también quiso involucrarse en la charla.
-Pero hace años que no tocamos los tres, desde que Bruno desapareció de hecho -aclaró Agustín.
-Pues sería buena hora de retomar, ¿no lo crees Tío? -Camilo sugirió divertido-. Los acompaño con el acordeón si gustan.
-¡No! -gritaron todos menos Laura.
-Ni que tocara tan mal -nadie pudo contener la risa-. Pero va en serio, sería divertido que tocaran juntos nuevamente, además, necesitarán una manera para entretener a tantos niños.
-Yo no tengo problema, sólo tendríamos que preguntarle a Félix -Bruno quería salvarse de hacer el ridículo-. De acuerdo -se metió su arepa en la boca, y habló con ella allí-. Terminé, así que me retiro -partió a correr hacia el pueblo.
-¿Alguien me dice qué rayos le pasa? -Laura había intentado adivinar, pero como no le funcionó prefirió preguntar.
-Ignoralo, así se pone en la mañana -Agustín miró a su mujer, y ella le señaló la dirección que siguió Bruno con su cabeza, con tal de que fuese tras él-. Aún estoy comiendo -le dijo en voz baja, por lo que Julieta le lanzó "la mirada"-. Ok, ok, voy -se metió lo que pudo en sus bolsillos, para desaparecer a lo lejos.
-También me retiro -Laura se puso de pie dejando el plato vacío-. Como siempre todo estuvo delicioso Julieta, gracias -le tocó el hombro-. Si me disculpan, iré a ver a Pepa. Buen provecho -su espalda recta, hombros atrás y mentón en alto. Sus brazos se mecían elegantemente con su andar, al igual que sus caderas, su cabello iba al compás de sus pasos. Aprendió a usar ropas más humildes, sobre todo zapatos. Subió la escalera, encontrándose con Félix, quién al pasar junto a ella, quedó estático.
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Sombras de Luna
FanfictionUn año después de los hechos ocurridos en Encanto, los problemas regresan de la forma más inesperada posible. ¿Será la familia Madrigal capaz de enfrentar esta nueva amenaza? Pd: La edad de los Trillizos es otra (42), pero esto no implica que perso...