125 votos, 130 comentarios.
.
Al separarse se miraron brevemente, solo ellos dos en esa azotea.
-He besado a más de 10 omegas y quiero que tú seas el último- el alfa habló.
-Yo nunca... besé a nadie- le costaba tanto confiar en alguien, además de que no salía de casa ni socializaba con otras personas, solo jugaba videojuegos.
-Espero haber sido tu primera y ultima experiencia- lo miraba tan lindo, como ninguna otra persona podría mirarlo.
Sus manos seguían unidas, había silencio pero no era nada incómodo, Sunoo se sentía tan seguro al estar siendo rodeado por Ni-ki y este estaba tan feliz de poder sostenerlo.
-Me gustas, Sunoo- habló el alfa -desde que te vi, desde que chocamos y vi tus ojos, desde ese momento supe que no debía dejarte ir, por eso me esforcé en permanecer a tu lado, quiero ser ese alfa que te proteja y te haga sentir seguro, quiero ser tu alfa.
Pronto las lágrimas empezaron a salir de los ojos color sol de Sunoo, nunca habría podido pensar que alguien le diría palabras tan lindas, que le dedicaría una sonrisa tan linda.
-Yo... siempre esperé mi cuento de hadas... gracias por ser el príncipe que estuve esperando- le sonrió aún con lágrimas en los ojos.
-Te daré un castillo si eso es lo que deseas.
-Lo único que deseo es un abrazo- nunca se interesó por su dinero, nunca quiso aprovecharse de la riqueza del alfa, nunca ideó manera de sacarle dinero, solo le gustaba estar a su lado.
El alfa rodeó su cueroo con sus brazos, delicada y cálidamente.
El viento soplaba, pero ninguno sentía frío, era tan extraño, aunque las piernas del omega estaban al descubierto seguía sintiéndose tan cálido.
Sunoo se puso de puntillas, tomando el rostro del alfa en sus manos, dando una señal de lo que haría, besó sus labios cortamente, no más de 10 segundos.
-¿No tienes frío?- bajó un poco sus manos tocando un poco sus piernas, estas estaban heladas.
-Raramente no lo tenía, pero ahora que preguntaste... siento que me voy a congelar.
-Volvamos al auto, ahí tengo calefacción.
-Vamos.
.
.
-¿No quieres sentarte en tu propio asiento?- Ni-ki estaba sentado en el asiento reclinado del piloto con Sunoo encima.
-Noup, me gusta aquí- las piernas del alfa eran mucho más cómodas que aquel asiento de copiloto.
-Entonces quédate ahí- encendió el auto y Sunoo se acomodó colocando cada pierna al costado de las del alfa.
El alfa condujo hasta el estacionamiento de su departamento, en todo el transcurso, el omega se resfregó contra su pecho dejando su aroma en toda su ropa.
-Ya llegamos- avisó el alfa.
-¿Podemos quedarnos aquí un ratito más?
-Claro, pero ¿podemos hacer algo más que estar abrazados?- tomó su cintura haciendo que sus ojos vuelvan a chocar.
-Estaba esperando eso- lo atrajo de la chaqueta haciendo chocar sus labios, Sunoo no sabía besar, pero trataba de hacer lo mejor que podía.
El alfa rió un poco en sus adentros, los movimientos contrarios eran torpes y nada sincronizados.
-Mira, así es como se hace- acomodó las manos contrarias en su cuello y hombros, acomodó sus propias manos y sus posiciones.
Cerró por compelto las ventanas polarizadas y sonrió.
-Abre la boca.
-S-sí...
Se puso totalmente nervioso, pero aún así siguió sus órdenes, solo la abrió un poco.
Sin aviso, Ni-ki hizo sus labios chocar, un beso húmedo y movido donde él lideraba.
Pronto algo se introdujo en la pequela boca del pelirosa, la lengua del alfa exploraba toda su cavidad bucal, enlazando su lengua con la suya, haciendo que su estómago se sienta raro y su vientre obtenga una clase de descarga eléctrica.
Sus manos apretaron la chaqueta contraria, su respiración era entrecortada y su parecía obtener una fiebre, pero no estaba enfermo, le gustaba sentir ese calor.
Movió sus caderas encima de las del alfa, inconciente y torpemente.
-Si sigues haciendo eso...- Ni-ki detuvo sus movimientos y paró el beso.
-Pero me gusta como se siente...
Siguió sus movimientos, esta vez aún más pronunciado, ante la antenta mirada del alfa.
-¿Seguro que quieres seguir?
-Si es contigo, sí.
-Continuemos en el departamento.
Se viene lo esperado 🕴🕴🕴🕴
Cami~
ESTÁS LEYENDO
NEED - SunKi ♡
أدب الهواةKim Sunoo, omega de 21 años que empezó a trabajar vendiendo fotografías de diferentes partes de su cuerpo menos el rostro para poder pagar el tratamiento de salud de su madre, la paga era buena y podía cuidarla ya que no debia salir de casa, pero cu...