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-Solo un poco más...- esperaban a que el elvador los llevara a su piso, solo dos más y ya estarían en casa.
Pronto la puerta se abrió, el alfa estaba casi corriendo para llegar a la puerta de su departamento.
-Protección...- Sunoo recordaba todo lo que en clase de salud le dijeron cuando estaba en colegio.
-Toma esta pastilla.
Ambos tomaron una pastilla especial para neutralizar fertilizacion en ambos, como Ni-ki no tenía condones a la mano usó esas pastillas.
-¿Podemos... seguir?- el pelirosa estaba ansioso.
-No tenías que preguntarlo- lo levantó del suelo, dandole un beso profundo, mientras caminaba hasta su habitación.
-¡Mhg!- Sunoo sintió una mano apretar su nalga derecha.
El alfa liberó feromonas inconcientemente al igual que el omega, una habitación llena de feromonas mezcladas.
Sus cuerpos no se movían con desespero, era delicado pero rudo, sus caricias eran calientes pero suaves al mismo tiempo.
-¿Ah?- Sunoo sintió su remera siendo levantada.
-¿Puedo seguir?- paró sus movimientos -está bien si dices que no- besó su mejilla.
-N-no... yo quiero seguir, solo... me sorprendió- subió su propia camiseta a voluntad, dejando todo su pecho a vista del alfa.
-¿En verdad puedo llegar hasta el final?
-Las veces que quieras...-le daba tanta pena decir todo eso enfrente de él.
El pelinero sonrió empezando a besar todo su torso, dejando besos desde su cuello hasta sus costillas, luego se encontró con esos dulces botones de gomita.
Sus pezones, duros y rosados, metió uno a su boca, lamiendo, mordiendo y chupando a su gusto.
-¡Oh!- Sunoo cerró sus piernas por reflejo mandando su cabeza hacia atrás al sentir su pezón izquierdo ser mordido. -¡Ah! S-se siente... a-algo raro~
-Eso es bueno ¿no?- los chupó hasta que ambos de sus pezones estuvieron rojos.
Le sacó el sweater celeste que tenía, empezando a dejar chupetones, mordidas y besos en su cuello y clavícula dirigiendo sus manos hasta debajo de la falda de Sunoo.
-¿Puedo quitarlo?
Sunoo se sentía tan enternecido por aquello, preguntaba para tener permiso, para cada cosa que quería hacer.
-Deja de preguntar y hazlo- le daba pena responder que si a cada pregunta -hazme un desastre...
-¿Puedo hacerte una pregunta?- paró sus movimientos y recibió un asentimiento -¿Eres virgen?
-No di ni mi primer beso, todo lo que sé es gracias a libros que no me canso de leer- abrió sus piernas con timidez -así que... sé gentil, por favor.
-No te puedo prometer ser gentil en todo el proceso- le sacó el short de seguridad tirandolo por algun lado de la habitación dejando al pelirosa solamente en aquella falda y su ropa interior. -Pero si lo puedo intentar.
-Yo igual quiero desvestirte...- sentía las fuertes feromonas del alfa hacer efecto en todo su cuerpo -¿puedo?
-Adelante- se enderezó dejando que el omega maneje sus temblorosas manos hasta los botones de su camisa.
Sunoo lo desabotonó uno a uno, su negra camisa que estaba siendo removida por sus propias manos, oh, era tan atractivo.
Al terminar, le sacó por completo la camisa tirándola por alguna parte de la habitación, el alfa tenía un cuerpo bien trabajado, oh, tan solo verlo lo hacía sentir más mojado.
-Ah~- el lubricante natural se escurría por sus piernas.
-¿P-puedo?- dijo que no preguntaría más pero estaba desesperado y ansioso por seguir, tanto que estaba tartamudeando.
-Tienes mi permiso- se volvió a acostar dejando que las manos del alfa se paseen por todo su cuerpo.
Sin más palabras, su falda y su ropa interior fueron despojados.
El omega, al percatarse que estaba desnudo frente al alfa, que nadie en absoluto lo había visto así, cerró sus piernas e intentó cubrirse con sus manos.
-Manten tus piernas abiertas- tomó sus rodillas entre sus manos y las abrió, sabía que el omega era flexible, hizo chocar sus piernas con la superficie de la cama. -Prometo que te gustará.
Sin avisar, metió dos dedos en su interior, haciendo diferentes movimientos, sacandolos y metiendolos, abriendolos y presionando lugares nunca antes tocados por nadie.
-¡Ah!- sus piernas temblaban, pero conforme pasaba el tiempo, sentía que necesitaba algo más grande. -P-por favor... entra.
-Puede dolerte, tengo que prepararte un poco más- y otra vez, sin esperar respuesta, metió dos dedos más, escuchando un agudo gemido de parte de Sunoo.
-¡Ah!- sentía que podría correrse solo con sus dedos dentro.
-Creo que ya...- también estaba desesperado por seguir, rápidamente se sacó el pantalón y el boxer.
Se masturbó un poco y alineó su miembro con la estrecha y virgen entrada contraria.
-¿V-va a entrar? Yo creo que-- Sunoo, al ver el miembro del alfa, no creyó ser capaz de recibirlo, pero cuando sintió ser rápidamente embestido por el mismo alfa, calló sus palabras. -¡Oh!- mandó su cabeza hacia atrás, corriéndose al instante.
Su cuerpo temblaba, sus ojos lloraban, sus mejillas rojas y todo su cuerpo lleno de pequeñas marcas.
-Se siente tan bien....- el alfa gruñó bajo tomando su cadera, aún sin moverse.
-Es... grande...-, no podía hablar bien.
-Pero... aún no lo metí todo.
-¿E-en serio?- sentía que podría romperse en ese mismo instante.
-Solo un poco más- se arremetió poe completo, ahora si, entrando por completo.
El omega era un caos de gemidos, quejidos y jadeos lascivos.
-Me moveré- avisó empezando un lento vaivén, muy lento.
Estuvieron así por unos minutos hasta que para ambos dejó de ser suficiente.
-¡Ah!- sintió algo golpeando un pequeño pero importante punto sensible en su interior, apretó las sábanas negras abajo de él.
-Oh... sí- una vez más, seguido de otra y otra, no paró sus embestidas en ningún momento, eran fuertes y rápidas -Oh, se siente tan bien.
-¡Ni-ki!- gimió su nombre, sus ojos lloraban por toda la estimulación, era tan placentera cada una de las embestidas.
Al cabo de pocas embestidas, el alfa se corrió dentro del omega y este en medio de sus abdómenes.
-Estoy... cansado- Sunoo sentía que podría dormirse ahí mismo.
-Es tu turno- cambió de posiciones, dejando a Sunoo sentado en su miembro, montándolo.
-P-pero... estoy agotado.
-Complace a tu alfa.
Aquella voz de mando, es como si su cansancio hubiera desaparecido, como si tuviera tantas ganas de tener sexo.
Empezó a saltar, lento y parsimoniosamente, moviendo sus caderas en circulos, de adelante a atrás y como podía, tenía una pequeña sonrisa en el rostro se sentía endemoniadamente bien.
-¡Ugh! ¡Ni-ki!
Cami~
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NEED - SunKi ♡
FanfictionKim Sunoo, omega de 21 años que empezó a trabajar vendiendo fotografías de diferentes partes de su cuerpo menos el rostro para poder pagar el tratamiento de salud de su madre, la paga era buena y podía cuidarla ya que no debia salir de casa, pero cu...