X

2K 328 458
                                    

115 votos, 175 comentarios.

(No cumplieron las metas del anterior pero necesitaba publicar esta parte 🕴🕴🕴)

.

Como Sunoo dijo, si era algo resistente al alcohol, pero no más que Jungwon.

Jungwon dijo que solo tomarían una copa de vino, pues pronto se convirtió en dos botellas de vino y así hasta llegar a cuatro.

El límite del pelirosa eran 4 copas de vino, pero se tomó dos botellas, ahora apenas y sabía que se llamaba Sunoo.

-Entonces yo le dije.... ¿qué le dije?- Jungwon estaba igual de ebrio que su amigo -Ah, sí, le dije que si no dejaba esos juegos, le desconectaría el internet.

-Pobre Jay, cree que él manda en la relación- Sunoo conocía al prometido de Yang, estudió con ellos unos cursos de inglés, sabía lo imponente e intimidante que era el alfa, pero también sabía que cada que Jungwon le hablaba cambiaba su tono de voz y su semblante se hacía tan amable.

Ya eran aproximadamente las 11 de la noche, estuvieron más de 4 horas entre chisme y chisme, pero alguien llamó al teléfono de Sunoo.

-¿Hola?- contestó el omega sin ocultar su estado de ebriedad.

-Sunoo, ¿dónde estás?

-Con mi amigo~ ya voy a casa, esperame.

-Nop, te dije que me llamaras para que te recogiera, es tarde y es peligroso, dame la dirección.

-Pero... no me sé las calles... ¿ubicas donde hay un árbol?

El alfa quiso contener su risa pero falló un poco.

-¿Puedes mandarme tu ubicación?

-Sí, claro.

-Okey, estaré esperando, ¿quieres que te recoga ahora o de un rato?

-Ahora porfa~ tengo sueño.

Y colgó la llamada.

.

.

-Un omega ebrio que quiere volver a casa solo...- Ni-ki entraba a su vehiculo, no habría problema si todas las personas tuvieran la misma descencia y  no le hicieran absolutamente nada, pero el mundo es cruel y algunos ni descencia tienen.

Condujo no tan rápido a la dirección mandada y preguntó en el vestíbulo el número de habitación de Yang Jungwon, el nombre del amigo de Sunoo.

Entró al elevador ya con el número anotado en su brazo y se dirigió al tercer piso, buscando el número 17B, al encontrarlo tocó la puerta.

-¿Si?-un ebrio Jungwon lo atendió.

-¿Eres Yang Jungwon?

-Sí... ¡Tu eres Nishimura!- lo reconoció en unos segundos, como si su ebriedad se hubiera esfumado, recordó que Sunoo estaba dormido en su sofá -Sunoo está adentro...

-¿Vendrá o puedo pasar?

-Pasa... perdona el desorden... no sabía que vendrías- habían botellas de vino de un lado a otro.

-No te preocupes, gracias por cuidarlo- se arrodilló y levantó a Sunoo en sus brazos.

-Ahm... ¿puedo preguntar algo?

-Adelante- quería dar una buena imagen ante el amigo de su omega.

-Ustedes son... o... ¿tienen algo especial?

-Muy especial diría yo- sonrio -buenas noches- y salió del cuarto de Yang.

.

.

-Pero yo quiero dormir~- Sunoo batallaba con Ni-ki.

-Sí, pero no puedes dormir con la ropa que saliste, está sucia- a duras penas le sacó el cinturón y el pantalón cambiandolo por una linda pijama que habia en una de las cajas.

-Suavecito...- tocaba su propio buzo celeste y esa distracción fue aprovechada por Nishimura para despojarlo de su camiseta y cambiarlo por la parte superior de la pijama celeste suavecita.

-Listo ¿más cómodo?

-Si~- parece que estaría ebrio por un muy largo rato hasta que logre dormir otra vez.

-Bien, entonces a dormir- destapó la cama viendo como de inmediato el omega se acurrucó ahí y lo arropó con cuidado.

-Ni-ki...- el omega estiró sus brazos, al parecer quería un abrazo.

¿Quién era Ni-ki para negarse? Aceptó el abrazo, un corto abrazo.

-No, eso no- Sunoo con su ebrio actuar tomó el rostro del alfa y plantó un beso en su mejilla -tu turno.

Ni-ki sabía que Sunoo estaba ebrio, pero ¿cómo rechazar eso? Talvez nunca más podría hacerlo.

Acercó su rostro al contrario y besó aquella esponjosa y sonrosada mejilla.

-Me gustas, Ni-ki- besó su mentón.

-Tú también me gustas...

¿Eso era por el alcohol o eran palabras de Sunoo? El alfa no lo sabía, pero ese era de los momentos más felices de toda su vida.

Y al separarse un poco del abrazo, sus ojos volvieron a conectar, justo como la primera vez que se vieron.

Escasos centímetros, tan solo un poco para que ambos rostros choquen.

Y así fue, de acercaron de a poco, muy lentamente hasta que sus labios chocaron dulce y delicadamente.

Un toque de labios tan cariñoso que parecía ser irreal, el vaivén era lento y parcimonioso, como un vals entre sus dos labios.

-Otro más- pidió el omega cuando Ni-ki se separó un poco.

Pero el segundo beso no fue tan lento como en anterior, este contenía deseo, lujuria y bastantes feromonas.

El omega se destapó, dejando su cuerpo libre e inconcientemente abrazó la cadera contraria con sus piernas.

Las manos del alfa bajarom hasta su cintura con forme el beso se hacía más hambriento y húmedo.

Aquellas manos se adentraron en su pijama acariciando y amasando su piel.

¿Qué estoy haciendo con un omega ebrio?

Esa no era la manera, no, no podía aprovecharse de esa situación, talvez nunca pase pero así no era como debían ser las cosas.

Debo ser paciente...
























Cami~

NEED - SunKi ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora