XIX

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-No era esto a lo que me refería...

Ni-ki pensó que volverían a tener relaciones, pero después de que dijo el "Entonces caliéntalas" Sunoo agarró sus manos entrelazándolas con las suyas para traspasarle su calor.

-¿Sigues con frío?- metió las manos de Ni-ki dentro de su camiseta para que descansen en su pancita -¿Ahí está mejor?- su pancita solía ser el lugar más calentito de su cuerpo por eso puso las manos de Ni-ki ahí.

-Sí, ahí está mejor- aprovechó para atraerlo de la cintura moviendo un poco sus manos de su pancita a esa partecita.

Sus rostros estaban nuevamente cerca, tanto que un poco más y sus narices chocarían.

El omega cerró sus ojos esperando a que Ni-ki se acercara, apretó sus labios en un pequeño piquito esperando los de Ni-ki.

-Que lindo- y aceptó el beso, no era rudo, solo fue eso, un pequeño beso que podría considerarse piquito, no estaban saliendo ni nada por el estilo, pero se creían dueños de los labios contrarios.

-¿Otro más?- Sunoo pidió.

-Claro que si- se acomodó en su encima acariciando su cintura ya que sus manos ya estaban debajo de la camiseta contraria, no esperó más para poder besar los esponjosos labios contrarios.

Pero este no era un "piquito", era un beso, uno más intenso y profundo, con movimientos algo.. bruscos.

De pronto, un dulce y embriagante aroma se hizo aparecer en la habitación, propagándose rápidamente.

-Ugh~- acababa de entrar en celo, su cuerpo se movía con algo de desespero.

-¿Necesitas supresores?- Ni-ki se separó de él tragando grueso controlando sus instintos -¿de cuáles usas? iré a comprar algunos.

-Yo.. n-no utilizo supresores- su celo no solía ponerlo en "calor" como a una gran mayoría de omegas, de él dolía, se la pasaba esos 10 días encerrado en su habitación, su aroma si cambiaba, pero no tenía ganas incontrolables de tener sexo.

Entonces ¿Porqué no era así ahora? no dolía, tampoco podía pensar con claridad, solo sentía unas ganas grandísimas de tener sexo, y ahí estaba Ni-ki, un alfa, pero no cualquier alfa, sino SU alfa.

Los ojos de los alfas, cuando su lobo los domina suelen colocarse de un color dorado, pero cuando un omega era dominado por su lobo, sus ojos se tornaban de un color violeta claro y brillante.

De ese mismo color se tornaron los ojos de Sunoo, con una pequeña sonrisa en su rostro mientras se sentaba en la cama para pararse y acercarse a Ni-ki.

-Alfa~- esa era la muy poco conocida "Bottom voice" o "Gummie voice" que todos los omegas poseían pero no eran muy usadas, porque no eran usadas para que el alfa haga caso inmediato como la voz de mando, sino era un tono sensual que obligaba a los instintos del alfa a entrar en celo o en calor, que era casi lo mismo que el celo pero por poco tiempo.

El alfa no hablaba, trataba de que su lobo no domine por completo su actuar.

-Alfa, ¿puedes venir y abrazarme?- con sus manos buscó la ebilla del cinturón de Ni-ki desabrochándolo cuando lo encontró.

-Antes... tienes que tomar una pastilla anticonceptiva- lo levantó del suelo para cargarlo y llevarlo a la cocina donde estaban esas pastillas.

-Uhm~ Ah~- movía sus caderas y su cuerpo frotándose con el de Ni-ki para sentirlo un poco más.

-Espera... un poco más- usaba todas sus fuerzas para poder controlarse, el tener a su omega en sus brazos y en celo pidiendo su atención era algo completente exitante, pero necesitaba controlarse, no quería tener un hijo aún.

Lo dejó sentado en la mesa de la cocina mientras buscaba en uno de los cajones aquellos preservativos.

Al encontrarlo tomó dos en mano, un vaso de agua y tomó el suyo con un poco de agua, luego se dirigió hacia Sunoo, introduciendo en su boquita esa pastilla, sorbió agua y de inmediato la traspasó a su omega en un beso.

Al fijarse que el pelirosa ya había tragado la píldora, sonrió acostando al omega en la mesa del comedor, sin pensarlo siquiera, sus manos rasgaron la camiseta del omega, rompiéndola por mitad dejando su pecho al descubierto.

-Te compraré otra- se refería a la camiseta.

Rápidamente lo dejó completamente desnudo, sus ropas estabam en el suelo, regadas por todas partes.

-¡Ah!- sintió su pezón izquierdo ser mordido sin ninguna piedad, luego sintió algunas lamidas y besos por la zons, solo podía undirse en placer al sentir todo eso, se sentía increiblemente bien.

El lubricante natural del omega se escurría por sus piernas y muslos.

-Lo siento...

-¿P-porqué?

-Por esto- sin ninguna clase de aviso ni preparación se adentró en su interior.

-¡¡Ah!!- un casi grito se hizo escuchar en la habitación.

Las piernas del omega temblaban, su cabeza se hizo para atrás y sus ojos y boca se abrieron a la par.

Sus ojos empezaron a llorar, lágrimas que no paraban, dolía pero también le gustaba, era contradictorio, pero de igual manera le encantaba.

-Me gusta~- Sunoo habló entre lágrimas.

-¿Te gusta que duela?

-Yo...

-Esta bien, no tienes que decirlo para que lo entienda- y embistió fuertemenge su interior, una y otra vez, rápido y fuerte.

-¡Oh!

Hacía calor, el frío que antes ambos sentían había desaparecido, era calidez que se contagiaba de piel a piel.

Abrazáme todo el día.



























Cami~

NEED - SunKi ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora